— La embriología es...— y en ese instante la puerta del salón se abrió, dejando contemplar a un hermoso chico de cabello largo y bella sonrisa. Varias jovencitas suspiraron al notarlo frente a ellas.
— Disculpe —habló, invadiendo los alrededores—. Vengo de parte del presidente. Necesito que Seokmin me acompañe.
El maestro sólo ladeó la cabeza con pereza indicándole al alumno que salga. Seokmin, con cierto nerviosismo se levantó de su asiento. Escuchaba cómo todos murmuraban cosas que no podía entender mientras caminaba. Sabía perfectamente a dónde lo llevaba todo esto, era algo llamado; FIESTA DE BIENVENIDA.
Una vez a su lado, Jeonghan tomó su brazo y lo alejó bruscamente del salón. Una mirada asesina fue lo que siguió. Un par de empujones hacia la oficina de Seungcheol y algunas quejas por parte del peli-negro fueron suficientes para que Jeonghan se detuviera.
— Eres muy fuerte —lloriqueó el más alto—. Recuerda que soy un humano, no una cosa.
— Sólo sigo órdenes, amigo—contestó, encogiéndose de hombros—. Mi deber es traerte con toda la agresividad del mundo. Deberías agradecerme que haya sido suave contigo.
— ¿Quién impuso esa orden? ¿El presidente?
— La verdad fue Vernon, él insiste en dar temor a los demás estudiantes.
— Qué loco.
— Ni que lo digas —tocó un par de veces la puerta, y volteó para hablarle—. Tú y yo no hemos tenido esta amena conversación nunca.
— ¿De qué...? —se detuvo al ver la mirada amenazante de Jisoo frente a la puerta. Parecía querer matarlo con aquel vistazo penetrante.
Jeonghan le sonrió para calmar las tensiones. Tomó el brazo de Seokmin y lo arrastro empujándolo hacia el pequeño sillón que adornaba la sala presidencial del líder. El muchacho observó el lugar con admiración, pues era extremadamente hermoso y organizado. De pronto, su vista cayó al chico de cabello negro y traje formal sentado frente a él.
— Seokmin —le sonrió.
— Seungcheol.
— Es un gusto conocerte —chasqueó los dedos, y dos tazas de café estaban siendo puestas en la mesa de centro por Seungkwan.
— No entiendo qué hago aquí.
— ¿No lo has notado aún? —enarcó una ceja—. Estoy agradecido contigo, me salvaste la vida.
—No lo hice —negó—, sólo te ahorré una ducha.
— Buen punto —agregó Vernon.
— Vernon, cállate —al parecer, el presidente no quería bromas.
Seokmin se sentía muy extraño en tal lugar. No encajaba, todos eran tan serios y un simple chiste no era aceptado. Quería irse o, al menos volver el tiempo y no haber salvado a nadie.
— ¿Cómo podemos agradecerte?
— No hace falta.
— Seokmin —lo miró, era una sonrisa extraña—, sé que tienes un laboratorio a tu cargo. Has batallado por dos años para hablar con mi padre y pedir colaboración de su parte.
— Y-Yo...
— ¿Cómo podemos agradecerte? —insistió
— No quisiera causarle molestias a la junta directiva. Con unas nuevas sillas, tubos de ensayo, algunas pipetas, quizá otro mechero y más libros, podría conformarme.
— Me parece una buena idea —dijo—. ¿No te parece, Jeonghan?
— Sí, Seungcheol.
— ¿Qué tal tú, Seungkwan?
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Pledis School [SEVENTEEN]
FanfictionBienvenido a Pledis School, la escuela más prestigiosa y cara de toda Corea. Cuenta con las mejores instalaciones, la mejor educación y las más grandes bibliotecas. Lástima que no se pueda decir lo mismo de sus estudiantes. Nota: Todos los derec...