Capitulo XXI

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GUSTAVE POP

Por fin Clarie encendió su teléfono y pude saber algo sobre Annie, había estado todo el maldito día llamándole. Luego de lo que ocurrió con Alicia le advertí que no hablara de nosotros porque fue un verdadero error y en realidad lo era. No había pretendido relacionarme con ella sexualmente cuando estábamos juntos y ahora menos, así que esperaba cumpliera su palabra.

Cuando pude hablar con >>mi chica<< me tranquilicé al saber que estaba bien y pude darme cuenta de que el tiempo que pasó sin saber nada de ella fue un martirio y además de eso, que Clarie sin duda era la mejor amiga que podría existir.

*******

En la madrugada no había logrado dormir absolutamente nada, las ansias de ver a Annie eran inmensas y sólo podía pensar en que la vería. La horas se me hacían eternas mientras esperaba que mi amiga llamara a mi móvil o tocara la puerta, hasta que por fin...

- Hola, mejor amiga.

- Hola, imbécil. Apresúrate porque el padre de Annie no se debe enterar que le has visto.

- ok, vámonos.

En el transcurso del viaje mi amiga me repitió innumerables veces que esta era la única oportunidad que tenía para solucionar todo y vaya que lo sabía. Annie no era de esas chicas a las cuales puede desilusionar y luego volver como si nada a disculparte, no, ella era totalmente distinta. Estaba preparado para escuchar todo lo que había ocurrido con Neil y también tenía bastantes preguntas sobre eso, solo esperaba que las cosas no empeoraran.

Llegamos a casa y Clarie me indicó donde se encontraba ella... Y ahí estaba, usando un vestido azul y el cabello húmedo como después de una ducha, Dios, quería hacerle el amor ahora mismo. Pero ya habría otro momento.

- Hola, Gustave. Siéntate.

- Claro, co... Jm, ¿cómo estás?- Joder, cálmate y concéntrate.

- Mejor, gracias.

- Me alegro mucho. Annie, quería pedirte disculpas por lo del otro día. Siento haber reaccionado de ese modo y el hecho de invitar a Alicia a casa sólo fue porque estaba furioso al tener que pensar en que estarías junto a Neil y ya te habrías olvidado de mí.

- Tranquilo, no debes darme explicaciones sobre eso. De todos modos eres libre de hacer lo que quieras.

- No quiero que me digas eso, esa frase no es la que esperaba que saliera de tu boca tan poco ordinaria.

- ¿Por qué lo dices?

- Porque esa expresión la utilizan las personas cobardes que prefieren dejarle el camino libre a otra debido a que no supieron cómo valorar su posición.

- Yo sí valoré mi posición.

- ¿Te parece que sí?

- Pues sí, la razón por la que lo dije fue porque te di la libertad para que eligieras a alguien y fueras feliz.

- Soy feliz contigo.

- Ya, es hora de que yo hable.

- ¿Eras feliz conmigo?

- Podemos dejar de hablar de eso y enfocarnos en aclarar las cosas, ¿no?

- respóndeme.

- Ahg, si, lo era.

- y si fue así, ¿por qué me dejaste por Neil?

- Porque me manipuló. Veras; en las distintas ocasiones que solíamos salir, él nos siguió u ordenó a alguien para que lo hiciera y nos fotografiara, luego me envió las fotos con una nota que decía que le enviaría las imágenes a mi madre advirtiéndole que eras un mal chico sin embargo podríamos llegar a un acuerdo.

- ¿Un acuerdo?

- si regresaba con él, quemaríamos juntos todas las fotografías.- A Annie se le comenzaron a cristalizar los ojos y percibí que lo siguiente que me diría no sería nada bueno.

- debí ir a su casa y estuve a punto de liarme con él para poder recuperarlas e impedir que mi madre no te odiara porque si lo hacía, ella... Ella me alejaría de ti, de mis amigos, me enviaría aquí y probablemente no volveríamos a vernos salvo cuando los visitara, si es que ella me lo permitía.

- Maldito imbécil, lo voy a matar.- Nunca en mi puta vida había sentido tanta ira, ese idiota me las iba a pagar por manipular a Annie y por alejarme de ella. Ah, y por intentar acostarse con ella.

Me levanté rápidamente para marcharme ahora mismo a Seattle y buscarlo donde fuera, no obstante, la chica que tenía allí me cogió el brazo y eso me lo impidió.

- No lo hagas, por favor.- ver su cara de preocupación fue suficiente para calmarme un poco, no debía reaccionar así por su estado, no lo debía golpear. Por ahora.

- Esta bien, pero sólo lo hago porque estás mal.- manifesté cortante.

- Yo solo lo hice porque no quería que mamá te odiara. Nunca deseé regresar con él y mucho menos sigo queriéndolo.

- Lo sé, cariño. Te conozco y sé que quieres lo mejor para todos, sin embargo debiste habérmelo dicho, habríamos buscado una solución juntos.

- No pensé en eso cuando lo hice, siento haberte hecho daño y causar que te marcharas aquí.

- No tienes por qué disculparte, yo fui el idiota.

- Ese día que fui a tu apartamento, ¿qué sucedió con Alicia?

Dudé un momento en decirle todo lo que había sucedido, ella me había confesado todo o la mayoría de lo que pasó y probablemente también debería haberlo hecho yo, pero no estaría dispuesto a perderla otra vez.- Nada, la invité porque necesitaba charlar con alguien y al enterarme de tu accidente fue de ayuda para que me llevara a casa cuando estaba borracho.

- ¿Borracho? Espera, ¿Te fuiste a emborrachar mientras me encontraba mal?

- Lo siento, pero intenté buscarte y llamé a los chicos para saber de ti pero nada funcionó.

- Ya, da igual- me miraba con el ceño fruncido.

- ¿Qué sucedió con las fotografías?

- Las incineré.

- Vaya, vaya. ¿Tan repugnante parezco?

- No, guardé las mejores.

- Eso es bueno.- sonreí perversamente y ella se sonrojó, adoro el efecto que tengo sobre ella con tan solo una mirada coquetona.

- Ahora bien, ¿con qué propósito fuiste a mi casa?

- Iba a explicarte todo lo que sucedía y a pedirte que me dieras otra oportunidad, que te quería en mi vida otra vez.

- ¿Aún quieres eso?

- No lo sé, siento que hemos perdido una parte importante de la confianza, porque me involucré con otra persona y no fui lo suficientemente franca para decirte y solucionar las cosas unidos, tú no me confesaste que todavía charlabas con la puta de Alicia y esto no te lo digo como un reproche.- por sus mejillas comenzaron a resbalar pequeñas lágrimas.- sencillamente es lo que siento, además tampoco sé si el cariño que nos unía aún permanezca de la misma forma o si ha disminuido con lo sucedido, yo...

- Te amo.- interrumpí.

Me observó en silencio y pude respirar profundo, sentía que me había liberado de algo muy grande, estuve mucho tiempo engañándome a mí mismo por el hecho de que no debía amar a nadie pero ya no podía más, amaba a Annie profundamente y debía decírselo.


NOTA:

Regalo de navidad chic@s, siento no haber actualizado, desde ahora lo hace todos los fines de semana, gracias por leer. <3



eróticamente enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora