18 - Cambios

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18- Cambios...

La alarma programada por Kazu para levantarse a diario comenzó a sonar, haciendo que el muchacho se despertara algo sobresaltado, había perdido la noción del tiempo. Tomó el teléfono y apagó su sonido, incorporándose como para sentarse en la cama. Sawyer envolvió un brazo en su cintura y lo empujó contra su cuerpo, haciendo que volviera a caer su endeble cuerpo en el lecho.

- Kazu: Sawyer!... - rezongó, sin poder evitar una sonrisa efusiva y somnolienta - tengo que levantarme... - con los ojos entrecerrados, sintió como el australiano lo apretaba entre sus brazos.

- Sawyer: No, no tienes que ir a ningún lado... - susurró con voz ronca, igual de adormilado que Kazu.

- Kazu: Tengo que levantarme... no puedo faltar... - refunfuñó con pocas ganas entre los brazos del australiano, que no dejaba de sonreír de modo sugerente.

- Sawyer: No vas a faltar?... - Kazu apretó los ojos.

- Kazu: No puedo!... y encima tengo mucho que hacer... - sus palabras fueron interrumpidas por un beso profundo y pasional que le quitó el aire.

- Sawyer: Pues si es así... entonces creo que yo también debo levantarme... - pronunció al liberar los labios de su delgado amante.

- Kazu: Pues... si... - antes de que el atractivo empresario intentara retenerlo un poco más, se escabulló de la cama, tomó rápidamente algo de ropa y se dirigió al baño, sin parar de sonreír.

- Sawyer: Tomarás una ducha?... - escuchó la voz desde el cuarto.

- Kazu: Si, claro... - contestó como pudo mientras cepillaba sus dientes.

- Sawyer: Bien, entonces me quedaré en la cama hasta que termines...

- Kazu: Bien... me daré prisa... - Kazu cerró bien la puerta tras de sí y se metió bajo la lluvia de la ducha que acababa de abrir. El contacto con el agua caliente le dio un escalofrío. Su rostro se ruborizó cuando se miró su propio cuerpo y vio las marcas que habían dejado testimonio de la noche de pasión vivida. Suspiró largamente, intentando recobrar su color natural y desacelerar su corazón que ya comenzaba a agitarse.

Salió del baño con el cabello mojado y vestido con la muda que había llevado consigo, y se dirigió a la cocina para encender la cafetera, sentía el cuerpo pesado del cansancio y aún no lograba despabilarse del todo. Casi enseguida escuchó a Sawyer entrar en el baño y no pudo evitar volver a sonreír. Se rió de sí mismo por sentirse de ese modo.

Mientras la cafetera hacía sonidos de estar trabajando, Kazu fue por su celular para revisarlo y apretó los labios conteniendo una carcajada al ver que Haruka le había enviado una cantidad enorme de mensajes preguntando qué ocurría hasta que finalmente, entendiendo la situación, había enviado uno que le pedía que la llamara en cuanto pudiera.

El muchacho acababa de servirse una taza de café y endulzarlo, cuando Sawyer salió de la habitación, mirando la pantalla de su teléfono.

- Sawyer: Cielos... tengo veinte mensajes de Hiromi y otros tantos de Karen... - dijo sonriendo - que ansiosas... - rezongó.

- Kazu: Me ganaste... - rió - son más de los que me envió Haruka... quieres café?... - preguntó aún de pié en la cocina, mirando a su compañero que revisaba los mensajes.

- Sawyer: Si, por favor... - levantó la mirada para contestarle, sonriendo con cortesía. Kazu le sirvió la taza y se la entregó - gracias... - se sentaron ambos a un lado de la mesa - estás bien de tiempo?... - dijo mirándolo a los ojos, haciendo que el muchacho se ruborizara levemente.

Acoso LaboralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora