POV TRISH
La semana se me había hecho eterna por culpa de lo que tenía planeado para el jueves por la tarde. Me aterraba completamente porque no sabía qué esperar de ese encuentro, fuera de mi zona de confort. Cuanto más cerca estábamos de la fecha, menos dispuesta me sentía. No sabía cómo comportarme a su alrededor. Era cierto que me alegraba verle y, en parte, sentía cierta curiosidad por saber cómo le iba la vida, pero prefería mantener las distancias. Sin embargo, Louis no parecía tener eso en mente. Es más, recientemente me había enterado de que se había pasado por mi apartamento el día que Ariel libraba y habían estado tomando unas cervezas. No estaba segura de las intenciones de Louis pero solo esperaba que fueran sinceras y se llevara bien con Ariel. Nada me haría más feliz que eso.
El jueves había llegado y con él todo lo que temía. Lo bueno era que hoy solo tenía que ir a la consulta por la mañana y después tendría toda la tarde libre por lo que, al llegar a casa, no pensé mucho en lo que debía hacer y me tumbé en el sofá, cayendo en un sueño profundo.
Me despertó el sonido del timbre. Abrí los ojos sin saber muy bien dónde estaba y, de repente, la realidad me golpeó en la cara. Miré el reloj. Eran las seis y diez.
-¡Joder!
Me levanté rápidamente, tropezando con mis pies por culpa de la falta de equilibrio, y abrí la puerta. Con los ojos aún un poco entrecerrados descubrí a Louis en el rellano. Llevaba una camiseta azul oscuro a rayas blancas. En serio, ¿qué le había dado con el estilo marinero? Mi mente no era capaz de asimilarlo.
-Espera un momento. Enseguida vuelvo -anuncié y cerré la puerta de nuevo, dejándole con la cara desencajada.
Corrí hacia el baño y con agilidad me lavé la cara y los dientes. Al secarme con la toalla me di cuenta de que tal vez había sido un mal gesto cerrarle la puerta en las narices, por lo que regresé a la entrada y la volví a abrir. Su rostro estaba un poco confuso.
-Me acabo de despertar y no me ha dado tiempo ni de vestirme ni de peinarme. Espera un momento y ya salgo -expliqué e hice además de irme pero él me frenó con lo que dijo.
-Trish, estás bien.
Resultaba extraño pero ahora me daba cuenta de que había echado de menos el sonido de mi nombre entre sus labios.
-Ni siquiera me he peinado y esta es mi ropa de trabajo -le contradije. No podía estar bien.
-Estás bien -me aseguró con una mirada honesta-. Venga, vámonos.
Me sorprendió cuando se echó hacia un lado para que pudiera salir de casa. Me quedé ensimismada hasta que reaccioné y me adentré para coger el bolso y las llaves, fiándome de sus palabras. Cerré la puerta con cuidado mientras sentía la mirada intensa de Louis sobre mi espalda. No dijimos nada hasta que salimos a la calle.
-¿Tienes tarjeta para viajar en metro? -preguntó.
-Sí.
¿Tan lejos me iba a llevar? Había intentando tanto no pensar en ello que ni siquiera había pensado en qué le diría o en qué haríamos.
-¿Qué tal tu día? -inició una conversación y me alegré de que lo hiciera.
-Bien. Hoy solo he trabajado por la mañana, o sea que no me puedo quejar. ¿Y tú?
-No trabajo los jueves -sentenció, metiéndose las manos en los bolsillos-. Ni los miércoles, ni los martes... ni los lunes -sonrió, sus ojos haciéndose más pequeñitos.
-Vaya -suspiré-. Hay gente con suerte.
Yo solo libraba los fines de semana y algún día, como hoy, que me daban la tarde libre.
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Fast: Ignition
Fanfiction*3ª PARTE DE FAST* {Último libro de la saga} "Los martes y los miércoles nunca deberían separarse. Alguien estableció los días de la semana así por algún motivo." "Mi motivo fuiste tú." All Rights Reserved to FlyingHighxx, 2015. ©