Despierto por un ruido que escucho. Me levanto de golpe, y veo a Evan revisando el librero de discos. Me ve con un disco de AC/DC en la mano.
-No quería despertarte.-
-¿Qué haces aquí?-
-Revisaba los discos. Y te veía dormir.- Lo dice como si fuera algo normal.
-Eso es aterrador.- Me levanto de la cama, y no me he quitado esta ropa desde que llegué. Me pongo mis Converse negros y me acerco a la puerta para bajar. Pero Evan se pone en ella obstruyendo el paso.
-¿Ahora qué?- Pregunto dando unos pasos atrás.
-Kurt está un tanto... Extraño.- Dice nervioso.
-¿Qué? ¿Por qué?-
-Deberías hablar tú con el. No quiere hablar con nosotros.-
-Bueno, estas tapándome el paso.-
-Estaré aquí.- Se quita y me observa salir. Evan me agrada muchísimo.
Bajo las escaleras y me encuentro con los tres sentados en el comedor de la cocina comiendo pasta. Kurt me ve con esos ojos azules que me encantan y se levanta de inmediato. Ni si quiera me da tiempo de saludar a Krist y a Dave, me toma de la muñeca y me saca de la casa. Abre las puertas de la camioneta, y yo me siento de copiloto a su lado. No arranca el coche, solo saca de su camisa café unas hojas de papel. Me las entrega y me presiona a leerlas. Lo hago en mi mente.
*Yo, Kurt Cobain, estoy vivo. Viví durante 17 años en Australia, en una casa pequeña de madera, aislado del mundo. Hace 4 años regrese aquí, a Aberdeen. Con mis compañeros de vida, Krist y Dave. Esto no es un anuncio, porque no pienso volver a ser la estrella de rock que fui hace 20 años. Simplemente quiero volver a vivir con normalidad. Sin miedo a salir a las calles, sin tener que cubrirme la cara. Y volver a sentir el viento y la música.*
Me quedo con la boca abierta al leer sus palabras, que son bastante fuertes teniendo en cuenta toda la historia que hay detrás de ellas.
-Es algo muy... Valiente de tu parte hacer algo así Kurt.-
-Bueno, supongo que se lo debo al mundo por haber fingido mi muerte.-
-¿Estás seguro? Podría cambiarte la vida totalmente.-
-Tu me impulsaste a hacerlo, tú me hiciste dar este paso. ¿Y sabes? Podría tener cosas muy malas, podría tener todo el odio del mundo, o todo lo contrario. Pero por lo menos podré salir a la calle sin una máscara, poder ir a comprar mi comida y cantar a todo pulmón.-
-Creo que está muy bien Kurt.- Le sonrío. Y pienso que quizás nunca debí haberme metido.
-Vas a ayudarme en esto, ¿cierto?- No sé porqué Kurt siempre huele a pan.
-Claro, es todo un honor.-
-Bien, esta tarde lo haremos.-
Me sonríe y bajamos del coche. Entramos a la casa, y Kurt parece ignorar a Krist y a Dave. Pero no quiero meterme más, porque ya suficiente metí mano en el asunto de Kurt y el mundo. Voy a la cocina y veo que hay una hoya con pasta caliente, así que me sirvo un poco en un plato verde y me la como allí mismo. Reviso mi celular y tengo varias llamadas perdidas de mi madre, mi hermano y un número desconocido. Trato de marcarle de vuelta, pero dice que está fuera del área del servicio. Los tres números aparecen así. En eso, Krist entra a la cocina.
-Hay una visita para ti en la puerta. Un tal Víctor.- Escupo la pasta que estaba comiendo.
-¿Qué?-
-¿Lo conoces?-
-Krist, es uno de los chicos que iba conmigo al concierto.-
-¿Es el?- Pregunta nervioso.
-Bueno es el único que conozco.-
-Ve a ver qué hace aquí.-
-¿Puedes quedarte cerca?-
-Claro.-
Los dos caminamos hacia la puerta, sólo que Krist se queda en un lugar en el que Víctor no puede verlo.
Abro la puerta, y sí. Efectivamente me encuentro con Víctor, el mismo del concierto de Dave y Krist. Me sonríe nervioso.
-¿Qué haces aquí?-
-Necesito que hablemos.- Dice serio.
-No voy a irme de aquí.-
-¿Qué pasa?- Dice confundido.
-¡Solo dime porque estás aquí!-
-Vine con tu mamá y tu hermano.- Se me cae el alma a los pies, y por un momento mi vista se nubla.
-¿Qué?-
-Vinimos desde ayer en la noche, se supone que no debería estar diciéndote esto, sino espiando para ver que estés bien y para ver qué es lo que haces.
-A ver a ver, ellos ni siquiera saben que existes. ¿Cómo me lo explicas?-
-Pues... Ana, Erick y yo te seguimos después del concierto y cuando regresaron del aeropuerto me ofrecí a ser el "espía". Solo para salvarte.-
-¿Salvarme de qué? Sólo ve y diles que estoy mejor que nunca.-
Trato de cerrar la puerta, pero pone su pie para evitar que lo haga.
-No me hagas esto.- Dice suplicante.
-¿Qué? Lo que haces está mal en muchas formas.-
-Vine aquí a verte.- Me río.
-Claro que no. Viniste a ver qué estoy haciendo con ellos.-
-¡No! Si fuera eso, Ana sería la que hubiera venido.-
-Pues aquí no puedes pasar.-
-¡Entonces sal conmigo!-
Busco la mirada de Krist en forma de ayuda. Descruza los brazos y se acerca a mi. Ve a Victor, pero el está inexpresivo.
-Eres muy buen actor.- Digo riéndome.
-No me hagas esto, por favor.-
-Ya. Solo pasa.- Dice Krist. Me hago a un lado para que pase, y como por instinto los tres nos sentamos en la sala.
-¿Dónde está mi familia?-
-Se quedaron en un hotel a unos cuantos kilómetros de aquí.-
-¿Y qué es lo que querías decirme?-
-¡Eso! Estás en peligro, están aquí. Mira mira, no sé porque chingados estás en esta casa, ni para qué te trajeron. Pero tú madre está dispuesta a poner cargos si no regresas en una semana.-
-Ese es mi asunto.-
-¿Por qué me tratas así?
-¿No lo entiendes? No quiere hablar contigo.- Dice una voz que no estaba en la conversación. Me sobresalto, pero descubro que es Evan, quien está parado atrás de mi.
-¿Tú quién eres?-
-Victor solo vete.- Digo rascándome la nuca.
-Bien. Pero yo te advertí, y si no vas a dejar que haga algo por ti, no insistiré. Me da gusto que estés bien.- Se levanta y se va dando un portazo. Evan camina un poco hacia nosotros, pero me levanto.
-Voy a hablar con Kurt.-
Evan me mira un poco con el ceño fruncido, pero me deja ir. Llego al salón de música, y Kurt está ahí examinando una guitarra y me ve entrar. Me siento en un banco frente a él.
-Tienes que hacerlo ya.-
-¿Por qué la prisa?-
-¿Te acuerdas lo que te dije cuando llegue? Que mi madre era capaz de venir. Bueno, pues está aquí.- Se ríe.
-Creo que si fui un poco descarado ayer en la noche.-
-Kurt ese no es mi punto, quiero verte mientras lo dices.-
-Hey, tranquila. No me vas a ver, lo vas a decir conmigo.- Se me cae el alma a los pies. Trato de ocultar mis emociones.
-Solo vámonos ya.-
Se levanta de su asiento y me hace una seña para que vayamos. Llama a Krist y a Dave, y cuando ve a Evan, también le dice que venga. Nos subimos todos al coche. Hay una guitarra nada más. Hace demasiado frío como para que alguien se vaya en la cajuela, así que esta vez Kurt maneja, Krist se va de copiloto, y en la parte de atrás estamos Evan, Dave y yo. Evan va en medio, y su rodilla está tocando la mía, al igual que su hombro.
-¿A dónde vamos?- Pregunta Dave.
-No hables.- Responde Kurt.
Nadie dice absolutamente nada en todo el camino, y de vez en cuando Evan y yo intercambiamos miradas a través del espejo del conductor, y sé que me sonrojo. Kurt se estaciona en un pequeño estacionamiento en lo que es el centro de Aberdeen. Nos indica que nos quedemos aquí, y el sube por un elevador.
-¿Qué hacemos aquí?- Me pregunta Dave.
-Tu solo espera y ve.- Le guiñó un ojo y niega con la cabeza sonriendo.
A los cinco minutos regresa Kurt con un chico de unos veinte años, quizás un poco más, que lleva cargando en su hombro una cámara. Nos hace una señal para que avancemos, y el centro de Aberdeen es un universo nuevo para mi.
