Pledis School [SEVENTEEN]

13.

SoonYoung salió de enfermería, con su vista en un brazo curado. Ya no le dolía y no le molestaría más el yeso que lo acompañaba. Aunque sus labios se notaban en una fina línea debido a la preocupación que llevaba. MingHao no había hablado con él, ni siquiera quería explicaciones. No sabía el motivo de su enojo y no importaba cuánto le preguntara a Jun, este sólo podía decir: Rosa.

¿Había algo que debía notar con aquel color?

Suspiró exhausto. Recordó que tendría que estudiar con su prima luego, porque quería alcanzar a MingHao. Siempre fue muy malo en todas las materias, pero desde que vio al muchacho aplicado, se sintió aún más inútil. Alcanzarlo, estar a su nivel, pedía inmensamente a que el rizado no se avergonzase tanto de estar a su lado.

Cuando giró la esquina, camino al aula de clases, vio al tan nombrado chico frente a él. Se sintió observado desde el ángulo de su brazo recién atendido y entonces lo vio marcharse.

— ¡MingHao! —llamó—. ¡Oye no te vayas, quiero hablarte!

— ¡Tu brazo está bien! ¡Es por eso que he venido! —bajó rápidamente las escaleras, con las intenciones de no ser alcanzado—. ¡No quiero hablar contigo!

— ¡MingHao! —persiguió con más empuje—. ¡Hey, espera!

— ¡Habla mejor con tu novia! —y luego lo vio desaparecer.

¿Novia? Hoshi no tenía una novia, no que él recordara. No tenía interés en ninguna chica de la institución. ¿Por qué lo vincularían con alguien inexistente?

— ¿Una nueva trampa? —preguntó MinGyu—. Vamos, hyung. Estamos creciendo y debería madurar.

— Voy a pensar que no quieres ayudarme —formó un puchero—. Llamaré a WonWoo entonces y-

— ¡Está bien! —chilló de inmediato—. Yo lo ayudaré, pero no lo llame.

— ¿Seguro? —lo miró—. Porque yo no puedo trabajar con gente que no me quiere ayudar.

— Lo quiero ayudar, hyung —se mostró animado—. ¿Cuál es el plan?

— Hoy hay un partido, ¿verdad? —el otro asintió—. Mi papá le compró a mi hermanito un aparato para lanzar pelotas de Tenis. Le pedí que me trajera dicho armamento y lo he llenado de globos con agua, muchos.

— ¿Globos con agua?

— El presidente y su estúpido secretario estarán sentados muy cerca del arco —se rió—. Por esa razón, esperaré al medio tiempo. Ocultaremos el aparato en el aula de música y abriremos la ventana. Para cuando el partido esté realmente encendido, lanzaremos los globos hacia el lugar de la junta directiva. Entonces, el partido pasará a segundo lugar, porque SeungCheol y sus perros estarán empapados.

— ¿Cómo hará que eso funcione sin que nos descubran?

— Para eso tuve que arreglar un poco el aparato —sonrió—. Instalé un sistema de activación. Como el de las bombas. Estoy casi seguro de que no explotará, pero estará programado para activarse en los segundos que yo ordene. Nosotros estaremos entre el público.

— ¿Cuándo se volvió un experto en informática?

— Ayer vi un programa de robótica y luego investigué sobre las bombas en internet —rodó los ojos hacia su amigo—. Si lo piensas, tiene sentido.

— Escuché que uno de la junta va a jugar. ¿No lo sería cruel arruinar su momento?

— ¿Te estás lamentando, MinGyu? —el castaño se presentó indeciso—. Porque puedo llamar tranquilamente a WonWoo y-