Dylan tiene un secreto?

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Aun no entendia como Dylan habia investigado donde me encontraba, pero me alegraba de que alla llegado justo a tiempo, no sabía que me iba hacer ese maldito.

Aún sigo en los brazos de Dylan no me molestaba estarlo, es mas sus brazos son calidos y acogedores, podria quedarme asi por horas.

Es el quién termina el abrazo para mirarme a los ojos, no me había dado cuenta que estaba llorando hasta que el acercó sus manos a mis mejillas y quito mis lagrimas dedicandome una sonrisa de aliento.

Recorrió mi cuerpo con la mirada, como observando si me habia hecho daño, cuando sus ojos recorrieron mis brazos hasta llegar mi mano, la que aún seguia sangrando, el abrió los ojos como platos.

Me encontré con sus ojos tristes y austados al mismo tiempo, tomó mi mano delicadamente y yo hice una mueca de dolor, el volvió a mirarme a los ojos como pidiendome perdón y yo le dedique una sonrisa bastante forzada, es que de verdad mi mano me dolía muchísimo pero no quería que se preocupara.

-Tenemos que ir a un hospital- dijo rompiendo el silencio entre los dos.

-No es nada- dije mirando sus ojos, me encantaban esos ojos color miel, con ese brillo picaro en ellos, se veia tan lindo.

-Estas bromeando?- dijo con un poco de enojo en su voz- claro que iremos a un hospital, te llevaré en mi hombro si te reusas Maia- dijo desafiante. Sabia que no bromeaba, era capas de hacerlo asi que no le discutí y simplemente lo seguí.

No me había dado cuenta que estabamos de la mano y al mirar nustras manos, la sangre se acumulo en mi cara, mi piel se erizó y mis piernas amenazaban con dejar de funcionar.

Al pasar la entrada unos policias aparecieron frente a mi, trataban de hacerme muchas preguntas y yo solo contestaba que estaba bien, me subieron a una patrulla y me llevaron a un hospital para luego llevarme a la comisaria para dar mi denuncia.

En el hospital me cocieron la mano y me dieron antibióticos para que tomara cada 6 horas al dia, vendaron mi mano y me dijeron que nada de hacer fuerza con la misma.

Cuando salí de allí me encontré con Dylan, estaba como desesperado, caminaba de un lado al otro y susurraba algo mirando al suelo y agarrando su pelo con las manos hasta despeinarlo.

Me acerqué suavemente y traté de escuchar lo que decía a lo bajo.

-Debo decirselo, anda Dylan no seas cobarde cabrón, debes decirselo- se decia así mismo, mi mente empezó a sentir curiosidad.

-Que tienes que decirme?- pregunté y el se sobresaltó y se dio vuelta quedando frente a mi.

Buscando La Venganza Contra Mi PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora