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[~17] 2T

In the Dark.

Salí de el baño con las manos en la cara, mientras que Dani me tocaba la espalda, yo, sollozaba en silencio. Siempre tiene que haber putas por delante nuestra, ¿no podemos estar un puto dia bien? . Y si no es precisamente eso..Y si el destino no quiere que estemos juntos..¿para que coño nos une?.. No estamos echos para amarnos.

Cupido, esta vez, no has acertado.

Coloco mi mochila en mi hombro derecho. Ando solitaria, acompañada de mi soledad diambulando por las calles hasta llegar a mi casa. La puerta se abre, dejando ver a un grupo de chicos reir en el salon de estar. Bufo y entro a la cocina, suelto un grito de frustración al ver que no han recogido la mesa.

-Ross, ¿por que no has regido la mesa?.

Grito desde la cocina y no obtengo respuesta. Gilipollas.

Saco mis macarrones del frigorífico, los meto al microndas y como . Friego los platos y voy directamente al salon. Mi mandíbula cae al suelo cuando veo a cienco chicos que joder uff uff veo a Ross con un rostro divertido y le saco mi dedo medio.

-Nenico, corre a fregar.

Sonrio y el rueda los ojos.

-Habras querido decir..dios mio, Ross te amo por traerme tios tan buenos a casa.

Dice imitando una voz aguda, umh, fallo. Entonces me vuelvo y pego una carcajada.

-Eso tambíen.

Digo guiñandole un ojo a los chicos a su alrededor. El suelta un bufido y yo niego con la cabeza.

-Gracias guapetona.

Dice un chico de pelo moreno y ojos azules, nunca lo había visto. Umh, raro.

Mi hermanito del alma le da un codazo y el rie, no sin antes echarme un último vistazo.

Subo a mi cuarto y me siento en la orilla de la cama, apoyando mi cabeza en mis brazos. Suspiro y miro al techo. Todavía no me creo que Jesus me haya echo eso. Una fría lágrima cae sobre mi rostro, obligandome a cerrar los ojos con fuerza.

**************

Se está haciendo de noche, el sol ya ha echo su turno. Las calles están con las farolas encendidas, aunque apenas hay sol. Quiero volver a los viejos tiempos, esos que paseaba yo por las calles completamente sola, esos que nada me importaba.

Un aliento choca con mi nuca, me ruborizo y me volteo. Veo unos ojos cafés que me miran, penetrantes, intensos.

-Hola princeso.

Sonrio y le cojo la mano, jugueteando con sus pulseras.

-Hola princesa.

Me besa la cabeza. Sorio y levanto el mentón para poder mirarle a los ojos.

-¿Que haces tan solo a estas horas?.

Digo levantando una ceja y poniendo un brazo en jarra.

-Te debería de preguntar lo mismo a ti.

Dice poniendo una mano en jarra y yo suelto una carcajada, manteniendo mi papel de diva osea pio pio aja.

-Osea, tu flipas.

Digo moviendo la cabeza como lo suelen hacer las putas zorras guarras. Mira, ya tengo un nombre putizogu. Ogg me pone el nombre.