El bueno y el malo

Floreciendo

Después de cubrir el moretón de mi pómulo y tomar una de las medicinas para el dolor que me habían recetado,por lo de mi nariz me fui al salón, llegué a media clase de historia y sin decir nada la profesora me dejo pasar; no sé si compadeció de mí y el gran parche en mi nariz o simplemente era buena persona.
Al llegar a mi lugar note que había una nota, mejor dicho una bolita de papel en mi asiento, la tome y la revisé para ver si tenía algo escrito o solo era basura.

Edd, perdón por lo de tu nariz.
No pensé que tendrías que ir al hospital; porque se nota que fuiste, no cualquiera tiene ese tipo de parches,bueno tú eres diferente y especial por lo que lo creería; sino fuera por qué ayer te golpeé.
¿Podemos hablar del... beso y del golpe? Te esperaré en la azotea a la hora del almuerzo.

Kevin

Sonreí irónico y voltee a ver a Kevin quién se dio cuenta de que leía su carta, solo asentí y él se sonrojó, no sé porque ese chico me hace sentir ... extraño, no es lo mismo que con Sebastian, es completamente diferente.

Al terminar la clase me dirigí al lugar de reunión con Kevin y pude ver que el ya estaba ahí; el aire revolvía su cabello anaranjado, su aroma llegaba a mi nariz y ese aroma a canela me hizo detenerme y dudar si había lo correcto al relacionarme con él. Sin pensarlo hable.
-Kevin... - Él un poco exaltado volteo a verme.
-Doble tonto, me asustaste. Oye¿Estás bien? Te ves pálido.- Caminó hacia mi tratando de agarrar mi cara pero yo evite su agarre retrocediendo.
-Si, Kevin. No te preocupes, pero dime porque quieres hablar del beso sino hay mayor complicación, solo quería hacerlo...solo fue una broma.
Kevin me miró decepcionado y de un momento a otro sentí que mi mejilla ardía, Kevin me dio una bofetada que no dolió físicamente pero por alguna extraña razón me dolió en mi corazón, caí sobre mis rodillas y mi vista se nubló, Kevin en seguida me abrazo y con una voz segura pero reconfortante dijo- Eddward, no estás solo. Sino quieres que sea alguno de tus amigos de infancia está bien pero por favor, encuentra a alguien en quién puedas confiar; alguien a quien decirle cómo te sientes.
Busca a tu persona especial.- Me abrazo muy fuerte y sentí como mis mejillas se iban humedeciendo, no pude contener mis lágrimas y abracé a Kevin, puse mi cabeza sobre su hombro y le dije con voz entrecortada por el llanto, que aún no era muy fuerte.- Kevin, hay cosas que aún no puedo decir, cosas que no cualquiera debe saber pero te aseguro que- Mi llanto comenzó a ser más fuerte-
y-yo no quiero terminar...solo. Quiero tener a alguien en quién apoyarme pero no puedo confiar fácilmente en una persona, ya no; entiendo su preocupación y gracias pero dime ¿Qué hago? cuando no importa a dónde mire siempre hay soledad, hay un mundo teñido de gris y no pueden sonreír los que están cerca mío, dime qué hago si me siento culpable de la muerte de mis padres, dime qué pasaría si tengo otro intento de suicidio. Si muero...¿Me extrañarás? - Exaltado y con los ojos llorosos, con mi llanto a todo lo que daba y voz llena de dolor y tristeza le dije a Kevin.
Él sólo me miró y con ojos aguados me dijo -Si, te extrañaría. No sé porque pero últimamente eres en lo único en lo que pienso. Eres a quién quiero ver cada mañana. No sé porque, pero si lo puedo hacer yo...- En un abrir y cerrar de ojos sentí una pequeña presión en mis labios, abrí los ojos lo más que pude, incluso pensarías que se saldrían, pero sentir cómo Kevin me besaba, como sus labios se apoderaban de los míos me dejo con duda, ya que al terminar el beso, que fue muy corto, se levantó y se fue de ahí corriendo.
-Kevin... - Me recosté en el piso y lleve mis dedos a mis labios y me dije a mí en voz alta - ...¿Porqué me besas tan delicadamente y te vas? ...Creo que ya sé porque me sentía raro cuando se trataba de ti, está floreciendo algo que pensé que tenía con el idiota de Sebastian, ésa cosa extraña que muchos buscan pero que pocos encuentran...Oye,Kevin ¿Es esto a lo que llaman...amor?