Aún no podía creerlo, la madre de mi mejor amigo había fallecido, esa noticia simplemente me había partido el alma, aunque Cris y yo teníamos muy poco tiempo de amistad, lo consideraba como un hermano, y el saber que su padre había fallecido era algo que me entristecía pero ahora su madre también se marcho, se quedó solo, con su hermano. Hoy en la noche el viajaría a Caracas, trasladaran el cuerpo de su madre y allá será cremada, fue su ultima voluntad, aún no se que pasara con Cris, ya será cuestión de que su hermano decida si quedarse en la Ciudad o mudarse de nuevo a Caracas.
Al llegar a mi casa todos estaban dormidos, subí a mi habitación y me desvestí, tome una ducha y me acosté a dormir, aunque me costaba un poco ya que no se me salía de la cabeza el beso con Camila, pero al mismo tiempo la fatal noticia de mi amigo me deprimía.
Desperté temprano, hice las habituales cosas matutinas y me dispuse a escoger que vestir, es lo único a lo que realmente le pongo cuidado. Esta vez me decidí por algo más simple, tome unos jeans sueltos que tienen varios rotos en las rodillas, una franela vinotinto algo ajustada, unas botas marrones desgastadas y un sombrero negro, a los jeans le hice unos ruedos y ya estaba listo.
Baje a desayunar, esta vez el ambiente estaba menos tenso, mi madre estaba más amable y preparo un desayuno bastante rico. Mientras desayunábamos decidí contarle lo que había ocurrido con Cris.
-Mamá, tengo que comentarte algo- dije en tono entre cortado.
-¿Que ocurre?- preguntó preocupada.
-La madre de Cristofer- hice una pausa. -falleció- respondí.
-¿Que? ¿como? pobre muchacho, debe estar sufriendo mucho- contestó con una mirada triste.
- Su madre tuvo un infarto ayer por la tarde, estuvo en terapia intensiva, y no sobrevivió, ahorita esta en Caracas con su hermano, no se si se va a quedar allá, o volverá a la isla- respondí.
- Que terrible- exclamó-. - Si podemos apoyarlo en algo, no dudes en decírselo Santi- agregó.
-Esta bien mamá- finalice.
Termine de comer, y me fui a esperar el autobús, era raro estar ahí y que no estuviese Cris, ya me había acostumbrado a pasar la mayor parte de mi tiempo con mi amigo.
Hoy volvería a ver a Camila, lo que había ocurrido ayer me rondaba aun por la mente, ya había dado un gran paso con ella solo con el hecho de que tuvimos una cita, y ahora aun más que me beso.
Llego el autobús, subí y me senté en el habitual puesto que tomaba todos los días y me dispuse a esperar. El autobús hizo su penúltima parada y ahí venia ella, tan hermosa como siempre, con unos jeans negros, junto a un hermoso sweater color hueso, unas botas mates vinotinto, y su cabello alborotado hacia un lado, se veía perfecta. Comenzó a caminar por el pasillo hasta que me vio, y se dirigió hacia mi con una sonrisa disimulada. Se sentó en el asiento que estaba al lado mío.
-Buenos días Santi- comentó saludándome con un beso en la mejilla.
-Buenos días Camila, ¿cómo estás?- respondí alegremente.
-Bien ¿y tú?- preguntó con una sonrisa.
-Me alegro, yo genial - afirmé.
-¿y eso que no estas con Cristofer?- preguntó curiosa.
- Oh, es que el.. el tuvo un problema familiar y tuvo que viajar- contesté.
-No puedo decirle a nadie que su madre falleció es algo personal de el- pensé.
-Que mal, espero que todo se resuelva- respondió preocupada.
-Esperemos que si- respondí.
Llegamos al colegio y nos sentamos cerca, casi que juntos, que no estuviese Cris me hizo recordar que no le he vuelo a ver la cara a Francisco en varios días, ojala se haya ido del colegio, no soporto a ese idiota.
La clase culmino el día se me había pasado bastante rápido. Pasamos el receso hablando y riendo de cosas estúpidas y la mitad de la clase ignorando a los profesores. Terminando las clases yo tenia que irme a entrenar, y ella a su practica de ballet.
- Nos vemos mañana Cami- la observe a los ojos, me acerque a ella, subí su mentón hasta que nuestros labios quedaron a un par de centímetros de distancia y la bese.
Esta vez el beso fue algo más intenso que el anterior, con una mano sujetaba su cabello mientras que con la otra la tome por la cintura, nuestros labios se rozaban lentamente mientras mi cuerpo ardía. Se fue alejando un poco hasta que nuestro beso finalizó. Sus mejillas estaban de un color rojizo que contrastaba claramente contra su tez blanca y supuse que yo también ya que mis mejillas me quemaban.
-Debo irme Santi- dijo algo apenada.
Se acerco a mi, me dio un beso casto y se fue.
-Esto debe ser un sueño- pensé suspirando.
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Modelos de papel. #Wattys2016
Подростковая литератураDesde que llegas a este mundo todos tienen ciertas esperanzas en base a ti, ya inconscientemente sin haberlo planeado tienes un patrón ¨correcto¨ de proceder, incluso pensar, o aún peor sentir... ¿qué ocurre cuando echas a un lado todas estas norma...