Pledis School [SEVENTEEN]

6.

— ¡Suéltame! —chilló Woozi al menor que lo llevaba a la fuerza hacia la oficina del presidente—. ¡No quiero ver a ese idiota!

— Lo que diga no me interesa, hyung —se rió Vernon, su plan tampoco podía fallar. SeungCheol estaría muy agradecido con él después de entregarle al enano vengativo.

HanSol abrió la puerta con rapidez y empujó a JiHoon hacia el interior de la oficina, escuchando un quejido grande de este. El mismo castaño se había encargado de citarlos a todos, después de la innecesaria presentación del nuevo miembro. Vernon entró luego.

— ¿Qué haces, Vernon? —preguntó SeungKwan, viendo lo mal que trataba a alguien mayor que él.

— Él es el culpable de que se estropeara la presentación —dijo, con satisfacción, mostrándole una sonrisa a SeungCheol, quien estaba frente a él con JeongHan y JiSoo de laterales.

— ¡Suéltame! —se quejó nuevamente el otro—. ¡No he hecho nada!

— JiHoon tenía esta pistola cargada de pintura—señaló el objeto en sus manos—. Trataba de atacarlo, señor.

Woozi no podía ni levantar la mirada, tenía vergüenza. ¿Qué tal si SeungCheol lo odiaba? Se suponía que sólo él podía odiarlo. Tragó saliva con una poco de preocupación, quizá lo saquen de la escuela por problemático y eso sería un problema, porque no logró manchar el nombre del presidente como se lo había propuesto.

— ¡Eres un maldito mocoso! —gritó JeongHan, muy molesto—. ¡¿Cómo te atreves a querer manchar a nuestro presidente?! ¡No me mereces estar aquí! Tú-

— Basta—interrumpió SeungCheol con tranquilidad—. Vernon, suéltalo.

HanSol obedeció.

— Pero, SeungCheol...

— Si él quiere hacerme daño, deja que lo haga —soltó el mayor sin problemas. Era entendible que después de lo que hizo Woozi tratara de atacarlo.

— N-No necesito su lástima —murmuró el más bajo, que se sentía muy débil frente al presidente—. Si merezco irme, me iré.

— Déjennos solos —ordenó SeungCheol.

JeongHan bufó muy fuerte, pero accedió a dejarlos solos, era una orden. JiSoo trató de calmarlo mientras salían, no sería fácil con él, pero lo intentaría. SeungKwan tomó de la oreja a Vernon para llevarlo lejos, siempre hacía cosas sin su permiso y le molestaba tanto. SeokMin salió por su propia cuenta, cerrando la puerta al final.

— No era necesario que nos dejaran —las mejillas de Woozi había subido de tono, era tan incómodo estar en esta situación de nuevo.

— He querido hablar contigo desde hace mucho —suspiró el peli-negro—. Siéntate, por favor.

— Y-Yo no quiero hablar contigo.

— Woozi...

— Te odio —negó, recordando un poco de su pasado—. No me pidas que actúe normal después de lo que pasó.

— ¿Quieres hablar de eso? —SeungCheol, sonaba tranquilo, pero muy el fondo le dolían sus palabras.

— ¡No quiero hablar de nada! —lloriqueó, se notaba lastimado—. No quiero verte, quiero irme...

—Pero, Woozi...

El de cabello teñido se marchó, dejándolo solo. Limpiaba sus lágrimas en el camino, era realmente frustrante tenerlo cerca y recordar lo que habían pasado juntos. Lo odiaba, ese era el único sentimiento que tenía hacia él. Podía hablar pestes a sus espaldas, pero cuando lo tenía cerca se volvía alguien tan frágil. Qué estúpido.