Pledis School [SEVENTEEN]

28.

El rubio con algunas hebras de su cabello pintadas en rosa, salió de clases. Podía notar el clima soleado por las ventanas. Si sus oídos no le fallaban, escuchó a los pájaros cantar y a los alumnos convivir de mejor manera. Algo le indicaba que las cosas saldrían bien desde ahora.

O eso creía.

— ¡Hey, SeungCheol! —gritaron a sus espaldas y él por consecuente, volteó. Encontró a MinGyu, cruzado de brazos atrás de él. Su rostro palideció, pues, se había dado cuenta de que correspondió a una identidad equivocada—. Sabía que eras tú.

—MinGyu —llevó su mano hasta la boca del más alto, para taparla y callarlo antes de que alguien pudiera escucharlo.

Lo arrastró con dificultad por los pasillos, aún con ese cuerpo tan pesado y grande. Miró a sus costados con agilidad, era obvio que algunas miradas si se posaban sobre ellos, pero no tomaban importancia. Sus pies se detuvieron frente a un aula que por el vitral, se vio la ausencia de alumnos. No dudó en obligar al joven a que entrara.

Lo soltó una vez que sus cuerpos se acostumbraban al lugar, y el más alto se sintió furioso.

— Sabía que algún día me-

—¿Te descubriría? —interrumpió, brindándole un golpe fuerte en el hombro en modo de desquite por la vergüenza que le hizo pasar—. Soy bastante observador, por un momento llegaste a convencerme. Pero, te delataste cuando miraste a Woozi por primera vez.

—Yo lamento ocultarles a todos quien soy — dijo arrepentido con su cabeza agachada. No le impresionaba que MinGyu se diera cuenta de su verdadero ser, pero si le era vergonzoso que su actitud con JiHoon fuera suficiente como para sacarlo a la luz.

— Mereces que te golpee hasta dejarte sin vida —le señaló, de la manera más fría posible—. Woozi sufrió mucho con la partida de SeungCheol y tú estabas ahí. Lo hiciste cometer muchas locuras y cuando salga de la escuela recibirá un gran regaño por parte de sus padres. Hoy te descubrí yo, mañana podrá ser él.

— Si tan sólo entendieras —negó—. Me hablaste de la gran roca que tenía tras mi espalda. Cuando fui S.Coups, logré quitarla. Cometer cada indefenso delito junto a JiHoon me hizo sentir que volvía a tener diez años junto a él. Siendo S.Coups, hace que ya no me sienta una sombra — restregó su cara y por último miró al castaño—. Espero que cuando JiHoon se dé cuenta de quién soy, haya logrado mi objetivo.

— ¿Cuál? —curioseó con las cejas alzadas—. ¿Cuál es tu objetivo?

— Quitar lo que nos hace sufrir —respondió con seguridad—. Quiero unirlos a todos ustedes y formar una amistad que pueda quitarles esa tristeza que llevan dentro —suspiró—. Ese, ese es mi objetivo.

MinGyu se mantuvo en silencio. SeungCheol era así. Con esto, podía estar seguro de que la calidad de las personas, provenía del corazón. Sin que la edad importase, sin que el tiempo importase, alguien llegaría y trataría de unir las piezas de un rompecabezas.

— Ahora que sabes quién soy —siguió el mayor ya con la tranquilidad habitando su ser—. Necesito de tu ayuda.

—¿En qué puedo servirte? —el moreno ya parecía estar satisfecho.

— Quiero que lleves a Woozi al ensayo.

(...)

— ¿La tarea de matemáticas es para mañana? —la chica de dos coletas asintió. Dino mostró una mueca de disgusto y rascó parte de su cuello. Pronto los dos se plantaron en la esquina para separar sus caminos.

— No la harás, ¿verdad? —Dino negó ante su pregunta.

—Soy amante del arte, más no de los números —contestó apuntando el salón de pintura que estaba a algunos pasos.