Capítulo 30

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Álex se va sin decir nada. Yo voy donde mi madre y la siento en el salón.

Valeria: Mamá, ¿qué pasa?

Mamá: Tu abuela obligó a tu padre a que nos separásemos y le ha buscado otra mujer, más guapa, alta, rica... Más de todo que yo.

Valeria: Mamá me tienes a mí, tu hija, deja a esa vieja y comienza una nueva vida, si papá lo ha echo tu también puedes hacerlo, tenlo claro. Y no quiero ver ni una sola lágrima más por tu cara, ¿me has oído?

Mamá: Sí Valeria, pero yo quería a tu padre...

Valeria: Lo has dicho en pasado, vamos mejorando.-mi madre sonríe a medias.

Mamá: Gracias cariño. Menos mal que te tengo, no se que haría sin ti.

Valeria: Mamá tranquila, ahora cena un poco y vete a dormir.-se va a la cocina y yo llamo a Álex para contarle lo que ha pasado. Mañana es sábado y me ha dicho que vamos a hacer algo especial, llevamos casi tres meses saliendo, supongo que será por eso. Me voy a dormir.

Me despierto por un olor rico cerca mío, no se distinguir que es pero huele bien, al mismo tiempo noto babas por mi cara, abro los ojos y Álex me está lamiendo la cara.

Álex: Buenos días enana.

Valeria: Buenos días baboso.

Álex: Pues como soy un baboso me como tu desayuno.

Valeria: ¿Qué desayuno?

Álex: Este.-se agacha y saca una bandeja con un par de vasos de zumo de naranja, dos tazas de café y tostadas con tomate. En cuanto lo veo se me hace la boca agua.

Valeria: Retiro lo dicho. Y ahora a desayunar.

Álex: ¿Sólo te interesa mi comida?

Valeria: No, yo te quiero a ti con tus cualidades y defectos que son muchos, pero te quiero.

Álex: Y luego el que se pone tontorrón y romántico soy yo, ¿no?

Valeria: ¡Ay! Déjame que hoy estoy tontita.

Álex: ¿Ha venido la mal recibida?

Valeria: Esa misma, y necesito mimitos.

Álex: Te doy si me haces hueco en la cama.-me muevo y se tumba a mi lado, desayunamos.

Valeria: ¿Nos podemos quedar así un ratito?

Álex: Claro que sí, así te doy mimos.-mete su mano por dentro de mi camiseta y va a la zona de mi vientre bajo, me hace un masaje haciendo círculos. Me acerco más a él.

Álex: ¿Estás mejor?

Valeria: Me tomo algo y nos vamos a donde sea que vayamos.

Álex: Vale, te espero abajo.

Valeria: Vale, te quiero.-nos besamos. Voy al baño y cojo una pastilla me la tomo con un poco de agua, me cambio y me arreglo un poco pero no me maquillo. Bajo al salón y me encuentro a mi madre y a Álex hablando y riendo, me alegra que Álex haga sonreír a mi madre. Que se lleven bien es esencial para mí.

Valeria: ¿Nos vamos?

Álex: Vale, suegra cuídate.

Mamá: Tranquilo Álex, lo haré, tú cuida de mi hija.

Álex: Eso está más que asegurado.-nos vamos, Álex coge su coche y antes de subir me da su móvil y un antifaz.

Valeria: ¿Cincuenta sombras de Grey?

Álex: Cuando quieras cariño, pero eso es para que te lo pongas y así no descubras a dónde vamos.

Valeria: Vale.-subo al coche y antes de salir me lo pongo. Pasa un rato cuando me quedo dormida, no se cuanto tiempo me he dormido, pero Álex me está acariciando un brazo. Me quita un casco y me dice que ya hemos llegado, pero no me los quita. Me ayuda a bajar del coche. Nos paramos y me quita el antifaz y los cascos, estamos en la perrera.

Álex: Sé que quieres tener un perro desde pequeña pero como vivías en la capital no podías tenerlo, así que he hablado con tu madre y me ha dejado. No tienes que pensar ni el nombre, ya sea macho o hembra se va a llamar Alva, Al de Álex y Va de Valeria, vamos a dentro y tu eliges.

La chica de CerveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora