Capítulo Dos.

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-¿Colin?

Mi corazón late con fuerza, tan fuerte que parece que de un momento a otro se vaya a salir. Millones de cosas pasan por mi cabeza, todos nuestros recuerdos juntos van a hacer que me explote la cabeza.

Su mirada sigue en mis ojos hasta que me mira de arriba a abajo. Trago saliva y mojo mis labios nerviosa.

-¿Que-que haces aquí?- pregunta acercándose un poco a mi.

Una punzada en el corazón hace que haga un mueca de asco.

-¿Después de cuatro años eso es lo que me dices? ¿Qué que hago aquí?-pregunto acercándome a él.

-¿Qué quieres que te diga? ¿Que lo siento? ¿Qué te he echado de menos?-pregunta él, sus palabras me duelen cada vez más.

-Para decirme mentiras prefiero que no digas nada.-digo con asco.

-Sigues siendo la misma cría de hace cuatro años.

-Y tú sigues siendo el mismo imbécil de siempre.-digo dando un paso hacia delante quedando bastante cerca de él.

-¿Estás segura de eso? Yo tengo una familia y tú estás sola.

Okey, eso dolió muchísimo. Nunca me imaginé que nuestro encuentro fuese así.

-Será mejor que me marche de aquí.-Colin me mira con dolor en la mirada, supongo que ahora se arrepiente de haberme dicho eso, pero lo dijo. No hay vuelta atrás.

Suspiro negando con la cabeza y paso por su lado, antes de salir de la habitación él me agarra del brazo impidiendo mi huida.

-No quise decir eso.-susurra y muerdo mi labio inferior.-No quiero que te marches, no ahora.

Nuestras caras están demasiado cerca, cada vez se acercan más y más. Cuando nuestros labios estaban apunto de tocarse los recuerdos vienen a mi mente como una oleada.

Me separo de el rápidamente y lo miro entrecerrando los ojos.

-¿Nunca aprenderás verdad?

-¡Papá!- Aarón entra en la habitación y corre hacia Colin, este al instante lo carga en brazos abrazándolo.

-¿Cómo estás pequeño?- pregunta él dandole un beso en la mejilla.

Observo la escena mientras los niños saludan al imbécil de Colin, su padre.

¿Alguna vez en la vida tendré algo de suerte? ¿Por qué narices tuvo que estar él aquí? Al verlo he sentido muchísimas cosas, y he notado que no lo he olvidado en lo mínimo. Su mirada sigue causando en mi todo lo que causaba hace cuatro malditos años.

Decido dejarlos intimidad así que bajo al piso donde está el salón.

Comienzo a pensar y pensar, quizás deba de buscar otra familia. ¿Cómo narices voy a vivir con Colin? Después de todo lo que hemos pasado creo que se me va a hacer imposible.

Después de varios minutos Colin baja por las escaleras, lo miro de arriba a abajo y veo que se ha cambiado de ropa.

-Ven al despacho.-lo miro elevando una ceja y él entra en el mismo despacho que entré yo esta mañana.

Suspiro cerrando los ojos y me levanto del sofá, camino hacia el despacho y me siento donde la otra vez.

-¿Qué?-pregunto intentado no mirarlo.

-Vamos a hablar tranquilamente, ¿está bien? Como dos personas normales.-asiento con la cabeza y él se aclara la garganta.-No se por donde empezar.-dice en un suspiro.

Por fin de vuelta [EPEMN#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora