capítulo IX

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Nos separamos por la falta de aire y a medida que nuestras respiraciones de regularizaban nos mirábamos profundamente pero producto de eso permanecía un silencio incómodo, finalmente sonreímos y Gustave logró hablar

- Si crees que te dejaré sola esta noche para que aparezcan esos abusadores de los cuales te hablé y se aprovechen de esos labios que besan maravilloso, estás muy equivocada.- solté una carcajada y me tranquilicé al saber que le había gustado mi beso.

- Y si crees que yo dejaré que te quedes a cuidarme y corra el riesgo de que tú seas el abusador estás muy mal.- Sonreí y él me dió un casto beso en la comisura de los labios mientras susurraba sin alejarse de mi.

- Si ser un abusador me permitiera besar esta boca no dudaría en permanecer fugado y venir todas las noches por ti.

- En serio estoy considerando como opción llamar a la policía y acusarte.

- Vale, lo que menos quiero ahora es irme de aquí. - levantaba sus manos a modo de disculpa.

**********

Estábamos terminando nuestro trabajo cuando tocaron la puerta, me parecía extraño porque ya era tarde y mi madre había llamado para avisarme sobre su residencia en Clyde Hill. Cuando abrí la puerta y vi a Dylan, mi vecino que estaba parado delante de mí, no me causaba ni la más mínima sorpresa.

- Hola Annie, tú madre me acaba de llamar para pedirme que viniera a ver si estás bien.- gran consideración de ella, a pesar de haber estado con Neil mi madre siempre pensó que Dylan podría ser un gran partido para mí y ahora más que nunca no dejaba pasar alguna oportunidad para acercarlo.

- Pues como me ves, estoy perfectamente.

- Traje unas películas para pasar la noche.- tengo ganas de rodear los ojos pero no lo hago por educación, ¿piensa quedarse conmigo esta noche? Esta muy equivocado porque 1) no puedo dormirme tarde, mañana tengo clases 2) Gustave probablemente se quede conmigo 3) correría el riesgo de que se propasara.

- Lo lamento, Dylan estoy cansada y debo terminar un trabajo, buenas noches.- sonreí e iba a cerrar la puerta cuando él me detiene.

- Vamos Annie, será sólo una película, que sea un trato.- me sonrió, pero que insistente, pensé.

- Ya lo dije, tal vez otro día.

Y de pronto escuchamos unos ruidos que procedían de la cocina, «Gustave» dije en mi mente.

Dylan me miraba muy confuso.

- ¿Estás acompañada?

- Si, Clarie está conmigo haciendo el trabajo.

- ¡Annie! ¿podrías venir un momento?- mierda. Gustave.

- Al parecer Clarie cambió su tono de voz, tú madre no sabe que estás con otro chico y no soy yo ¿verdad?- «pues claro que no idiota, si lo sabe me matará y si se lo dices, yo te mataré a ti.»

- No, no lo sabe y si me disculpas debo irme, buenas noches.- cerré la puerta de golpe y me dirigí a la cocina, sonreí al darme cuenta de que Gustave estaba haciendo el papel de cocinero.

- ¿Pretendes conquistarme con tus dotes de cheff?

- Si tan sólo supiera cocinar algo más que macarrones.- los dos nos miramos y reímos.

- Venga, deja eso que tengo comida preparada en el microondas.

Mientras comíamos pensaba en Dylan, si habrá hablado con mi madre para llevarle el chisme de Gustave en mi casa y me preocupaba

- ¿Qué tanto piensas pequeña? A propósito, ¿con quién hablabas en la puerta?

- Mi vecino Dylan vino averiguar si estaba bien, mi madre le pidió el favor.

- Yo te veo muy bien... y muy guapa.

- Venía con la intención de quedarse, oyó tus ruidos y no le pareció buena idea saber que ya estaba con un chico.

- ¿Entiendes por qué debo quedarme? Tal vez es un abusador encubierto, no podremos descartar esa idea.

- Dudo que lo sea, más bien puede ser un vecino chismoso.

- Vecino chismoso o abusador muriéndose de ganas por besar a la chica del lado...- me mira pensativo y acariciándose la barbilla. - abusador es mas creyente, Annie.

**********

Logramos ordenar todo y estaba exahusta, Gustave lo notó y decidió ir a dormirnos ya. Entramos a mi habitación pero inmediatamente le pedí que se retirase para cambiarme.

Con pijama lucía muy ridícula y niña, Gustave tendrá que aguantarse la risa.

- Te pareces a mi hermana pequeña.- me miró y sonrió pero bajó la vista y se acarició la barbilla para disimular su sentido del humor. Le lancé un almohadón por haberse burlado y lo atrapó sin siquiera rozarle el rostro.

- Uau... que buen brazo Annie, pero dudo que seas más fuerte que este chico.- dijo irónico y se lanzó sobre mi haciéndome cosquillas que me produjeron ganas de hacer pis, me moví bajo su cuerpo para safarme y quedé a horcajadas. me sujetó de los brazos para que yo no pudiese atacarlo y me apretó junto a él atrapándome con un beso, mi corazón dio un vuelco. No me percaté del tiempo en que permanecimos besándonos pero puedo imaginar que fue un largo rato.

- Si sigues haciendo esto, haremos cualquier cosa menos dormir esta noche, señorita Hamilton.- me advirtió frunciendo el ceño y escondiendo una sonrisa.

- Ni lo pienses.

Me adentré al lavabo y cepillé mis dientes antes de irme a dormir y pensé sobre lo que había ocurrido hoy, aún me parecía extraño dormir con Gustave porque lo conocía desde hace muy poco y ni siquiera había dormido con un hombre en mi cuarto contando a Neil, de seguro él ya ha dormido con varias chicas. Salí del baño, entreabrí el edredón y me tumbé en la cama esperando a Gustave, que ingresó después de mí al labavo. Cuando salió se quitó los vaqueros y la camisa que lleva puesta, me sorprendí al ver que dormiría... así junto a mí.

- ¿Podrías... dormir con un poco más de ropa?

- Lo siento pequeña, pero así acostumbro a dormir, bueno, a veces lo hago desnudo, ¿te molestaría si...?- indicó sus boxers tratando de decirme lo que ya esperaba.

- Lo haces y lo primero que haré yo, será lanzarte por la ventana sin tener alguna consideración contigo.- fruncí el ceño, él sonrió irónicamente y luego soltó una carcajada.

- Tranquila que no lo haré, con tu advertencia sí que me asustaste.- eso me tranquilizó.

Se metió a la cama y me acarició el cabello, nuestros cuerpos sólo rozaban y eso es suficiente para erizarme la piel, aunque Gustave no pretendía tocarme, tampoco hizo esfuerzo alguno.

- Siendo sincero jamás pensé que podría estar a tu lado de esta forma.

- Créeme que tampoco yo, eres muy «chico guapo» para fijarte en mí.

- La segunda vez que nos vimos te dejé muy claro que me interesabas y Annie, eres muy hermosa no sé de que forma meterlo en esa cuadrada cabezota.- sus palabras me hacieron sonrojar, nos quedamos un momento en silencio y luego hablé

- Ésta fue nuestra segunda cita.

Con la oscuridad no logré ver su sonrisa pero aún así percibí que sonreía.

- Te lo dije, dije habrían más, ahora duerme, pequeña.-me besó dulcemente, unimos nuestras frentes y escuchamos ambas respiraciones que fueron el único sonido de la estrellada noche de Seattle, finalmente nos introducimos en un sueño profundo.

eróticamente enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora