Capítulo 11. "MANÍAS"

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"...¿A dónde vas? ¿Por qué te vas? ¿Por qué dejaste un gesto, de ti por cada esquina? Si te llevaste tanto en solamente un día, no te costaba nada cargar con tus manías. Se te olvidó el aroma y el eco de tu risa ¡Se te olvidó llevarme, pedazo de mi vida!..."


Madrid, tres días después.

Camino de un lado al otro del enorme pasillo de la sala de recuperación del hospital; mi preocupación, mi enfado y mi desconcierto son latentes, mientras aprieto las manos en puños, y trato de entender ¿Qué ha ido mal?:

—Pero, ¡¿qué sucedió, doctora Soler?! ¿Cómo pudo pasar de estar estable y en franca recuperación a estar en coma?... ¡Dígamelo! —Le exijo a la doctora, luego de enterarme que mi madre ha tenido una crisis.

—Ha sido una hemorragia cerebral que sobrevino como consecuencia del choque, señorita.

»Su madre estaba muy bien, se estaba recuperando de modo favorable. Hasta hace unas horas estaba consciente y dispuesta a marcharse a casa, pero luego, tuvo un ataque convulsivo y posterior a este una hemorragia intracraneal.

—¡Ay, por Dios! —exclamo y me llevo la mano derecha a la frente. Creo que me he mareado.

—Por esta razón se le indujo a un coma. Ya le hemos practicado una intervención quirúrgica para intentar detener el sangrado del cerebro; la hemos estabilizado y también hemos realizado las pruebas necesarias para descartar nuevas hemorragias, pero por desgracia, lo que en un principio fue un coma inducido, ahora se ha transformado en un «EVP».

—¿Un «EVP»? —pregunto, porque de medicina entiendo lo que de física cuántica, y ella aclara.

—Un estado vegetativo persistente, señorita Fernández.

—Dígame con exactitud, ¿qué es un "estado vegetativo persistente"? —pido.

—Es un trastorno que se caracteriza por la pérdida abrupta del conocimiento y se presenta en personas que han sufrido daños graves en los hemisferios cerebrales.

»En casos como el de su madre, es común pasar de un estado de consciencia, a un estado de inconsciencia crónico, llamado estado vegetativo, en el cual el cuerpo cíclicamente, se despierta y se duerme, pero no expresa evidencia metabólica cerebral o de comportamiento que indique una función cognitiva, o que es capaz de responder de una manera aprendida a eventos o estímulos externos.

—¿Y cuánto tiempo puede durar, doctora?

—La duración es inexacta, Vannia.

»Puede permanecer así un día, dos, semanas, meses o años; sin embargo, esta condición de pérdida total cognitiva puede producir graves daños que se traducirían en alteraciones estructurales progresivas o en la destrucción de las funciones psicológicas del cerebro.

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