Al llegar a casa, mi padre me recibió con un beso y muchos abrazos, estaba distinto a la última vez que lo vi; más veterano pero su radiante sonrisa persistía en su rostro. Ordené mis pertenencias en la habitación y nos dirigimos al centro de Bothell a cenar. Fuimos a visitar distintos lugares mientras nos poníamos al día hablando de nuestras vidas separadas; el hecho de haber cortado con Neil, mis calificaciones, de mamá y especialmente de mi historia –pequeña pero no inexistente- con Gustave, ah, y mi improvisado plan.
- Mamá no quiere que esté junto a él porque Neil le dijo que era un mal chico y no es así, si tan sólo lo conociera sería diferente su forma de pensar.
- Cariño, debes entenderla. Ella quiere lo mejor para ti.
- Lo sé, pero es injusto que crea más en un imbécil que en su hija.
- Dale tiempo, tal vez si tú y Gustave le demuestran con hechos que esos comentarios no son ciertos, podría cambiar de opinión, quien sabe. Por lo que me has contado es un buen chico, sin embargo debo conocerlo.
- Lo sé, ¡y cuando lo encuentre y lo conozcas verás que es el mejor de todos!- sonreí y le di un gran abrazo, papá podía ser muy comprensivo a veces.
Mientras nos encaminábamos a casa, recibí una mensaje de Logan con la dirección en donde se hospedaba Gustave y sonreí, un problema menos, mañana por la mañana iría en busca del chico intimidante y eso me emocionaba y asustaba.
*****
Al despertar el día estaba gris, ese tipo de clima me ponía triste, pero mis ganas de levantarme no se desvanecieron. Me incorporé rápidamente y cuando estaba lista un olor embriagador inundó la habitación principal, papá estaba cocinando y eso me hizo recordar cuando Gustave estaba cocinando en mi estancia, sonreí para mis adentros al pensar en ese día y me acerqué a papá para desayunar con él.
Mientras conducía mi nerviosismo iba en aumento y además de eso, millones de preguntas como ¿Qué dirá sobre esto? ¿Me perdonará? ¿Me entenderá? ¿Regresará conmigo? Se incrustaban en mi mente. Odiaba tener tantas preguntas y ninguna respuesta, sin embargo sólo podría obtenerlas de una forma. Cuando aparqué el coche me dirigí inmediatamente al piso y ya estaba fuera de la puerta de Gustave cuando comencé a dudar de estar allí, tal vez no me querría ver y por eso se habría venido de vacaciones, tal vez ni siquiera me escuche. Me giré para regresar al coche y me paré en seco, frente a mí estaba el chico intimidante junto a unas bolsas de supermercado, él estaba de la misma forma que yo; sorprendido e inmóvil.
- ¿Qu... qué estás haciendo aquí?
- Yo, yo venía a hablar contigo.
Me miró un segundo que pareció eterno y pasó por mi lado para abrir la puerta de su habitación.
- No creo que tengamos algo que hablar, la última vez que lo hicimos dejaste todo absolutamente claro.
- No lo hice, Gus. Necesito hablarte de muchas cosas.
- Está bien, adelante. Ah, una cosa, ¿Cómo conseguiste mi dirección?
- No fue tan difícil, sólo puedo decirte eso.
Entramos al apartamento y era espectacular, tenía ese estilo especial que caracterizaba a Gustave con el universo, era azul y muy acogedor. Nos sentamos en el living y lo observé detenidamente, estaba igual o más guapo que siempre.
- Te escucho.
- Sinceramente he estado planeando esto hace un par de días y me he imaginado aquí, hablándote pero en estos momentos estoy en blanco. Sé muy bien que no debería buscarte, pero no podía controlar mis ganas de tenerte en frente.
- ¿¡Es en serio!?- me interrumpió.- es lo menos que esperabas que me dijeras, me dejaste, volviste con tu estúpido ex novio y he tenido que esforzarme muchísimo para olvidarte, ¿y me buscas para decirme que de alguna forma extrañas verme? Eso es tan patético.
- Gustave, déjame explicarte todo, esto...
- No, espera. El hecho de que esté enamorado de ti no significa que podrás venir aquí y decirme cursilerías luego de haberme dañado, no soy tan estúpido para permitir que juegues con mis sentimientos y te sientas con la autoridad de hacer lo que quieras sin pensar en mí, si crees que por eso voy a perdonarte estás muy equivocada. Realmente me sorprende de ti este tipo de cosas, jugaste conmigo ¿recuerdas? Me dijiste que me querías y todo fue una mentira, fuiste egoísta y cruel. Creía que eras diferente, Annie, creía que podíamos formar algo, que nuestro amor era distinto al de todas las típicas parejas que vez en la calle. Pero estaba errado, no eres más que una simple chica que seduce a los hombres cuando siente que necesita amor luego de cortar una relación.
No soportaba escuchar sus palabras sin derramar lágrimas, me dolía en lo más profundo de mí porque esto era malditamente cierto y porque me lo decía él y mirándome fijamente a los ojos.
- Ahora no llores, porque dudo completamente de ti y no quiero... -El móvil lo interrumpió y al ver la pantalla su expresión cambió.- Hola, Alicia. Perfecto, me alegra que vengas de visita. Ok, te espero en el piso a las tres.
Mis emociones cambiaron de tristeza a furia a la velocidad de la luz. Alicia no había desechado la oportunidad que tenía de engatusar a Gustave ahora que estaba sólo y él tampoco la ignoró, eso sí que me partió el corazón. Enfurecida y con mis mejillas húmedas de lágrimas me levanté y salí rápidamente de allí, esperaba que él me detuviera, pero no lo hizo y lo entendí.
Bajé las escaleras acelerada y me subí al automóvil, en el camino repasé lo que me había dicho y la mayoría de eso era cierto, era mala y patética, pero sí él me hubiese dejado explicarle al menos podría haber pensado un poco en lo que yo sentía porque en eso estaba equivocado; yo lo amaba, mi amor por él era sincero y lo que hice fue por eso mismo, por el amor que sentía. Tenía ganas de gritar, de no existir más, cuando quería algo lo dañaba y no sabía repararlo nuevamente, ahora estaría con la desagradable de Alicia y no pensaría en mí, esa era su forma de desquitarse; estando con ella y restregármelo en la cara para que me doliera. Estaba tan enfocada en mis pensamientos y mi furia que no percibí el semáforo de color rojo en la vía y lo siguiente a eso fue un golpe en la frente con el volante, sentí un pitido en el oído y un fuerte dolor de cabeza, tenía un sabor metálico en mi boca y el labio inferior húmedo, tal vez era sangre, no lo sé porque poco a poco fui cerrando los ojos y todo se tornó oscuro.
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eróticamente enamorada
Romance¿Annie se siente atada al amor que siente por Neil ó al placer sexual que le causa Gustave?