Capitulo 22.

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*Narra Kurt.*
Despierto solo bajo un puente. Un maldito puente. Mi estómago se revuelve al recordar las frías noches que pasaba aquí cuando era un adolescente. Mi boca tiene un ligero sabor a sangre, y siento que mi cabeza va a reventar. Me faltan mis Converse, y él suéteres que traía puesto desde que me secuestraron. Aún me impresiona estar en pleno siglo veintiuno y que haya gente que te secuestre y te amenace de muerte si no transportas su maldita droga. Me estómago se revuelve al pensar que ahora tienen capturada a María. Pero tengo que enfocarme en regresar a casa, y no estar solo. Los chicos tendrán que ayudarme a buscarla y rescatarla. Dios, todo ha ido de mal en peor, y me odio por ser el causante de que estas cosas pasen.
No sé con exactitud en donde estoy, quizás son las afueras de Aberdeen, lo se por el ambiente deprimente y la lluvia que cae en mis hombros. Cuando estemos juntos de nuevo, tenemos que hacer un cambio radical. Las cosas no pueden seguir así, estas cosas no pueden seguir pasando. Todos merecemos algo mejor que estás chingaderas.
Camino sin un rumbo fijo, sólo quiero regresar a casa y encontrarme con todos allá y saber que estamos bien.
Camino quizás un poco más de dos horas, tengo demasiada hambre, y demasiada sed. Suelto un suspiro de alivio al ver el letrero de bienvenida de Aberdeen, él ya famoso letrero de "Come as you are". Quiere decir que no estoy lejos de casa, quizás unos veinte minutos o un poco más.  Como los he extrañado, a todos. A todo.
Golpeó con fuerza la puerta de la casa, se rompe un poco, la madera ya está vieja. Me abre Krist, tiene una cara de horror, y se ve terriblemente mal. Me da un abrazo, y me dice lo feliz que está de que yo esté bien y que haya regresado. Me pide explicaciones, pero lo interrumpo.
-Krist escucha, no podemos perder tiempo. Tienen a María.-
-¿Quiénes la tienen?-
-Dios Krist no hay tiempo de explicaciones, sólo metete a la jodida camioneta y vámonos.-
No reprocha, le grito a Dave y a Evan como un loco, y a pesar de sus muestras de afecto, los empujo fríamente para que también suban al auto. Parece que mi comportamiento les molesta un poco, pero no hablan, lo cual agradezco. Le doy las indicaciones de cómo llegar al mercado a Krist, y cuando llegamos y ve lo que es. Me mira con una expresión que no se descifrar.
-¿Es en serio, Cobain?- Dice golpeando el volante.
-Krist... Sólo... Relájate. Por favor. Te debo una explicación, pero ahora no.- Está enojado, y me asusta un poco.
Nos bajamos de la camioneta, y caminamos por los estrechos pasillos. Evan me presta su chamarra, que tiene un gorro que cubre la mitad de mi cara, y puedo sentir cosas clavándose en mis pies, pero no me importa, nada me importa. Quiero que los cinco volvamos a estar juntos, eso es todo...

Kurt Cobain está vivo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora