Quien Eres

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-Hola...- el chico lindo de hace un rato me saluda con una sonrisa hermosa en su rostro que hace que me sonroje.

Es que de verdad es muy lindo, es alto, su cuerpo es grande pero no debe tener mas de 18, usa unas caravanas de coco que me gustan que los chicos usen, su corte de pelo es lindo parecido al de mi amigo Lautaro y es morocho, su sonrisa es simpática y sus ojos tienen un brillo especial que hace que me pierda en ellos, en su brazo lleva un tatuaje que me causa intriga ya que no es un tatuaje como los de todos, se que tiene algo especial.

-Hola..- respondo y mis mejillas arden, dándome señal de que estoy sonrojada.

-Me puedo sentar?- dice señalando mi mochila en el asiento alado mio.

-Si, Claro- digo quitando mi mochila, porque se sienta aca? acaso no tiene mas asientos?.
Pues aunque sea lindo no dialogo con personas, amo la soledad y punto.

-Gracias- responde sonriendo y solamente hago una señal con mi cabeza y coloco mi auricular en el oído de nuevo.

5min después me tocan el hombro de nuevo, quito mi auricular y observo al chico a mi lado, provocador de tocarme el hombro.

-Sii?- digo tratando de ser amable.

-Como te llamas?- pregunta sonriendo- tranquila, no soy un pedófilo- dice lo que hace que ría un poco y el me siga la risa.

-Maia- digo sonriendo -Y tu?- le pregunto haciendo contacto visual en esos ojos negro que esconden algo pícaro en ellos. Basta Mala puede ser un violador mi sub-conciente me regaña.

-Soy Dylan, Maia, Lindo nombre-dijo haciendo énfasis en mi nombre.

-Gracias, igualmente- contestó forzando una sonrisa.

-Merece- dijo sonriendo y sus ojos brillaron y se achinaron.

Me di media vuelta y coloque mi auricular perdiéndome en la música.

No volvió a tocar mi hombro ni hablarme pero yo lo miraba de entreojo. Hacia que me sonrojara.

Luego de 45min llegué a San Jose y bajé del omnibus temblaba y mis manos sudaban.

Empeze a caminar y sentí que alguien me seguía en mis espaldas. Paré y esos pasos cesaron, seguí caminando y los pasos siguieron detrás de mi incapaz de darme la vuelta, hasta que me cansé y di la vuelta, mis ojos quedaron como platos.

-Que haces acá?- dije confundida...

Buscando La Venganza Contra Mi PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora