Capítulo XXIX

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Una semana después.

Ingresar en la Universidad que tanto había deseado me hizo gritar de emoción.
Cuando comenté la noticia todos se alegraron y mis padres estaban orgullosos.

Me sentía tan feliz que rápidamente organicé todo lo relacionado con ello.
Boulevard era una ciudad hermosa y conseguí un apartamento acogedor próximo a la Universidad, con una vista maravillosa. Estaba emocionada por ingresar, sonará extraño y loco pero apenas había egresado y ya quería estudiar otra vez.
Sin embargo, el un lugar de mi corazón sentía cierta tristeza por mis amigos, me había acostumbrado a verlos todos los días como para ahora alejarme sin más. A pesar de visitarnos mutuamente y hablar todos los días-lo habíamos prometido- se sentiría raro.
Luego de ese caos, nos preocupamos de preparar todo para las últimas vacaciones juntos. Nos iríamos a una casa en la playa, propiedad de los padres de Logan y luego a Bothell.
Clarie, como siempre había invitado a su novio y dos chicos.
Genial. Pensé. Uno de ellos era homosexual y otro para mí, había comentado. De seguro querría estar con un chico.
No tenía noticias de Gustave desde nuestro baile, al parecer se lo había tragado la tierra y de cierta forma me alegré, sería bueno dejar de verle.

********
Estaba todo listo y mamá se había despedido innumerables veces suplicando que nos cuidáramos. Max junto a los chicos pasarían a recogernos en una furgoneta hippie y llegaríamos al anochecer.
- Annie, recuérdame, Max tiene mil puntos menos como novio por tardarse.
- Sólo se ha tardado dos minutos.
- Dos minutos en que pude haberme puesto más guapa.
Se veía lo suficientemente guapa como para dejar boquiabierto a todos los hombres de Seattle, a veces envidiaba su belleza, Clarie podría irse de fiesta, emborracharse y al otro día despertar espléndida.
Mientras pensaba en eso, Max llegó, subimos el equipaje y saludamos a los dos desconocidos que nos acompañarían. Estaba Mike, un chico alto, de cabello negro ondulado y sus ojos color ámbar. Por el aspecto que tenía iba muy seguido al gimnasio y tenía un acento italiano. Por su forma de mirar a Logan supuse que era de su propiedad.
Y también estaba Taylor, igual de alto, su cabello era castaño claro y sus ojos verdes, su piel tenía un leve bronceado por el sol de esta época y sus rasgos bien definidos. Su cuerpo reflejaba trabajo, similar al de Mike y bastante guapo.
Nos adentramos al tráfico y solté un suspiro, al fin podría descansar y despreocuparme de absolutamente todo. Objetivo: ser feliz en estos tres meses.

En el transcurso del viaje bromeamos, cantamos y gritamos como locos. Pude percibir en varias ocasiones como Mike observaba a Logan y éste se sonrojaba. Reía para mis adentros, Logan siempre nos criticaba por dejar a la vista el nerviosismo, sonrojándonos antes los chicos y ahora él estaba en esa posición y era incontrolable. ¿lo ves, amigo? Quise decirle, cosas como esas no se pueden controlar ni ocultar.
Mientras ellos se devoraban con la mirada, me centré en Taylor; era un estudiante de Boulevard, la Universidad llamada University Ka Action estaba centralizada en el estudio de las comunicaciones y otras cosas, él estudiaba para ser un guionista. Le gusta escribir, me susurró mi diosa interior y desde ese momento comenzamos a discutir cosas triviales sobre las letras, ahora sabía porque Clarie le había sugerido acompañarnos.
Guapo, simpático, educado y escritor. En algo debe fallar, ¡un chico así sólo existe en las novelas! Ese pensamiento me hizo sonreír.
Llegamos a la estancia, ordenamos todo y descansamos un momento antes de salir a cenar. Me duché, vestí y revisé mi móvil pensando si habría algún mensaje de Gustave, nada. Era difícil acostumbrarse a eso, a la ausencia de alguien de un momento a otro. Llamé a mamá para comentarle que estábamos en casa y Clarie golpeó la puerta.
- Adelante.
- Ya, cuéntame.
- Uno, dos, tres...
- Idiota, ¿qué te parece Taylor?
- divertido- me encogí de hombros.
- ¿Divertido?- dijo incrédula.
- Vale, es mono y escribe.
- ¡Lo sé! ¿no es sensacional? Es tan tú.
- Sé lo que estás pensando y ni lo sueñes.
- Sólo quiero que te olvides de quien ya sabes.
- Pero no necesito un chico para hacerlo, de hecho, necesito soledad. Sí.
- Como digas, al menos no le restriegues en la cara que no quieres nada con él. Le dije que estabas disponible.
- ¿Que hiciste qué?
- No te preocupes, es caballeroso. Es un buen chico, éste sí.- me guiñó el ojo y se marchó.
No me enfadaria esta vez, sólo quería diversión y la entrometida e imprudente de mi mejor amiga no lo cambiaría.
Entramos en un restaurante y comimos bacalao y ostras. La especialidad de allí.
El restaurante estaba a dos manzanas de la casa y decidimos caminar, para contaminar menos.
El lugar era amplio y tenía por todos lados barcos, peces tallados en madera y el olor a pescado embriagaba a cualquiera. Tenía un piso superior en donde se encontraba el bar y al terminar de comer, subimos a beber un rato. Clarie y Max no dejaban de decirse cursilería mientras que Logan y Mike comentaban bromas de homosexuales. Taylor me miraba de una forma muy particular y me hacía estremecer, intimidaba mucho. Intimidar. Maldita sea, Gustave.
- ¿Qué te pareció la cena?
- Deliciosa. Hacía mucho no degustaba el bacalao y las otras, guau.
- Ostras, son exquisitas.
- Comparto tu opinión.
- ¿Te apetece seguir comiendo?
- Me encantaría.
Bajamos y pedimos al camarero que nos llevara otro plato de ostras. Al cabo de unos minutos estábamos bebiendo y degustando de aquello.
Hicimos competencias de quien tragaba el tequila más de prisa y ya comenzaba a emborracharme. Por suerte no me preocupaba, Logan se había ahorrado esa sensación y estaba sobrio, él me conduciría a casa si no pudiese caminar.
**********
Estaba mareada y supuse que los chicos también, al ver como Clarie se tambaleaba. Sonreía como loca, en estos momentos era feliz. Mike le había confesado a Logan que deseaba besarle producto del alcohol y todos estallamos en carcajadas. Al otro día de seguro se moriría de vergüenza.
Estaba en silencio, sentada mientras veía a las personas bailar en la pequeña pista.
- Que concentrada te ves.- interrumpió Taylor.
- Sólo observo cómo se mueven con alcohol en las venas, si yo lo hiciera ahora no podría siquiera mover las caderas.
- Levántate.
- ¿Qué? ¿para qué?
Y sin responder me toma por la cintura y me conduce a la pista, ahogué un chillido y luego reí.
- ¡¿Qué haces?!
- Pues sólo quiero ver si realmente no puedes bailar borracha.
- Que no estoy borracha, ¿eh? Sólo tengo un poco alcohol dentro de mí.
- Claro, Annie. Ahora baila conmigo.
- Esta bien, pero sujétame que la música hace que el piso retumbe y se mueva.
En realidad se movía todo. No sólo el piso.
Taylor se aproximó y me tomó con fuerza por la cintura hasta quedar a centímetros de sus labios. El olor a diversos tragos se sentía combinado con su olor natural a menta y era sexy.
Aparté ese pensamiento rápidamente, no permitiría que el Alcohol me jugara una mala pasada y fuese en contra de lo que pienso, no sería como Gustave...
Pero, ¿qué importaba ahora? Él me había engañado, a pesar de todo lo que sentíamos y habíamos vivido. A la mierda todo.
Me dejé llevar por las canciones que sonaban en el pequeño espacio y me moví como si mi cuerpo estuviera lleno de electricidad. Reíamos y sentí que una alegría tan lejana me invadía poco a poco. Taylor no me había soltado y se lo agradecí, de pronto apartó un mechón de cabello de mi rostro y me miró a los ojos, en los suyos había prudencia y sentí que me preguntaba algo, no pude descubrir porque había visto eso y sin más me besó apasionadamente.

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¡Hola! Sólo quiero comentar que actualizaré dos capítulos más y acaba esta historia, la semana entrante estará terminada. Quiero agradecer cada comentario, cada voto y mensajes. Había terminado hace un par de días este capítulo pero preferí actualizar hoy porque es un día especial para mí ya que estoy de cumpleaños, sin embargo, un regalo para ustedes. ¡Os quiero!

eróticamente enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora