"...Bajo las sábanas descansa tu piel morena..., y me quema; el suave contacto que tanto me llena. Te miro y me alejo más, el calor envuelve la habitación, y no puedo esperar a volver a tu lado de nuevo..."
El regreso a Seúl se vuelve un caos.
Todo el país y gran parte de Asia ahora saben que estoy comprometido con Vannia, excepto mis padres, quienes siempre procuran mantenerse al margen de los rumores que la prensa inventa sobre su amado hijo; o sea, yo.
Nuestra vuelta no es fácil, es de hecho, la decisión más dura que ha tomado mi prometida «¡Mierda!..., qué bien se siente llamarla así». Primero ha tenido que soportar el funeral de su madre y luego se ha visto obligada a abandonarla en un país extraño, porque según nos ha explicado el gallego, la carta rogatoria no es de efectos indefinidos.
A propósito de Iker, aquel chiflado español se ha portado a la altura de los recientes hechos y se ha mantenido fuerte y constante a nuestro lado, aunque eso no reste dolor a su marcha de Madrid.
Para mí buena fortuna, el productor del drama ha decidido posponer las grabaciones en Francia dos semanas, a cambio de que yo, de una manera "amable y desinteresada", solvente los gastos que erogó la producción y que sólo trajo pérdidas a su estudio filmográfico. He aceptado sin rechistar, quince días disfrutando al máximo de la compañía de mi chica, es un precio que estoy dispuesto a pagar, si a cambio de ello recibo una sola de sus sonrisas.
Si se quieren enterar, la respuesta es: NO.
No he tenido el valor suficiente para hacerle el amor estando tan vulnerable. No he podido aprovecharme del momento para disfrutar de su delicioso cuerpo; porque, aunque a mí hombría de macho alfa no le hace ni puta gracia, tengo que reconocer que siempre he tenido la corazonada de que con Vannia todo será distinto.
Ahora, cinco días después de nuestro arribo, sentado en el escritorio de mi despacho, me dispongo a hacer una jugosa transferencia bancaria a la productora del drama, mientras reviso mi correo y trato de echar ojo a mis cuentas en las redes sociales.
A lo lejos, proveniente de la sala de estar, escucho una embriagante melodía que me atrapa y me empuja a caminar con pasos lentos hasta llegar al amplio salón, que me recibe con las expectantes vistas de mi chica con ojos del color de la miel enfundada en un delicioso, erótico y diminuto conjunto de ropa interior; que se balancea junto a su cuerpo, mientras la melodía se vuelve en letra y ella danza invitándome a tocarla:
"...Bajo las sábanas descansa tu piel morena, y me quema; el suave contacto que tanto me llena. Te miro y me alejo más, el calor envuelve la habitación, y no puedo esperar a volver a tu lado de nuevo..."
Sus manos se mueven a través su cabello, y juega con éste mientras lo deja caer como una cascada infinita de rizos castaños sobre sus hombros. Mi pene se tensa y Vannia sigue masajeando su cabello, dándose la vuelta, hasta descubrir su espalda que, manchada de color carmín, me lanza un claro mensaje:
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ES LA HISTORIA DE UN AMOR...
RomanceTodo sucede en un momento. Todo transcurre en un instante. Cuando conoces al amor de tu vida, ni siquiera el propio tiempo puede hacer que de ti se aparte... Hoy, sentada frente a la sala de espera del aeropuerto internacional de Incheon, en Seúl, e...