Caminamos hacia el lugar que me parece el más turístico y concurrido de aquí. Kurt se para arriba de un banco, se quita los lentes obscuros y le hace una señal al hombre de la cámara. El hace unas cosa en su cámara.
-Estás al aire en todo el mundo en tres, dos...-
Kurt carraspea y me hace una seña para que me pare a su lado, así que me subo a la banca, y el comienza a hablar. Pero agrega algunas cosas.
-Yo, Kurt Cobain, estoy vivo. Viví durante 17 años en Australia, en una casa pequeña de madera, aislado del mundo. Hace 4 años regrese aquí, a Aberdeen. Con mis compañeros de vida, Krist y Dave. Esto no es un anuncio, porque no pienso volver a ser la estrella de rock que fui hace 20 años. Simplemente quiero volver a vivir con normalidad. Sin miedo a salir a las calles, sin tener que cubrirme la cara. Y volver a sentir el viento y la música. Esto... No hubiera sido capaz de decirlo nunca sin la motivación de esta niña, María. Y sin el apoyo y compañía de Krist, Dave y Evan.
Gracias a todos por su atención.-
-Estamos fuera.- Dice el hombre de la cámara.
-¿Funcionó?- Pregunta Kurt.
-Si, en todo el mundo.-
-¿Qué se supone que funcionó?- Pregunto.
-Esa cámara y ese micrófono interrumpieron todo lo que había en la TV, el radio y esas cosas para poner lo que acabo de decir. El mundo entero lo sabe ahora.-
-Felicidades Kurt, eres muy valiente.-
-No lo hubiera hecho sin ti.-
-No digas eso.-
-¿Sabes? Deberías acompañarme a un lugar que me gusta mucho, antes de que el mundo vuelva a encerrarme.- Dice riéndose.
-Vamos.-
Regresamos todos de vuelta a la camioneta, pero ahora maneja Krist, y Kurt le pide que nos deje a mi y a él en un lugar que está en medio de la carretera. Es como una pradera con un estanque cristalino en el medio. Evan se baja con nosotros. Y también la guitarra acústica. Caminamos los tres, y yo me siento de espaldas con Kurt. El está recargado en la mía y yo en la de él. Evan se sienta a una distancia considerable frente a mi. El silencio por un momento es absoluto, y la mirada de Evan es tan profunda y real, que me da escalofríos. Kurt me pasa la guitarra, y me pide que haga lo mío. Comienzo a tocar "Something in the way", y el canta con su melodiosa voz. Evan observa mis movimientos con las manos, mis ojos, y cuando ayudo a Kurt con algún coro, mis labios.
Este instante es maravilloso. Es perfecto. Kurt Cobain y yo, haciendo música juntos, en un lugar precioso, silencioso y diferente, con Evan en frente, mirándome, concentrado en mi, es como estar en una utopía.
Cantamos "Hurt" de Johnny Cash, algunas canciones de los Beatles y una versión de "Where did you sleep last night." Nos intercambiamos la guitarra, y los dos cantamos todas las canciones. Pero el momento es tan perfecto, tan increíble, que algo tenía que arruinarlo. Cómo no.
Un auto gris se estaciona en la carretera, a unos metros de nosotros. Pero seguimos cantando "Imagine" de John Lennon. Cuando veo que Evan me desvía la mirada, y voltea hacia el auto, dejo la guitarra y volteo. Se me cae el alma a los pies, se me corta la respiración y hasta creo soltar lo que parece un grito ahogado. Es mi mamá, mi hermano y Víctor. Se nos acercan como si nada estuviera pasando, y nosotros tres nos levantamos.
-¡Sabía que no debía confiar en ti!- Le grito a Víctor. Evan da un paso frente a mi.
-Hija me da gusto verte.- Me saluda mi madre.
-¡No! ¿Qué hacen aquí? No ha pasado ni una semana.-
-Soy la madre de María.- Dice ella saludando a Kurt. Kurt acepta su saludo de mano, pero no dice nada, solo sonríe forzado.
-¿Usted es?- No puedo creer que no se hayan dado cuenta, más cuando ya no es secreto.
-Soy Kurt. Kurt Cobain. Un gusto.-
Mi mamá parece impresionada, y mi hermano se burla. Estoy segura que cree que es un loco.
-Kurt Cobain se suicido hace 21 años. Estas loco.- Dice mi hermano.
-Quizás lo estoy un poco.-
Ellos siguen sin creer.
-Bueno, ¿¡QUÉ HACEN AQUI?!- Les grito.
-Vinimos por ti.- Sonríen.
