El fin de semana estaba pasando. Los estudiantes de Pledis se adaptaban rápidamente a los nuevos cambios por parte del director. No podíamos decir lo mismo de aquellos que vivían en el edificio uno. A Joshua se le hacía difícil concentrarse con sus nuevos compañeros y sus constantes peleas nocturnas. MingHao ya no soportaba las habladurías de los miembros de la junta directiva que vivían junto a él. MinGyu se sentía cansado de vivir en el profundo silencio y olvido de sus dos compañeros. SeokMin mataría muy pronto a Vernon si seguía tomando sus cosas y haciéndolas desaparecer por arte de magia.
La puerta de la habitación dos fue tocada por los nudillos de JiSoo. Se acercaba el tan esperado partido y necesitaba invitar a JeongHan. Quería ver su rostro de alegría en cuanto fuese él quien le dedique un gol. Sería asombroso ver que está orgulloso de él.
Minutos después, Woozi abrió.
— ¿Qué quieres tú? —preguntó, dándole paso a la habitación.
— Busco a JeongHan —le respondió.
— ¿Lo ves aquí? —le mostró el lugar completamente vacío, lleno por su única existencia—. Si no lo ves, largo.
— Grosero —espetó el menor.
— Sí, si —tomó sus cosas con rapidez el de cabello tinturado—. Soy un grosero, loco, vengativo. ¿Quieres largarte ahora? —lo miró molesto—. Debo irme, así que no tengo tiempo para escucharte.
— Me alegra que lo aceptes... —dijo, mirando como un hyung molesto se iba de la habitación. Realmente era grosero y malhumorado.
— ¿Te estás alimentando bien? Al menos dime que estás curándote bien las heridas de tu brazo. No has vuelto hacer locuras, ¿verdad? —preguntó con rapidez MingHao, toqueteando un poco el cuerpo del mayor—. No me has llamado, SoonYoung. Te dije que cuidaría de ti. Veo que tienes nuevos moretones.
— Oh, basta, basta —rió ruborizado el rubio—. Estoy muy bien. Me golpeé con el libro mientras estudiaba, sólo eso—rascó su nuca—. No es como si estuviera peleando cada noche...
— ¿En serio? —MingHao abrió sus ojos aún más—. Pero si estás un poco pálido y esos golpes no parecen tan ligeros.
Jun salía del baño en ese momento, fijando su mirada envidiosa a esos dos que se encontraban en la habitación. Se limpió el cabello con la toalla y fingió no escucharlos.
Hoshi, tenía un plan.
— A decir verdad...—comenzó SoonYoung, expectante a las reacciones de JunHui—. Me duele mucho el brazo, no aguanto el dolor. Quería hacer como si nada, pero la verdad no puedo más. ¿Me voy a morir? Veo la luz —colocó la mano en su frente.
— ¡No, SoonYoung! No vas a morir —lo abrazó el menor con desesperación—. Tranquilo, yo te cuidaré.
Jun gruñó y Hoshi rió de sólo verlo molesto por la situación que le brindaban. Se lo merecía, él le había engañado diciéndole a The8 que tenía una novia. Eso nunca pasaría. Miraba su molesto rostro, mientras tomaba la ropa para irse.
— Gracias, The8 —sorbió su nariz, abrazándolo aún más fuerte—. No sé qué haría sin ti.
Jun salió. Tenía cosas más importantes que hacer, como disculparse con Dino. No quería que siguieran molestos. Dino siempre había sido un niño incapaz de afrontar el mundo sin él y Jun tampoco tenía esa habilidad de dejarlo solo. Iría a buscarlo y no aceptaría que las cosas se quedaran como estaban.
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Pledis School [SEVENTEEN]
Fiksi PenggemarBienvenido a Pledis School, la escuela más prestigiosa y cara de toda Corea. Cuenta con las mejores instalaciones, la mejor educación y las más grandes bibliotecas. Lástima que no se pueda decir lo mismo de sus estudiantes. Nota: Todos los derec...