El pequeño concierto

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Miro a Kurt unos segundos, y después, les exijo a Dave y a Krist sus celulares, para hacer una llamada. En realidad, se me acaba de ocurrir una idea grandiosa... Entre Evan, Joe, Pepe y yo, podemos hacer un concierto, uno gratuito. Kurt nos ha dado mucho, a mí, y a miles de personas más. Quizás, si todos ponemos un granito de arena, podemos devolverle la ayuda.
Sin que se enteren, en las redes sociales de los dos, de Krist y de Dave, publicó que esta tarde, en una de las arenas de este lugar me habrá un concierto gratuito. Se los devuelvo, y anuncio que voy a salir. Evan se sube de conductor, le doy la dirección, y pasamos todo el casino en silencio. Se estaciona fuera de la casa de la abuela de Joe, y antes de bajarnos, lo miro.
-Evan... Tienes que hacerme un favor.-
-¿Qué pasa?-
-Vamos a ayudar a Kurt.-
-¿Qué planeas?-
-Necesito que toques la guitarra y cantes conmigo esta noche... Por favor.-
-Supongo que si... ¿Pero cómo vas a ayudarlo?-
-Ya, está bien. Gracias. Ahorita te explico.-
Nos bajamos del auto, y llamo a Pepe, segundos después, aparece por la puerta, y nos jala a Evan y a mí adentro. Ni si quiera podemos saludar a la familia de Joe, sólo nos mete a una habitación que está muy tirada y llena de discos por todas partes. Joe está despreocupada en el suelo tocando la guitarra.
-¿Qué pasa Joe?-
-No, en realidad nada. Sólo quería mostrarte una canción.-
-¿Qué? ¿Es en serio? Estaba haciendo cosas importantes...-
-Escucha.-
Joe se sienta en la cama, se quita el pelo que trae en la frente, y me mira. Empieza a tocar la guitarra, una melodía bastante bonita, y una letra que me encanta. Habla sobre un hombre que suicida por amor. Cuando acaba, me pongo a pensar.
-¿Sabes resolverla con la batería? ¿Y tú Pepe, con el bajo?-
-Si, supongo que si.-
-Está bien, préstame el cuaderno donde lo tengas escrito.-
Me lo da, y después, los obligo a que se metan al coche. Evan conduce hasta la arena, y ahí, me encanta. No hay escenario, ni seguridad, pero hay una oficina donde te prestan los instrumentos durante toda la noche. Así que eso hacemos. No espero que venga mucha gente, he especificado que no iba a tocar Nirvana. Es temprano, y pasamos un poco más de tres horas tocando y tocando esa canción. Evan canta y toca acordes. Yo ayudo en algunos coros y toco la guitarra principal. Joe se encarga de la batería, y obviamente, Pepe del bajo. A decir verdad, creo que no lo hacemos tan mal. Es una combinación de rock-heavy metal. El guardia de seguridad que renta los instrumentos, nos dice que es bueno. Hemos estado todo el día haciendo esto. Kurt nos ha llamado varias veces, pero tenemos que ignorarlo, a pesar de sentirme mal por ello.
A las nueve de la noche, más o menos, es cuando empezamos. Hay un poco más de 1500 personas, y es mucho más de lo que esperábamos. Cualquiera podría matarnos. No hay ni escenario, ni seguridad, ni policías deteniendo a alguien si quiere pasarse. Nada. Peor tenemos que hacer esto por Kurt. Cada uno nos ponemos en nuestro respectivo lugar, y ahora que veo, no sé hacer nada de esto. ¿Cómo debo empezar? Volteo a ver a Evan en forma de ayuda, y me hace una seña para que hable. Mi voz suena temblorosa.
-Bueno... Primero... Gracias por haber venido... Este concierto, si así puedo llamarle, en realidad tiene un propósito. Todos estamos presentes aquí por Nirvana. Por Kurt Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic... Ellos nos han dado mucho, muchísimo. Y tal vez podamos darles algo a cambio, en realidad. No quiero que esto suene a chantaje, en realidad, si alguien no está de acuerdo con lo que diré, pueden retirarse. Esta mañana desperté para encontrarme a Kurt con un aspecto terrible. Se veía preocupado, deprimido, no lo sé. Su respuesta fue decirme que no tenía dinero. Que no le quedaba nada. Como saben, todos nosotros hemos estado viviendo en una casa que, obviamente, el rentaba. Tenemos que vivir con mis padres por eso, y no sé qué hacer al respecto. No puedo trabajar, y la única forma de ayudarlo, quizás, es si todos ponemos un granito de arena. No les estoy pidiendo que pagan sus ahorros de vida, y si sólo quieren venir aquí a disfrutar un poco de música, también está bien. Pero si todos los que estamos aquí, ponemos una moneda... Podremos ayudarlo por lo menos en lo que el, y nosotros cuatro, vemos que hacer. Kurt no tiene idea de este concierto, ni si quiera nosotros la teníamos. Todo ha salido de mañana a noche. Mi amigo Joe, puso un bote de basura del lado izquierdo de la pista... Y quizás esto es una tontería, pero quiero enseñarle a Kurt, que no está solo. Y entre toda la gente que lo quiere, lo vamos a ayudar de la manera que podamos... Supongo que solo podemos agradecerles tocando un poco... Gracias.-
Evan me sonríe y me guiña un ojo. Espero haber dicho lo correcto.
Evan presenta la canción y dice que es nuestra, se titula "Dying in your acid arms". Y básicamente, eso hacemos. La gente aplaude en cuanto acabamos, y a pesar de que hubo unos cuantos errores por ser la primera vez que hacemos esto, que además salió en menos de doce horas, suena bien. Cantamos algunas canciones de Nirvana, y como siempre, no puede faltar, Where Did You Sleep Last Night... Afortunadamente, nadie trata de matarnos o algo así, aún que varias personas se acercan a platicar con Evan. Esperamos un rato sentados a que toda la gente se vaya. Es como la una de la mañana. Nos acercamos a ver el bote, y creo que todos nos impartamos al ver que está lleno. No es un bote muy grande, pero estoy segura que esto ayudará a Kurt a salir adelante por lo menos unos meses... Entre todos lo cargamos, y lo subimos al auto.
-Creo que merecemos un brindis...- Comenta Joe.
-Podríamos ir a un bar que...- Interrumpo a Pepe.
-No. En casa de mis padres hay más alcohol que dinero, así que vamos para allá.-
-No seas así, lo hicimos muy bien.-
-Bueno, vayan ustedes, si quieren.-
-Agh ya. Vamos a tu casa.-
Evan maneja de regreso, y cuando nos estacionamos, hay varios coches más fuera de la casa. El baja el bote, y entramos a la casa sin cuidado alguno. Para mi buena suerte, hay una cena familiar. Todos están vestidos con trajes de miles de dólares, y están tan perfectamente bien peinados que parecen pelucas. También, algo que me alegra, es que Mick sigue aquí. De un lado de la mesa están Kurt, Dave, Krist, Mick, un tío que que no sé cómo se llama con su esposa y sus hijos mayores, y mis hermanos. Todos nos ven, y es un poco incómodo. En realidad, Joe se adelanta a mi plan. Se acerca a la mesa, y simplemente toma una pata de pollo del plato del tío desconocido y empieza a comérsela. Felicita a mi madre por el sabor, y todos lo miran con desprecio.
-Los espero arriba.- Dice masticando el pollo, y no puedo evitar no reír.
Me acerco a Kurt, y le pido que se levante. Lo hace de inmediato, y cuando estamos a la distancia suficiente como para que en la mesa no nos oigan, hablo.
-¿Por qué están sentados ahí?-
-¿Quizás porque no tengo otra cosa que hacer?-
-Mick Jagger ahora es como tu mejor amigo, ¿y no tienes nada que hacer?-
-Donde se metieron, mírense están todos sudados y sucios y vean la hora.-
-Oh, querido Cobain. Te hemos traído un pequeño regalo...-
Lo tomo de la muñeca, y lo acerco hacia dónde están los demás.
-Necesito que cierres los ojos. Si los abres, te juro que te va a ir muy mal.-
-Bueno...- Lo hace.
-Piensa en toda, la gente que te quiere, que te admira, que te agradece por la música, imagina todo es amor. En realidad, haz ayudado a muchísima gente Kurt. Y hoy, nos reunimos para devolverte una pequeña parte de todo lo que has hecho por nosotros. Quizás no es mucho, quizás es un cliché porque es algo material, pero es la muestra de la gente que está contigo.-
Abre los ojos, y ve un poco atónito el dinero. No parece contento.
-¿Le pidieron dinero a la gente?-
-Si, pero no. Hicimos un concierto gratuito y... Explicamos la situación.-
-Esto está muy mal, ¿lo saben?-
-¿Qué?- Decimos confundidos.
-¿Por qué lo hicieron? Esta muy mal que pidan dinero.-
-Kurt pero...-
-No, es que no hay peros. Gracias por sus intenciones, pero voy a ver cómo resolver esto.- Se da la media vuelta negando con la cabeza, y me quedo muy confundida.
-Oye, no llores.- Dice Evan rodeándome con sus brazos.
Me seco inmediatamente los ojos con la chamarra, y se lo niego.
-Oigan, ya. Vamos a tomar algo afuera, ¿sí?- Dice Joe, aparentemente regresando del cuarto de arriba. Trae una botella de whisky escondida en la chamarra, y los cuatro salimos al frío jardín. Nos sentamos abajo de un árbol enorme, y comenzamos a beber de la botella como si no hubiera un mañana.
-Es que... No entiendo por qué se puso o así. No hicimos nada malo.- Digo nerviosa.
-Ya olvídalo. Vamos a pensar en otra cosa.- Dice Evan tomando mi mano.
-¿Imaginan que nos volviéramos populares?- Dice Pepe.
-Sería genial, podemos seguir intentándolo y escribir más canciones.-
Pasamos un rato hablando de cómo sería ser un grupo famoso y todas esas cosas. Incluso sacamos algunas ideas un poco locas sobre qué podemos hacer y todo eso. Ya es muy tarde, quizás son las cuatro de la madrugada. El alcohol nos ha caído de maravilla, porque no nos hemos ni emborrachado, ni seguimos deprimidos por la reacción de Kurt. Cuando se acaba, Joe se levanta y la avienta a casa de los vecinos. Se escucha a lo lejos como se rompe, y también vemos cómo se prende la luz de esa casa unos segundos después.
-¿Por qué hiciste eso?- Digo tratando de no reír.
-Estoy enojado. Es todo.-
-Deberíamos meternos. Vamos a agarrar una pulmonía si seguimos aquí.-
Nos levantamos del pasto húmedo, y cuando estamos de regreso a la casa, Evan me pide que lo acompañe un rato más. Caminamos en un silencio un poco incomodo hasta llegar a una parte del jardín muy extraña. Es como un balcón. Hay una cerca hecha de troncos viejos, y hay un barranco enorme. Estoy segura que podría matarme si me aviento. Los dos nos recargamos en el barandal, y miramos el cielo, que por suerte, está lleno de estrellas y no hay ni una nube.
-¿En qué piensas?-
-En que todo va muy bien, pero va muy mal.-
-¿Qué?-
-A veces pienso en que me hubiera gustado quedarme con mi familia postiza, seguir teniendo una vida normal y aburrida y que nunca hubiera conocido a ustedes. No me mal interpretes Evan, me encanta estar con ustedes. En serio, es lo mejor que me ha pasado pero... No lo sé. Todo es muy raro.-
-No sé qué decirte.-
-No tienes que decir nada.-
-Cuéntame más. Sobre tu familia. Todo.-
-Pues... No estaba mal, ¿sabes? Me apoyaban, pero al mismo tiempo me deprimían como no tienes una idea. No sé si lo hacían a propósito, pero, solían hacer cositas o decir cosas que deprimían tanto que no podía dormir.-
-Así era Courtney. ¿Recuerdas esa frase de Jim Morrison? Una que iba algo así como "Los padres más amorosos son los que más asesinatos cometen. Nos obligan a destruir quien realmente somos con sonrisas en sus rostros." Es tan cierto.-
-Esa frase es tan real que me da miedo.-
-Ya, pero ahora estás con nosotros. Y no te preocupes, en el siguiente concierto vamos a cantar "Cretin Family".- Me río.
-No es mala idea.-
Volteo a verlo, y el a mi. Nuestras miradas están unidas, y me encanta como sus ojos brillan bajo el cielo estrellado. Está un poco despeinado. Se acerca poco a poco a mi, y cuando me doy cuenta, sus labios están pegados a los míos. Es un beso suave y cariñoso. No dura más de unos cuantos segundos, y después me separo. Lo rodeo por el cuello, y recargo mi cabeza en su pecho. Me abraza con fuerza, y me encanta tenerlo.
-Gracias por existir Evan.- Acaricia mi cabello, y así estamos un buen rato.
Después caminamos de regreso a la casa, su mano está entrelazada con la mía, y me impresiona que Kurt, y Mick, quienes parece que han formado una amistad muy grande, siguen sentados en la mesa con café y unas computadoras. Saludo y me despido sin decir nada de Mick, solo con la mano, y me devuelve el saludo despedida y con la gran sonrisa que lo caracteriza.
Subimos al cuarto. En una cama ya está dormido Dave, en la otra Krist, y entre la mía y la de Evan, de un lado está Pepe en el suelo, y Joe en la otra, también dormidos. Evan me da un último abrazo, y un beso en la mejilla. Después, cada uno se mete en su cama. Ha sido un día bastante extraño. Supongo que mañana hablaré con Kurt, ya que las o cosas estén más calmadas y todo. Mis párpados empiezan a cerrarse, y logró quedarme dormida...

Kurt Cobain está vivo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora