Mei Uchiha. |Itachi| |Editando| |Terminada|

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—Capítulo 7.

(Narra Mei)

Me desperté a las seis, había pasado una hora desde que teníamos que "ir" al campo de entrenamiento. Ya conozco a Kakashi-sensei, siempre llega horas después.

Me levanté y me vestí con mi ropa usual y mi collar. Dejé mi cabello suelto, como usualmente lo llevo.

Me preparé un ramen instantáneo, comí  y me dirigí hacia el área de entrenamiento. 

En el camino me encontré a Kakashi-sensei yendo hacía allá.

— Veo que no esperas junto con tus compañeros, Mei. —él sonrió.

— Ya te conozco, Kakashi-sensei, incluso me parecería raro que llegaras puntual. —solté una risa— De seguro están todos dormidos. A la próxima hay que advertirles, ¿verdad?

— No, déjalo así. Por cierto, espero que estés preparada para la prueba.

( . . . )

— Buenos días a todos, ¿listos para su primer día? —saludó Kakashi-sensei apareciendo junto a mi.

— ¡Oigan, llegaron tarde! —gritaron Naruto y Sakura al unisono.

— Un gato negro se nos atravesó por el camino así que tuvimos que tomar el sendero largo. —Kakashi nos excusó.

Ambos gruñeron enojados.

Caminé hacia ellos y me paré junto a Sasuke.

— Bien —se aclaró la garganta— Vamos a comenzar..

Todos lo seguimos con la mirada, nuestro sensei colocó un reloj en un tronco y apretó el botón.

— Está puesto para mediodía. Su misión es muy sencilla —mostró tres cascabeles— Tienen que quitarme estos cascabeles. — los agitó— De eso se trata todo. Si no han logrado quitármelos a mediodía se irán sin almuerzo.

Naruto comenzó a quejarse.

— Van a estar atados a esos postes y van a ver como me como mi almuerzo frente a ustedes. —a todos les sonó el estómago menos a mi.

— Nunca confíen en él. —murmuré con una sonrisa— La próxima vez ya saben.

— ¡Un momento! —exclamó Sakura, llamando mi atención— Nosotros somos cuatro y solo hay tres cascabeles.

Kakashi-sensei sonrió.

— Ah... De esa manera al menos uno de ustedes terminará atado y finalmente descalificado por fallar al completar la misión... ese uno volverá a la academia.

Mis compañeros miraron desafiantes a Kakashi-sensei, mientras que yo me cruzaba de brazos.

— Pero claro, cualquiera de ustedes puede resultar suspendido. Pueden usar cualquier arma incluyendo la Shuriken —comencé a mover mi boca dependiendo a lo que el decía, claro sin decir nada— Si no están preparados para matarme no serán capaces de quitarme los cascabeles.

Suspiré tras escuchar  la misma frase. ^Patético, se hubiera buscado otra frase^

— Esas son unas armas muy peligrosas, sensei —dijo Sakura preocupada. 

Naruto comenzó a reír. — En especial cuando no pudo ni esquivar ese borrador. 

Sonreí de lado.

— Los payasos de clase generalmente son los mas débiles, son fácilmente ignorados y por sus calificaciones tan bajas son perdedores. —él respondió cruelmente— Cuando diga comiencen pueden empezar.