Capítulo 12

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Narra Nash:

Baje del avión con pesadez, no único que quería era llegar al hotel y dormir por un buen rato.

Camine tratando de no llamar la atención de nadie, llevaba la cabeza baja. Tome mis maletas y salí lo más rápido del aeropuerto posible, llame a un taxi y pedí que me llevara al hotel donde esperaba hospedarme. Mi mirada se quedo clavada en la ciudad, en las calles, en los autos, en las personas. Toda era diferente lo cual me asombraba, me sentía realmente bien al estar por fin tan cerca de mi familia, tengo tantas ganas de verlos, como nadie lo imagina.

— Gracias — Le susurre al taxista después de pagarle.

Tome mis maletas y me introduje dentro del hotel, no sin antes saludar al portero. Me acerqué con la recepcionista la cual me dio una sonrisa traviesa pero aterradora a la vez. No era para nada una chica fea, estaba simpática. Sus grandes ojos cafés me gustaron, pero aún así no eran los ojos que me quitaban el sueño todas las noches. 

Le di mi nombre y ella me dijo mi habitación y me dio la llave, le brinde una pequeña sonrisa en forma de agradecimiento.

— Oye espera — Me detuvo cuando estaba apunto de alejarme.

— ¿Si? — Pregunte.

— Se que no es de mi incumbencia pero... ¿Harás algo esta noche? — Pregunto mientras jugaba con su cabello.

No quería ser tan duro y decirle que no, tenia que inventar algo para que de esa forma ella se aleje mínimo por estos dos días. Aunque en realidad mañana por la mañana salgo a mi hogar.

— Si, es el cumpleaños de mi novia...

— Esta bien, no te preocupes, diviértete — Me interrumpió y se giró.

Extraña.

Las puertas del elevador se abrieron y yo entre con rapidez y puse el número del piso al que iba.

Llegue a mi habitación y lo primero que hice fue quitarme los zapatos y dejarme caer en la cama, estaba realmente cansado.

Mi celular comenzó a vibrar justo cuando sentía que por fin iba a descansar.

Taylor: ¡Hola!

Nash: Ahora no Tay, necesito descansar, lo siento.

Colgué y literalmente mi cabeza cayó en la cama al igual que mi celular, a penas cerré mis ojos y me quede dormido. 

Al levantarme vi la hora y eran justamente las 7:00pm, tenía ganas de salir y de dar un paseo por la ciudad. 

Entre a la ducha. Cuando termine decidí ponerme unos pantalones ajustados, botines negros y una chaqueta negra, debajo de esta llevaba una camisa gris. Seque mi cabello que ahora estaba más largo y tome mis cosas para salir del hotel. 

El ruido familiar de la ciudad inundo mis oídos lo cual me hizo sentir como en casa y me fue inevitable el sonreír. Comencé a caminar sin rumo alguno, tenía mis manos en mis bolsillos pues digamos que el invierno apenas estaba acabando. Me sentía libre y aliviado, pero no acompañado. Me sentía solo, en estas ocasiones deseaba a alguien con quien salir y tomarla de la mano sin importar lo que digan los demás. 

¿Quiero a Taylor? Si, pero es una "amor" muy diferente, ni siquiera creo que se le debería de llamar de tal manera. Es que ella y yo no somos el uno para el otro, estar a su lado no me provoca felicidad, no logro verla como algo más que amigos. El susurro de su voz no me provoca nada, sus besos no suelen provocarme ganas de más. Sus manos no suelen ser un imán para la mía. No me saca una sonrisa verla amanecer junto a mi, mis brazos no encajan al abrazarla. 

Simplemente no la amo.

Y duele que ella ni siquiera lo note.

Hice una mueca al escuchar aquellas palabras que salían en el interior de mi pero no eran más que la simple verdad. 

Seguí caminando por las calles heladas. 

  — Hola — Me acerque a un chico que estaba sentado en una banca. — ¿Te importa si me siento?— Pregunte.

  — No claro que no, adelante — Se hizo a un lado y siguió fumando.

Me quede en total silencio viendo a la gente pasar frente a mi. 

— ¿Gustas uno? — Pregunto el chico sacando un  cigarrillo. 

 Dude un poco viendo su mano extendida hacia mi, invitándome.

 — Si, gracias — Lo tome, y lo puse entre mis labios y después él saco un encendedor y lo prendió por mi y comencé a fumar. 

Nunca fui ni creo que lo seré de esos chicos ejemplares por que nunca suelo hacer lo correcto. 

— ¿Qué tal ha ido tu día? — Me pregunto. 

— Cansado, vengo de viaje ¿y el tuyo? — El chico debía de tener como mi edad.

— Como todos... Esperando a que algo maravilloso pase — Dijo con la mirada fija en la nada.

— Oh vamos amigo, no esperes lo maravilloso, haz que suceda —. 

— ¿Cuál es tu nombre? — Pregunto. 

— Nash Grier ¿qué hay del tuyo? — Pregunte mientras tiraba el humo fuera de mi. 

— Soy Ben — Intento sonreír. 

— Genial, Ben, y dime que es eso maravilloso que tanto esperas...

— Bien, digamos que hay una chica, una muy linda chica. La estado pretendiendo durante años pero siempre que esta a punto de suceder ella pone la excusa de que lo que estamos haciendo esta mal por que antes de mi ella tuvo algo muy confuso con un amigo cercano, pero nunca fueron nada. El punto es que sueño con que ella llegue y me diga que esta totalmente enamorada de mi tanto como yo de ella, y que quiere que ese algo suceda — Explico cada detalle como si nos conociéramos desde años, por lo cual al instante este chico me agradó. 

— Siempre habrán excusas pero si ella en verdad te quiere, las dejara atrás. Deberías de hablar con ella y decirle como te sientes, demuéstrale que jamas se arrepentirá de correr el riesgo al estar contigo. 

El solo asintió y dejo caer su espalda contra el respaldo de su banca. 

— Eres agradable, Nash — Tiro lo que le quedaba a su cigarrillo y lo piso. 

— Gracias, Ben, espero volvernos a ver — Me levante y el asintió. 

— Te paso mi numero para seguir en contacto — El se levanto junto a mi y saco su celular y yo imite su acto. 

Intercambiamos números y después un simple apretón de manos.

— Espero ese mensaje de "Sucedió ese algo entre ella y yo" — Dije mientras me alejaba y el solo soltó una pequeña risa. 

Una nueva y buena experiencia, escuchar el problema de un extraño. Mi estomago rugió y supe que debería de ir a un restaurante, y como hoy quería consentirme entre a uno un poco caro.

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Foto de Ben. 

#PrayForParis   


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