El nuevo disco de Nirvana.

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Kurt me cambió la jugada. No iremos a España. Vendrá una familia española a presentarnos un "plan" para un nuevo disco. No nos iremos los cinco en una camioneta a viajar en las carreteras. Sólo Kurt consiguió una casa para nosotros. No me quejo, espero que con esto estemos bien y podamos ser felices. Mi familia ha salido a cenar para dejarnos la casa sola. Kurt y Dave se fueron a comprar la cena, y Evan y Krist están abajo arreglando todo. Debería estar ayudándoles, pero no me siento bien. Estoy en la soledad de nuestra habitación. Nos hemos negado a tener cada uno habitación propia. Tenemos tan poco que nos da miedo perder lo poco que nos queda, que somos nosotros mismos. Saco de abajo de mi cama una botellita de Vodka que me ha vendido un hombre calvo. Me recuesto en el respaldo de mi cama, y comienzo a tomar. Veo la pared amarillenta que hay frente a mi, y para mí suerte, alguien abre la puerta. Volteo de inmediato un poco nerviosa, y es Kurt. Su cara se torna a disgusto en cuanto me ve.
-Me habías prometido algo.-
-Kurt pero...- Me interrumpe.
-No. Cállate y dame.- Me sorprende su respuesta. Pero me río y me relajo. Le paso la botellita y da tres grandes tragos.
-Tienes una entrevista de trabajo. No deberías beber.-
-Tienes quince años, no deberías beber.- Los dos reímos.
-Ya llegaron. Baja. Quizás podamos sacar un contrato.-
Asiento y vuelvo s meter la botellita en su lugar, a pesar de que Kurt niega con la cabeza. Me deja pasar a mí primero, y bajamos al comedor. Todo está muy bien arreglado, y de verdad pensé que habían salido a comprar comida, pero no. Ya está todo servido. Hay una botella de vino en el medio, y una familia sentada en la mesa. Es un poco extraño la situación, pero no me molesta. Kurt me presenta a todos los miembros de la familia, parecen felices. Una madre, un padre, y dos hermanas. Una de ellas, tiene más o menos mi edad, y se llama Andrea. Trae una camiseta de Nirvana, y parece muy buena onda. No veo a Evan por ningún lado, y he estado un poco separada de él estos últimos días. Lo extraño, y espero verlo y salir con el. Me siento en frente de Krist, y a mi lado Está Kurt y Andrea. Me acercó un poco a Kurt, y el acerca más su cabeza para que pueda susurrarle algo en el oído.
-¿Dónde está Evan?-
-Oh, espera, es lo mejor. Perdió una apuesta y es el mesero.- Me río.
Y así es. Evan llega con una charola metálica un plato enorme de lo que me parece que es un pavo relleno. Kurt se mueve un lugar, para que Evan pueda sentarse a mi lado, y los dos parecemos distantes. El pavo está delicioso, y felicito públicamente a Dave, que su comida suele ser horrible. La cena transcurre en pláticas de Kurt, más que nadie, y los padres de la familia hablando sobre un estudio de música, una disquera, contratos y todas esas cosas que me cuesta procesar.
-Sobramos en esta cena.- Dice Evan.
-VÁMONOS.- Le digo emocionada.
-Hay que decirles a ellas dos. Tampoco parecen muy felices.-
-Levántate.-
Me acerco a Kurt, y antes de que hable, pongo mis manos en sus hombros.
-Vamos a salir a dar una vuelta, no tardamos.-
-No. No van a salir.-
-Vamos al jardín.-
-Si me entero que salieron a la calle, juro que no volveré a dejarte sola.-
-No, Kurt.-
Invito a las dos hermanas, y Andrea es la única que accede a venir con nosotros. Salimos en silencio por la puerta trasera de la cocina hacia el amplio jardín. Hace un poco de frío, y Evan me presta una de sus quién sabe cuántas chamarras que trae puestas. Caminamos quizás unos cuarenta metros, y Andrea suelta un grito que hace que nos sobresaltemos.
-¿Qué pasa?- Le dice Evan un poco molesto.
-No puedo creerlo. Es Kurt... Lo admiro muchísimo, y... No puedo creer que estoy aquí con el...-
-Te entiendo tanto...- Le digo pensativa.
-¿Cómo...? Cómo lograste estar con ellos.-
-No lo sé. Todo fue tan rápido. Todavía no entiendo, pero créeme Andrea, es lo mejor que me pudo haber pasado.-
-Cuando salió al aire el vídeo que ellos hicieron en la playa, de verdad pensé que era una broma pesada de Krist y de Dave. ¿Por qué Kurt fingió su muerte?-
-Yo...-
-No es el mejor momento para hablar de ellos. De verdad que no. ¿Por qué no sólo hacemos algo?-
-¿Creen que sea muy mala idea pedirle un autógrafo y una foto?-
-No, al rato que acaben, vamos con el.-
Nos metemos los tres a la cabañita donde pasamos la Navidad, porque ahí no hace tanto frío como en el húmedo pasto. Los tres platicamos sobre Nirvana, y sobre música. Andrea resulta ser una increíble persona, y una gran admiradora del Rock. Después de una hora, más o menos. Le marco por teléfono a Kurt, y contesta al segundo tono.
-¿Estás bien?-
-Kurt, no seas paranoico. ¿Puedes venir? Estamos en la cabañita del jardín.-
-Me da flojera...-
-Tenemos un problema.-
-¿Qué?-
-La chimenea creció y se extendió.-
-¿La casa está quemada?- Dice asombrado.
-¿Qué? ¡No! Bueno, si, un poco. Necesitamos una manguera, o algo así.-
Me cuelga la llamada, y quince segundos después, la puerta se abre. Es Kurt, y ve lo poquito que se está quemando de la madera, y suspira.
-¿Me llamaste por eso?-
No digo más. La platica que tuvimos como Andrea, me llegó al corazón. De verdad soy afortunada de tenerlo, soy afortunada de toda esta situación, y me siento como si no lo estuviera aprovechando. Me levanto del sillón donde estoy sentada, y me aviento a sus brazos. Comienzo a llorar. Me siento egoísta por hacer esto en frente de Andrea, se las muchas ganas que tiene de acercarse a él, saludarlo personalmente y pedirle un autógrafo, pero no puedo evitarlo. Me aprieta contra él y acaricia mi cabello. Después de unos segundos que quiero que sean interminables, susurra en mi oído.
-¿Qué pasa?- Su voz suena cariñosa
-Es que... No. Nada Kurt.- Digo en sollozos.
-Al rato platicamos.-
Asiento aún en su pecho, y después me separo. Me seco las lagrimas con las mangas de la chamarra Evan, y me acerco a ellos. Le sonrío a Andrea, y con una seña le digo que se acerque a él. Me mira nerviosa, pero lo hace. Saluda a Kurt, y empieza a charlar con él sobre "Been a Son". Como estoy enamorada de esa canción...
Me siento al lado de Evan, y me enseña una foto en su celular. Es una foto del abrazo que acabo de darle a Kurt.
-Borra eso.-
-¿Qué? No. No es por burla, mira que bonita foto. Fue emotivo.-
-¿Te acuerdas cuando conocimos a Axl?-
-No me cambies el tema, ya te mandé la foto.-
-Siempre supe que era un patán, pero también creía que si un día lo conocía, valdría la pena que fuera así con tal de tener la oportunidad de decirle lo mucho que me gustan sus canciones.-
-¿Sabes qué? No le des vueltas al tema. No hay nada que puedas hacer por el.-
-Ya lo sé Evan, pero es una de las personas a las que más admiraba.-
-Olvídalo. Tienes a Kurt, vives con tu ídolo.-
-Lo sé, y es lo mejor que me podría haber pasado.-
En eso, Kurt se acerca a nosotros. Andrea se despide de los tres, y quedamos para salir con Krist, Dave y Kurt el próximo miércoles. O sea, en tres días. Es una chica muy agradable, y tal vez podamos formar una amistad.
-¿Y entonces? Qué pasó.- Pregunta Evan cuando Andrea se va.
-Pues, sacaremos un nuevo disco. No es gran cosa.-
-¿Qué no es gran cosa? Dios Kurt, por Dios. Vas a matarme.- Le grito.
-Y también haremos una gira para el disco.-
-Que locura.- Digo al borde de las lagrimas. Kurt se sienta a mi lado y rodea mis hombros. Me recargo en el, y me muerdo el labio para no llorar.
-Estoy pensando en mejorar canciones como Opinion, Spank Thru, Marigold... Y tal vez ponerlas. He escrito varias cosas en estos años, pero no lo sé. Tal vez no es Nirvana.-
-Han pasado veintiún años. Además, bueno. No sé qué de decirte. Pero estoy segura que lo que hagas va a ser muy bueno, y a la gente le va a gustar. ¿Has oído la mierda de música que se hace hoy en día? Hace falta algo bueno. Si dan lo mejor de ustedes, Pfff, van a cambiar aún más la historia de la música.- Digo emocionada.
-Vas a tocar con nosotros.-
-No. Me niego. No soy parte de Nirvana.-
-Una canción, por lo menos.-
-Pero... Tampoco me puedo negar...- Evan y el ríen.
-Tenemos que ponernos a trabar. La nueva casa nos la dan como en una semana. Todos los instrumentos se quedaron allá y traerlos para acá, además de tardado, sería más dinero del que tengo... Así que... Mañana, temprano, iremos a buscar un buen bajo, una buena batería, y dos buenas guitarras.-
-¿Con qué dinero?- Digo burlona.
-Bueno, tus padres llegaron temprano y escucharon la conversación y ofrecieron a regalarnos dinero. Es egoísta y todo pero...- Lo interrumpo.
-No, está bien. Dejémoslos en banca rota, además de que lo merecen por abandonar a su hija.-
-Tranquila.- Pone su cabeza sobre la mía, y me calmo un poco.
-Hoy no hueles a pan.-
-Nunca huelo a pan.-
-Siempre hueles a pan.-
-Jamás entenderé el afán de las mujeres por decir que huelo a pan.-
-¿Puedo preguntar algo?-
-Claro.-
-¿Por qué Evan tiene los ojos cafés si tú y Courtney los tienen azules?-
-Que pregunta tan fuera de lugar.- Dicen los dos al unísono. Me río.
-No lo sé, quizás sacó sólo el talento y no la belleza.-
-Cálmate, Dios Griego.- Le dice Evan.
-Cállense los dos. Kurt si es un Dios Griego Evan, por Dios. Y tú eres hijo de ese Dios Griego. Solo era curiosidad.-
-No, en serio no lo sé.- Dice Kurt.
Seguimos hablando un rato sobre las nuevas ideas de Kurt. Qué buen momento para estar viva. Me gustaría haber nacido en los 60', pero nada de esto estaría pasando si así hubiera sido. Me alegra estar al lado de estos idiotas, me alegra saber que Kurt está tan motivado y feliz. Por fin parece que las cosas marchan bien, eso quiero creer...

Hola. Este capítulo es para Andrea, que le prometí que la incluiría en la historia. Gracias por leer. No olviden comentar. Gracias.❤️

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