Capítulo Tres.

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Los niños por fin se duermen, termino de fregar los platos y me dirijo hacia mi habitación.

Me cambio de ropa y me pongo el pijama. Ato mi cabello en un moño alto y me quito el poco maquillaje que llevaba. Después me lavo los dientes y me lavo la cara.

Como no estoy cansada bajo al salón, una vez allí me encuentro a Colin sentado en el sofá, viendo la televisión.

Vivir aquí se me va a hacer una tortura.

-Puedes sentarte, si quieres.

-Gracias.-murmuro, me siento en el sofá lo más lejos posible de él.

Una pregunta ronda por mi cabeza atormentándome, miro a Colin de reojo y me pongo nerviosa al notar que él también me mira.

Se acabó, se lo voy a preguntar.

-Colin.-Él me mira fijamente, mojo mis labios y él muerde su labio inferior.-¿Por que...por que me mentiste? Quiero decir, si no me querías ¿por qué me mentiste durante casi dos años?-él me mira con una pizca de dolor, aún en el sofá, se acerca a mi y se sitúa a mi lado.

Coloca su mano en mi mejilla y la acaricia lentamente.

-Colin, dímelo.-digo apartando la cara.

Él da un suspiro largo y cierra los ojos tirando la cabeza hacia atrás.

-No te mentí, yo te quise durante todo ese tiempo. Y te seguí queriendo durante cuatro malditos años.

-¿Y por qué me dejaste ir?

-Tú misma dijiste que te merecías a alguien que te quisiera de verdad, yo te quería pero no me creíste. Yo quería que fueses feliz.-dice sin mirarme.

-Era feliz contigo. ¿Tú sabes lo mal que lo pasé cuando me enteré de que solo me utilizaste?

-¡No te utilicé!-eleva la voz pero al instante se arrepiente.

-Si lo hiciste- susurro dolida.

Odio que me mienta.

-No lo hice joder.-se levanta del sofá enojado y le pega una patada a este.

Pongo los ojos en blanco y me levanto. Me acerco a él y le cojo de la cara haciendo que deje de pegar a el pobre sofá.

-Odio que sigas desconfiando de mi después de todo.-dice mirándome fijamente.-Lo odio.

-¿Sigues sintiendo algo por mi?-le pregunto en un susurro. Su mirada pasa a mis labios y cierra los ojos.

-Si te dijera la verdad no me creerías.

-Papá-me separo rápidamente de él al escuchar la voz de Aaron en las escaleras.-No puedo dormir...-susurra el pequeño.

-Ayúdale tú, por favor...-susurra para después irse hacia la cocina.

Miro al pequeño el cual tiene cara de susto, le sonrío dulcemente y subo las escaleras para quedar a su lado. Lo agarro en brazos y le doy un pequeño beso en la mejilla.

Camino hacia su habitación y una vez allí lo tumbo en la cama. Cojo la manta y le tapo hasta arriba, él cierra sus pequeños ojos.-¿Puedes cantarme?

Sonrío enamorada y asiento con la cabeza aunque no me pueda ver.

Cojo su mano la cual está fuera de la manta y la acaricio comenzando a cantarle una nana.

{***}

-¡Arriba!-grito entrado en la habitación de Skin. El chico gruñe molesto haciéndome reír y me dirijo a la habitación de Alexia.

Por fin de vuelta [EPEMN#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora