Por fin de vuelta [EPEMN#3]

Capítulo Uno.

Busco con mi mirada la maldita maleta de color azul celeste, la máquina rueda y rueda y mi maleta sigue sin aparecer.

Bufo molesta y, a lo lejos, la veo. Cuando pasa por delante mía la cojo y la dejo en el suelo.

Mi móvil vibra y en la pantalla sale la foto de mi hermano menor, Nick.

-¿Dónde narices estas Miley?-me pregunta exasperado, sonrío al escuchar su voz y comienzo a caminar hacia la salida.

-Estoy apunto de salir, ¿vinieron papá y mamá?.

-Sabes que trabajan a estas horas Miley, luego vendrán a verte a casa. No te preocupes que están ansiosos por verte.

Asiento con la cabeza aunque no me pueda ver, estoy apunto de salir por la puerta la cual me llevará hacia mi hermano, lo he echado tantísimo de menos.

Seguro que está guapísimo y súper mayor, se notarán esos diecinueve años. Al verlo corto la llamado y corro hacia él dejando la maleta a un lado. Me envuelve en sus brazos y yo lo rodeo por la cintura, no recordaba que el maldito fuera tan alto.

Lo aprieto más hacia mi y sonrío en su pecho, sigue oliendo exactamente igual.

-Te eché muchísimo de menos hermana, tengo que contarte muchas cosas.-dice al separarnos y me mira maliciosamente.-Veo que el color rosa sigue ahí-dice refiriéndose a mi cabello, río negando con la cabeza y lo vuelvo a abrazar.

Por fin de vuelta.

{***}

-¿Qué harás?- miro frunciendo el ceño a Nick, ¿a que se refiere?-Quiero decir, ¿has encontrado trabajo o un apartamento?

Miro por la ventana de su coche, la verdad es que no lo pensé. Sí, soy estúpida. Pero pensaba que me podría quedar en la casa de mis padres, ahora veo que no.

-Supongo que buscaré algún empleo, como de canguro por ejemplo, así tengo piso hasta que encuentre uno decente y pueda pagarme un apartamento.

Nick asiente con la cabeza y lo observo fijamente, está tan lindo. Su cabello se volvió más oscuro de lo normal, sus labios siguen siendo igual de gorditos que siempre. Sus pestañas largas cada vez me gustan más y cuando sonríe...wow.

Llegamos a la casa donde vivía de más pequeña, hace cuatro años que no vengo aquí y me parece un mundo completamente nuevo. En España la gente es alegre y aquí en Londres lo veo todo gris y oscuro.

-Llegamos.

Sonrío un poco nerviosa y abro la puerta del coche, salgo de él y admiro mi gran casa.

Nick y yo caminamos hacia la puerta, él llama un par de veces hasta un niño pequeño nos abre.

Dios.

-¡Miley!-el pequeño Logan se abalanza sobre mi y yo lo cargo en brazos.

Esta súper mayor, con sus ocho años parece todo un señor. Lo abrazo fuertemente y le doy varios besos en la mejilla.

-Te extrañé mucho pequeño.

Lo dejo en el suelo y él corre gritando el nombre de mi madre.

-Cariño no corras, caerás y te harás daño.- escucho la voz de mi madre. Ella se acerca a la puerta y al verme abre los ojos como platos.

-Hola mamá.

{***}

-Por supuesto que si papá.- digo cansada, él bufa molesto y se levanta del sillón para después caminar hacia mi y depositar un beso en mi frente.