Hablando

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Kevin y yo somos novios desde hace ya tres meses y durante estos pocos meses han pasado muchas:
Una de ellas es que por fin su madre se entrero de lo nuestro, la verdad es que lo tomo muy bien y me acepto demasiado rápido, desde que se enteró de nuestra relación, ceno en su casa todos los días y es verdaderamente acogedor tener una cena asi.
Desde que mis padres murieron yo comia, dormia, vivia solo. Estaba solo.

Kevin tenía interes sobre qué pasó con mis padres y por qué regresé a mi antigua casa, al principio yo me negaba a hablar sobre eso, simplemente queria olvidar esas partes tristes de mi pasado, pero Kevin me dijo algo que cambio mi forma de pensar.

Amor, yo no quiero lastimarte al hacerte hablar de éste tema, pero si no lo hablamos me sentiré mal si en algún momento digo algo fuera de lugar. También piensa que quiero conocer todo de ti, ¿Acaso ocultas algo tan malo qué ni a mi me puedes contar? No te negaré que estoy algo molesto, yo te conté sobre por que mi madre y yo estamos solos, mi padre nos golpeaba y era justo para mi mamá y para mi salir adelante y ser felices.
Te quiero dar tiempo para que tú, sin necesidad de que yo te lo pregunte, me digas todo lo que te agobia de tu pasado y de tú historia, no juzgare, yo no soy quién para hacerlo, tú solo te juzgas.

Después de esa pequeña charla pasaron dos semanas y llegaría nuestro cuarto mes de ser novios.
Decidí invitar a mi adorada suegra y a mi sensual novio a cenar a mi casa, por una parte para agradecerles todas las cenas y para hablar de mi pasado;lo curioso es que hasta a la mamá de Kevin ahora es de mi confianza.

-PUMKIN- grité desde el otro lado de la calle, agitando mis brazos enérgicamente, al de gorra roja para atraer su atención,éste se sonrojo por el apodo que hace unos dios le había puesto y su vergüenza se elevó al percatarse de que su madre estaba justo a lado de él.

-Bo-bobo, no me digas así frente a los demás y sobre todo no lo hagas frente a mi mamá- dijo el peli naranja rojo como tomate.

-Vamos, hijo, no es malo que tú novio te llame con apodos y menos con uno tan lindo y que te queda perfecto- dijo la madre de Kevin mientras pellizcaba las mejillas de Kevin con dulzura.

Si tuviera que describir a la madre del peli naranja, sería algo extraño. Su madre es más baja que ambos, mide aproximadamente 1.60, su cabello llega hasta sus hombros y es rojizo, sus ojos tienen un lindo color café y su complexión delgada la hace ver muy frágil. Siempre viste de manera sencilla pero nunca la he visto desarreglada; su actitud es calmada y bastante comprensiva con todos, es muy calmada. Su nombre es Rosy.

Cuándo les invité a mi casa, se negaron, pero si algo he aprendido ha hacer es a convencer a las personas, por un rato les platiqué la razón de mi invitación y por fin aceptaron. Sabia que ninguno de los dos , Kevin y su madre, se negaría al saber que les contaría de mi y de mis padres.

Al cabo de unas horas ambos, madre e hijo, estaban en mi puerta con un recipiente lleno de pastel, justo como habíamos quedado, ella el postre y yo el plato principal.
Pasamos al comedor, éste ya estaba arreglado,consistía en una mesa con 4 sillas en colores negros, los manteles eran individuales y de color rojo, puse sobre , a mesa un bowl y una bandeja con el plato principal.

-¡¡TADA!!- les dije mientras ellos veían estupefactos el platillo - ¿Qué tal se ve? Espero les guste, es la primera vez que hago lomo y no sabia muy bien como pero no creo que esté tan mal, prueben y díganme su opinión.-

Los tres comimos el lomo, la ensalada mientras hablábamos cosas sin sentido, cosas de la escuela y hasta de nuestra relación, pero llegaba el momento del postre, en ése momento sería dónde les diría todo sobre mi y mi familia.

-Bueno, es justo que ambos sepan quién soy, qué hice y por qué volví.- Comencé a decir mientras servia café en tres tazas color blanco, y Kevin y Rosy partían el pastel de fresas.
Los dos me miraban curiosos y emocionados.

-Les pido que por favor no me pregunten nada, solo hasta que terminen de escuchar, por favor, así será mas fácil para mi contarles.- Les dije a ambos y así comencé a contarles mi historia.

El bueno y el maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora