eróticamente enamorada

Capítulo XIX

GUSTAVE POP

Annie se había ido enfadada al escuchar que Alicia vendría a mi estancia y me tumbé en el sofá a pensar, era difusa su manera de hacer las cosas, realmente no entendía que pretendía al llegar a mi casa y decirme que me extrañaba... Además ni siquiera sabía si había terminado con el imbécil de Neil. Dios, tenía que controlar terminantemente mis ansiadas ganas de golpearlo por haberme quitado a mi chica, creer que pudo tenerla entre sus brazos me fastidiaba demasiado, a pesar de que él fue su primer novio, ella había sentido cosas reales y sinceras a mi lado. Annie era mi chica. Y en estos momentos me preocupaba la forma en la que se marchó.
Mientras esperaba a Alicia en casa, encendí mi móvil y pulse play a la música, comenzó a sonar I won't give up, Sonreí, quizá el destino quería darme un mensaje.

*******
Desperté sobresaltado al escuchar el móvil y me di cuenta de que era pasado el mediodía, no sabía en qué momento me había dormido. Pero al parecer a Logan no le importaba eso.
- ¿Tanto me extrañas que no soportas que te ignore?
- Idiota.- se oyó de Clarie al otro lado, pero esta vez era desesperada y temblorosa.- ¿Qué le has hecho a Annie?
Grandioso.
- ¿Por qué estás así? Annie vino a casa y yo no quise oír sus explicacio...
- ¡Annie tuvo un accidente, estúpido!- comenzó a sollozar.- Sabía que su loca idea de ir a buscarte no iba a terminar bien y mira... No puedo creer lo que está sucediendo. Le ocurre algo más grave y tú seras el culpable, estarás muerto.
Y ya estaba muerto. Quería saber en dónde se encontraba, cómo había sucedido pero Clarie ya había colgado. Mi mundo se había derrumbado en tan solo unos segundos, en esos que duró la llamada.
Me apresuré en tomar algunas cosas para ir en busca de ella, marqué a Clarie y a Logan pero ambos móviles estaban apagados. Arranqué el coche furioso sin una dirección clara y me dirigí al hospital más cercano. Al segundo. Tercero. Nada.
Annie no se encontraba en ninguno de los hospitales de la ciudad y eso me alteraba cada vez más, era mi culpa. Si tan sólo la hubiese escuchado o retenido en casa, no habría pasado esto. El cielo estaba empezando a teñirse de negro, aparqué frente a un bar y me dejé caer ante el volante, lágrimas comenzaron a desplazarse por mis mejillas y me sentía miserable al darme cuenta que fui un estúpido, ella había vuelto y lo arruiné. Todas las noches que soñé el momento de escuchar la voz de Annie frente a mí se habían vuelto realidad en otra situación, en otro momento y no tuve el valor para escucharla y enfrentar todo.

Salí del automóvil y me encaminé adentro del bar, pedí un par de tragos y me desmoroné poco a poco mientras pasaban las horas, horas en donde Annie podría estar situada en una habitación tétrica y anticuada sufriendo o teniendo la herida mas mínima en su cuerpo y yo aquí, sin poder hacer algo por su bienestar. Mi móvil sonó y tuve una leve esperanza de que podría ser alguien con una noticia sobre mi chica, pero esa fe se desvaneció al ver el nombre de Alicia en la pantalla.

- Hola.
- ¡Gus! ¿Dónde te encuentras? Estoy fuera de tu piso.
- Estoy en un bar, Alicia. No tengo ganas de ver a alguien. Lo siento.
- ¿Ocurre algo?
- Nada que pueda preocuparte a ti, por favor.
- Está bien pero, ¿no quieres siquiera beber conmigo?
Dudé, tal vez podría ser una buena idea, o al menos tenía a alguien que pudiera trasladarme a mi hogar.
- Está bien, te enviaré la dirección en un mensaje.- Comuniqué sin ánimos.
- Ok.

Al cabo de unos minutos ingresó Alicia con su despampanante cuerpo y sonreí; no porque estaba exageradamente sexy con el atuendo que traía, sino porque me hacia recordar que Annie no necesitaba llevar un escote o sus largas piernas desnudas para causar sensaciones en mí, de esas... Uau.
Nos saludamos y entablamos una conversación sin sentido para mí, bebí innumerables copas de alcohol hasta que todo me daba vueltas, emborrachándome y sólo podía pronunciar el nombre de la mujer que estaba prácticamente desaparecida y me tenía loco.
Oí decir a Alicia que debíamos irnos porque éramos los únicos allí y yo la seguí detrás, nos Introdujimos en su automóvil y en algunas ocasiones me acariciaba, estaba tan borracho que no me molesté en apartarla. Llegamos a mi estancia y en la entrada me besó, un beso lleno de deseo y lujuria de parte de ella, se lo respondí y producto del alcohol y su cuerpo comencé a excitarme, lo siguiente fue el sexo. No recuerdo cómo fue posible que en mi estado pudiéramos follar, me sentía una mierda y lo peor es que el único pensamiento que tenía era el hermoso rostro de Annie. Sexo... Sexo con mi ex novia mientras la chica que amo está en algún lugar sufriendo por un accidente, por culpa de un idiota como yo.