Modelos de papel. #Wattys2016

- Nueva rutina -

Mi árbol genealógico es algo extenso si les soy sincero, somos una familia algo grande, y aunque vivamos en distintos estados aún así somos muy unidos, básicamente mi madre tiene 8 hermanas, y 3 hermanos mientras que por parte de mi padre tengo 4 tíos y dos tías, sin contar a todos mis primos. La mayoría de mis parientes viven en zonas más sencillas o alejadas de la ciudad, como pueblos o campos, y solo dos de ellos viven en zonas más urbanas, casualmente ambos son mis favoritos por alguna razón..

  A diferencia de ellos yo también vivo en una ciudad o bueno, algo por el estilo ya que si les soy franco para mi la isla en donde nací es un simple pueblo con algunos centros comerciales y edificios, pero ya que mi madre parece estar conforme aquí, trato de no mostrar mi desagrado para no incomodarla.

  Mi relación con mis padres siempre fue magnifica desde que tengo memoria, sin duda hemos sido muy unidos y hemos sabido como complementarnos estupendamente; mi madre es ama de casa y un poco exagerada con el tema de la limpieza, mi padre trabaja en una compañía de bienes y raíces, es muy responsable pero tiene un carácter algo delicado, mi hermana menor se llama Celeste, apenas tiene 13 añitos, aunque es bastante adelantada para su edad. 

  Por cierto yo me llamo Santiago Viscaino soy un chico común de 16 años, trigueño pero muy bronceado por el sol, con ojos marrones claros y una mirada inexpresiva, soy un poco alto, con el cabello castaño, pero que por el salitre de la playa y el sol fue tomando reflejos naranjas y rubios de forma natural, si fuese por mi seria de otros colores, sin embargo a mi madre no le parece apropiado para un hombre así que me limito a dejarlo como esta, en fin, soy algo delgado pero fibroso, gracias a que nado constantemente, si no fuese por eso ahorita estuviese rodando sobre mi propio eje, y además me veo muy poco atractivo frente al espejo honestamente, quizá por esa razón soy tan poco social, soy un chico bastante tímido y las pocas amistades que tengo son chicas ya que con los chicos por alguna extraña razón me siento algo incomodo y siempre me etiquetan de raro, por eso en la mayor parte de el tiempo prefiero apartarme un poco, sacar mis audífonos, tomar mi libreta un par de lápices y comenzar a dibujar en la esquina al final de el aula de clases incluso en las horas libres y recesos.

  Estoy cursando el bachillerato aún, acabo de pasar a cuarto año, por lo general todo el mundo se emociona con esta clase de cosas a mi sin embargo me tiene sin cuidado, y si les soy más sincero me causa un poco de miedo saber que estaré en un salón de clases con personas nuevas, profesores que no conocía, y un nuevo color de chemise, que según mi madre significa mas responsabilidades y un cambio para mi vida. 

 El primer día llegue mas nervioso de lo habitual ya que por lo general no he entrado al colegio cuando ya un idiota con ínfulas de machote esta molestándome, sin embargo trate de actuar desapercibido y conseguir rápidamente a una persona conocida con lo que no pudiese sentirme tan vulnerable, al final termine sentado en una mesa con el mismo grupito de chicas con las que a veces platicaba, pero para variar no decía nada, y si hacia un comentario primero lo pensaba una y otra vez para que no sonara mal o incluso me hiciera pasar un momento embarazoso, se me hacían mas fácil las cosas cuando la gente no notaban que estaba, prefería ser invisible.

  Suena la campana indicando que cada alumno debe entrar a su clase respectiva, pero como mi colegio es bastante incompetente, me toca revisar los listados impresos en papel reciclado que apenas se puede leer por la falta de tinta junto a las puertas de cada salón.

-¡Perfecto! me toca el salón justo al lado de la coordinación, y con el aire acondicionado dañado, que buen inicio.-replique hacia mi mismo en voz baja.

  Justo cuando voy entrando al aula de clases veo que la mayor parte de los pupitres están ya ocupados y solo quedaban puestos al frente del pizarrón, sin embargo uno de estos asientos estaba ocupado por un chico que me observo desde que entre hasta que me senté en un pupitre de por medio a el, su mirada me puso nervioso, de una forma intimidante, su postura era descuidada y su uniforme se encontraba desaliñado, tenia una mirada como de amargura ligada con desprecio, y estaba sentado de forma encorvada con las piernas estiradas de forma vulgar, realmente nunca paso por mi cabeza que ese muchacho extraño fuese a poner mi vida de cabeza en un abrir y cerrar de ojos, y no precisamente de forma positiva.