-Oh, wuoh wuoh no. No me iré de aquí. Por nada. Nada. NADA.-
-Hija, no seas así.-
-Para empezar, ¿Por qué trajeron a este idiota?- Señaló a Victor, quien parece herido por lo que dije.
-Quizo ayudar.-
-¿Sabes? No me importa. Me quedaré aquí, nunca había estado tan espléndidamente bien. Es la primera vez que alguien me dice que tengo talento musical, y que además me ayuda a emprender ese sueño. Es la primera vez que me siento querida y aceptada por quién soy en un lugar. Y es la primera vez que alguien me mira sin juzgarme y que me trata como el ser humano que soy.-
Evan captó la indirecta, y sonríe un poco, pero para sí mismo.
-Tienes 14 años, no puedes quedarte. Tienes que acabar la escuela, tienes que vivir con tu familia y seguir creciendo. Nos vamos ya.-
-Señora no. Esta noche la invito a una cena, si quiere le damos un tour por la casa, lo que quiera, pero no se lleve a su hija.-
Mi madre abre la boca para hablar, pero la interrumpo.
-¡No Kurt! Ellos no tienes porque estar aquí.- Victor se acerca a mi y me toma de los hombros.
-Lo hacen por tu bien.- Dice descaradamente. Lo empujo con toda mi fuerza y cae al piso. Evan toma mis muñecas y se para frente a mi.
-Tranquilízate. No vamos a dejar que te vayas.- Dice penetrándome con su mirada. Está a sólo unos centímetros de mi.
-¿Tú quién carajos eres?- Pregunta Víctor levantándose del suelo. Evan ni suelta mis manos, pero si voltea la cabeza y mira a Víctor.
-Cállate Víctor.- Digo antes de que Evan pueda responder.
-No tienes que tratarme así.- Dice claramente enojado.
-Esta noche cenaremos, pero no está en discusión. Vas a regresar.- Dice mi madre.
-¡NO! ¡NO ME IRÉ DE AQUI!- Logro safarme de las manos de Evan y me aviento contra Victor. Lo vuelvo a tirar al suelo y lo tomo por el cuello.
-Esto es tu culpa, ¡ESTO ES POR TU MALDITA CULPA!- Digo entre dientes.
Kurt y Evan se acercan corriendo a mí y me quitan de encima. Kurt me ve con el ceño fruncido y toma uno de mis brazos para que no pueda escaparme. Evan voltea a verme serio. Con la misma expresión profunda de siempre, y después se vuelve hacia mi familia.
-Será mejor que se vayan. Nos veremos esta noche en la pizzería.- Dice Evan serio. Ellos se van sin decir nada más, y cuando el coche está lo suficientemente lejos, Kurt me suelta.
-Bien. Creo que es verdad eso de que todos tenemos un lado muy bestia.- Dice Kurt.
-No pueden dejar que me lleven. No quiero regresar. Quiero quedarme con ustedes.-
-No te preocupes, no lo vamos a permitir.- Dice Kurt.
-¿Y si no asistimos a la cena y nos escapamos?-
-No María, no es una opción. Tenemos que hacerlo bien.-
-Kurt por Dios. No lo vamos a lograr.-
-Oh, claro que si. Evan llama a Krist por favor.-
Evan saca un teléfono y comienza a marcar.
-Solo has todo lo que te diga y sígueme los pasos. ¿Está bien?- Me dice Kurt mientras Evan habla. Yo asiento.
Cuando Evan acaba, se acerca a mi y me mira serio. A veces pienso que Evan podría ser un asesino en serie, pero no hay nada más que hacer más que meterse en su mirada para descubrir que lo único que quiere es que alguien esté a su lado. Quizás él y yo nos miramos por un largo rato, porque Kurt carraspea incómodo y hace que los dos desviemos la vista. Los tres observamos un rato el horizonte, hasta que la camioneta de Krist se estaciona en el frente.
-Bien chicos, prepárense mentalmente y su mejor ropa para esta noche.- Los dos intercambiamos una mirada incomoda y nos subimos a la camioneta. Esta vez solo viene Krist. Kurt se sube de copiloto, y Evan y yo nos vamos atrás. En silencio. Preparándonos mentalmente para lo que pasará esta noche...
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Kurt Cobain está vivo.
Random¿Qué pasaría si Kurt Cobain siguiera vivo? ¿Qué pasaría si el secreto de que él sigue en este mundo, saliera al aire? ¿Qué pasaría si su música nos volviera a llenar?