- Locas Ideas -

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Comencé a correr entre carcajadas hasta que tropecé y pegue la cara directo en la arena.

-¡Estas bien!- gritó Cris corriendo hacía mi.

-Lo estoy tranquilo- respondí levantándome y tratando de sacudírmela de todo el rostro.

Me tendió una mano y comenzó a sacudirme todo el cuerpo obteniendo un resultado inútil.

-Espera un momento- comenté mientras que corría hasta la orilla de la playa y me zambullía.

Salí del agua y caminé hasta donde se encontraba el sentado.

-¿Estas bien?- pregunté curioso al verlo tan distraído.

-Claro- respondió con una sonrisa.

-¿Seguro? ¿te quieres ir ya o nos quedamos otra hora?- pregunté con una sonriente.

-No es eso, es que me duele un poco el estomago- respondió.

-Debes tener hambre- dije mientras lo miraba tiernamente. -Vamos- ordené levantándome de la arena.

-A-a donde- balbució confundido.

-A comer, y no quiero un no por respuesta- dije en tono autoritario.

-Pero..-

-Eh eh eh- lo interrumpí tomando su mano.

Caminamos hacia un puesto de comida cercano, y ya que estaba vació ya habían algunas empanadas hechas y tibias, debo confesar que detesto la comida que esta muy caliente no sé como hay personas que pueden comerse algo que esta prácticamente hirviendo.

-Buenos días- saludé a la señora cortésmente. -Me da una de..- hice una pausa y observe a Cris esperando su respuesta.

-De queso- respondió con una sonrisa.

-Por favor- agregué.- y una de cazón- volví a hablar.

La morena señora nos dio lo que pedimos amablemente. Pude darme cuenta que sus manos se encontraban muy maltratadas y con marcas de quemaduras, lo cual me dio algo de sentimiento y compasión; comencé a detallarla, una mujer de unos cuarenta y cinco o cincuenta años, que se veía mucho mayor, con su cabello canoso metido de forma desordenada y brusca en una gorra amarilla, y su vestimenta estaba compuesta por una camisa bastante envejecida y llena de pequeños huecos por doquier, un delantal de color azul obscuro y un short de jean algo desgastado.

-Muchas gracias Santi- dijo Cristofer devolviendo me a la realidad.

-¿Quieres otra ?- pregunté sonriendo al ver que ya se la había devorado.

-No tranquilo ya estoy lleno- mintió.

-Otra de queso por favor- me dirigí a la señora ignorándolo.

Le di la empanada a Cris quien me miraba tímido y sonrojado.

Me comí otra deliciosa empanada yo también y volví a preguntarle que si tenía más hambre, el ya se encontraba satisfecho y se podía notar en su sonrisa. Pague por el desayuno y nos devolvimos a la playa.

-Muchas gracias Santi- agradeció acariciando mi brazo.

-No te preocupes - respondí dándole un beso en la frente.

Volvimos a la orilla de la playa y pasamos un buen rato hablando de muchas cosas a la vez, de lo que pensábamos, queríamos y sentíamos, podía describirse como si nos estábamos conociendo de nuevo, fue realmente especial.

Pasó un buen rato y volví a donde estaban nuestras cosas y al ver la hora me sorprendí, eran las 11:30 am, el tiempo había pasado demasiado rápido, le hice una seña a Cris para viniese. Ambos volvimos a bañarnos y cambiarnos para regresar a casa. Durante el camino no hablamos, solo nos tomamos de las manos, y disfrutamos el silencio del viaje.

Al llegar Cristofer insistió en pagar la mitad del taxi, a lo que me negué pero al final acepte.

-llegamos una hora antes de lo que se suponía- comentó al bajarnos del carro.

-Si, afirme, se supone que ¨saldríamos¨ del colegio a la una - alegué.

-¿Quieres venir a mi casa mientras pasa la hora?- ofreció sonriendo.

-Suena estupendo- respondí formando una sonrisa.

Fuimos a su casa, dejamos las cosas en la sala y subimos a su habitación.

-Me ducharé para sacarme la arena y después vas tu ¿va? para que no llegues tu casa todo lleno de arena y tu mama se de cuenta- sugirió.

-Esta bien- respondí tomándolo por el brazo y pegándolo a mi.

Uní mis labios a los suyos haciendo que el beso poco a poco se volviese más apasionado, mi lengua entro buscando espacio en su boca y mis manos acariciaban su cintura suavemente. Rompí el beso sutilmente.

-Anda a ducharte- dije sonriendo.

El solo asintió, tomó una toalla y se fue.

Me senté en la cama y comencé a fantasiar un poco. Impulsivamente me levante y me quite toda la ropa dejándola en el suelo. Camine desnudo por el pasillo hasta llegar a la puerta y la abrí, podía verse una cortina verde y se escuchaba el sonido del agua cayendo con abundancia, camine sigilosamente hasta ella abriéndola lentamente. Entre con cuidado sintiendo el húmedo piso, Cris se encontraba de espalda viendo hacia la pared enjabonándose los hombros.

Lo detalle lentamente, el agua recorría su blanca espalda bajando por su pequeña cintura hasta llegar a sus aún más blancas, redondas y carnosas nalgas.

Camine hasta el apoyando mi cuerpo al suyo y sintiendo su calor corporal, lo cual produjo en el un pequeño sobre salto, pase mi brazo por su cadera apoyándolo en su afeitada pelvis y jalándolo para que se pegase aún más a mi cuerpo.

-¿Te ayudo con eso?- pregunté susurrándole al oído.  



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Bueno chicos, las cosas se han ido poniendo un poco intensas haha, lamentablemente no había podido escribir, estuve de viaje, no estaba motivado etc, pero aún faltan muchas más sorpresas entre estos dos amigos, que ya no son tan amigos, muchísimas gracias a las personas que me leen y me dan sus votos, es algo muy lindo y motivante de verdad. 

Espero que les haya gustado este capítulo, nos vemos el Sábado, que tengan una exitosa semana<3






Modelos de papel. #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora