Dejo las bolsas del restaurante chino encima de la mesa. Charlotte se sienta a mi lado, con dos vasos, cubiertos y dos platos.
-Noche de chicas...-apoyo la espalda en el respaldo del sofá-. Llevamos tiempo sin hacerlas.
Charlotte se rie y dice:
-Ahora estás ocupada con un ricachón treintañero de cuerpo escandaloso.
Ese comentario... Me ha sonado tan mal...
-Suena raro... Parezco una de esas mujeres que de la noche a la mañana ocupan páginas de revistas para viejas chismosas.
La mirada de Charlotte se vuelve rara.
-Es que eres una de esas mujeres. Ahora solo hay fotos de ustedes en rinconcitos apartados o en coches, mientras os besais. ¡Ya no sois noticia!
-Muy típico.
Desenrollamos los rollitos de primavera. Abro el pollo y echo por encima salsa agridulce.
-Por cierto, el dinero que consiga mañana de lo que me va a dar Raily va a ser todo para facturas y pagos. Porque si se gasta eso no tendré más hasga que consiga trabajo.
-¿Y qué?-Charlotte prueba un poco de arroz y suelta una especie de gemido.
-Que no quiero que lo pagues tú todo.
-No seas tonta, sabes que puedo hacerlo hasta que consigas algo.
-No, no quiero.
-Daniel hizo bien en darle esa paliza, yo lo habría matado... hijo de puta.
Deja el tema, Charlotte. Ya lo hablamos antes y no quiero recordarlo.
-Déjalo. Hablemos de otra cosa, por favor. Esa noche la pasé fatal.
-Sí, ya me lo dijiste. Pero la pesadilla te sirvió para ver como Daniel cuida de tí.
Y me cuida tan bien. Su forma de abrazarme y consolarme.
-¿Te puedes creer que lo hecho muchísimo de menos?
Vuelve a reirse.
-Normal. Te estás acostumbrando a él. Y ahora no puedes vivir sin verlo.
-Mi vida ha cambiado tanto en tan poco tiempo. Si lo nuestro llega a más tendré una familia, por así decirlo.
Char frunce el ceño. ¿Qué he dicho?
-¿Cómo que si lo vuestro llega a más? Ya puedes decir que tienes una familia. Como se nota que es tu primera relación seria.
-¡Tú tampoco te quejes! Tampoco has tenido muchas.
-Pero las que he tenido han sido agradables y más o menos larguillas.
«Y cada vez que te dejaban teníamos reserva de helados y pañuelos por todas partes.»
-¿Qué pasó al final con tus jefes?
-Pues...-hace una pausa, tragando un poco de pollo. La comida está estupenda-. Algunos entendieron que no quisiera hacer nada de lo que me pedían. Otros decían que tenia que sacar tus trapos sucios. Pero no hice nada, ni pienso hacerlo.
-Gracias. De veras.
-Para eso estamos las amigas.
¿Amigas? Tú eres mi hermana, como mínimo.
-El otro día, Daniel me contó que su grupo preferido era Maroon 5. ¡Maroon 5! Osea, Adam Levine, mi amor platónico.
Las dos carcajeamos un poco. Dios... Adam Levine... Muero de amor.
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Quiéreme, por favor (Completa pero editando)
Romance¿Crees en el amor a primera vista? Alexandra Stan es una joven de veintisiete años muy conformista. Un duro revés en su pasado la ha obligado a convertirse en la mujer fuerte e independiente que es ahora, pero ha dejado atrás todos sus sueños: vive...