Capítulo 25

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POV LOUIS

Era extremadamente absurdo lo que estaba haciendo. Besar a una chica delante de una puesta de sol en el mar. ¿Desde cuándo era tan ridículo? Quiero decir, recuerdo haber hecho alguna que otra gilipollez por ella pero ¿por qué? ¿Por qué siempre me hacía ser tan ñoño? Me daba asco y al separarnos tuve que hacer un comentario.

—Esto es lo más cursi que he hecho en mi vida —comenté, riéndome de las pintas que ambos teníamos.

—¿El qué? —sonrió ella, entrelazando sus brazos alrededor de mi cuello.

Agaché la cabeza ligeramente para mirarla a los ojos, los cuales me miraban abiertos, llenos de emoción. Y joder esto parecía un jodido sueño pero, mientras nadie me levantara, estaría conforme.

—Besar a alguien durante una puesta de sol en la playa.

Mis manos encontraron fácilmente el camino hacia su cintura. Encajaban tan bien que podía sentir su piel derritiéndose bajo mi tacto.

—Técnicamente te he besado yo —comentó— y, créeme, has hecho cosas peores.

—No, que yo recuerde —sus cejas alzadas me enseñaban que no se creía nada.

Esa era la primera vez que admitía en voz alta algo como que ella había tenido la iniciativa de besarme, que ella había sido la que lo había buscado, y eso me reconfortaba porque me hacía darme cuenta de que no la estaba forzando, ella también quería esto.

Joder.

El corazón me iba a mil por hora.

—No me hagas reír —exclamó pero ya se estaba riendo.

Vale, era posible que hubiera hecho alguna que otra estupidez, pero siempre por su culpa. No haría nada de eso si ella no fuera la razón.

—Al menos no soy tan cursi como Harry.

Ella soltó una carcajada, tapándose la boca y avanzando unos pasos hacia atrás. Yo la seguí, anonadado por su sonrisa.

—No conoces bien a Aden, entonces.

—¿Es peor? —exclamé, tratando de imaginarme algo peor que el romanticismo extravagante de Harry.

—Tendrías que haber visto su primera declaración —sus ojos se perdieron en la nada, detrás de mí, seguramente rememorando el recuerdo—. Estaba obsesionado con Harry. Perdió el culo por él en cuanto le vio por primera vez.

—No me lo imagino de otra forma.

Harry y Aden eran ese tipo de parejas que daban grima, de las que te bajaban la moral al verles tan enamorados, y melosos, y... cursis. Es que no había otra palabra para describir lo atontados que se volvían el uno por el otro.

Una vez Harry se metió en un autobús a Ohio por equivocación por estar mirando fotos picantes que le estaba mandando Aiden desde el cuarto de baño del trabajo.

Si eso no era estar atontado, no sabía lo que era.

—Mi primera declaración también fue bonita, ¿no crees? —suspiré y sentí cómo sus manos se tensaban y se alejaban poco a poco de mi cuello.

No. Esta no era la reacción que estaba buscando. Agachó la cabeza, admirando la arena a nuestros pies. Había creado una barrera entre nosotros pero mis brazos no fueron capaces de desenroscarse de su cuerpo.

—Sí. Sí que lo fue —sonrió, pero sus labios mostraron una pizca de nostalgia, incluso melancolía, cubiertos con un velo muy poco translúcido.

Fast: IgnitionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora