17.

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— ¡¿Quién crees que eres?! —gritó el maestro con tanta rabia hacia el peli-rojo. Nunca vio justo que uno de sus mejores jugadores dejase el partido por una tontería—. ¡No aceptaré a ese niño! ¡No aceptaré a gente que no está comprometida a dar todo en el partido! ¡¿Qué sucederá la próxima?!

—En realidad lo siento, señor —JeongHan se apreció tan apenado que sus rodillas tocaron el suelo—. JiSoo no tiene la culpa, él quería ayudarme. No volveré a distraerlo.

— ¡Ese muchacho tenía un buen futuro! —aseguró el hombre—. Lo iba a recomendar a una de las mejores escuelas de futbol. Si tan sólo no hubiera dejado el partido como lo hizo, estaría marchando hacia la cima.

—Lo lamento, lo lamento —JeongHan se declaraba el culpable de su fracaso—. Por favor, acéptelo de vuelta. No pediré más viniendo de usted, por favor.

— Levántate —la voz de JiSoo se escuchó justo detrás del chico de cabello largo—. ¡Levantate, JeongHan! —repitió furioso.

Bastaba explicar que el recién nombrado se encontraba llorando. Aunque su cuerpo temblara de miedo por la actitud de Joshua, él se mantenía en el suelo aún. El histérico muchacho lo levantó sin esfuerzos y lo arrojó detrás de él. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué no estaba haciéndolo bien? Quería remediar en lo que se había equivocado.

—JiSoo...

— ¿Cómo se atreve a gritarle? —se enfrentó a su profesor. El hombre tragó saliva ante su mirada. Hace mucho que no lo veía tan concentrado en algo—. Responda —siguió—. ¡¿Cómo se atreve a gritarle?!

— Mocoso, deberías tener más educación, soy-

— ¿Educación? —sonrió, restregándose la cara luego—. ¡No me hable de educación cuando usted no la tiene!

—¡JiSoo! —replicó el peli-rojo, estaba arruinando aún más sus oportunidades.

— Te pedí que no lo hicieras, JeongHan —susurró—. Este hombre no respeta a sus alumnos. Amo el futbol, pero prefería dejarlo antes de seguir soportándolo.

—¡No permitiré que me faltes el respeto! —el entrenador atacó la mejilla del menor sin previo aviso. JeongHan chilló de sólo ver la sangre que corría por su anillo—. ¡Largo de aquí si no quieren que los golpee a los dos!

Injusto, es como podrías llamar este acto. JeongHan tomó como pudo el cuerpo de su amigo para llevárselo. Revisó la herida, percatándose de que no haya alguna abertura, para su suerte, no la había; sería algo que podría solucionar. Hablaría con SeungCheol sobre esto, seguramente él sabría qué hacer. Nunca imaginó que tanto Joshua como sus demás compañeros de equipo fuesen explotados por el hombre. Al principio trataba de ayudarlo, no tenía más intensiones. Pensó que, si hablaba con el entrenador, este lo pensaría y con el tiempo aceptaría la idea de devolverlo al equipo. Quizá el futuro de JiSoo, no dependía de su decisión.



— ¿Cómo van las clases? ¿DK es un buen profesor? —Preguntó SeungKwan. Vernon dejó inmediatamente de beber la soda.

— Creo que subes a ese chico a una tarima muy alta —respondió, sintiéndose molesto por los elogios hacia el muchacho—. No es como si fuera un buen profesor. Yo soy un muy buen estudiante, eso pasa.

Seungkwan le tocó el cabello.

— Entonces estás aprendiendo —sonrió—. Estoy tan contento, no creí que cedieras tan fácilmente.

— ¿Aún piensas que soy inmaduro? —se rio tontamente, mirando los alrededores de la escuela—. Me estoy convirtiendo en un hombre, así que prepárate.

Pledis School [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora