Acoso Laboral

Capítulo Extra: Las Olas Sobre la Blanca Arena

Capítulo Extra

Las Olas Sobre la Blanca Arena

El calor sofocante del sol tropical hacía que la ropa se pegara a la piel. Kazu mantenía los ojos entrecerrados por el sol de frente de la mañana y el viento que el vehículo sin techo generaba a la velocidad que recorría el camino al hotel desde el aeropuerto. En otras circunstancias el haber llegado a Hawái hacía menos de una hora lo tendría saltando de la alegría, pero su mente no lograba relajarse con todo lo que esperaba en su futuro cercano.

No podía dejar de repasar una y otra vez la lista de cosas que debían estar listas antes de que el resto de su familia arribara a la isla esa misma tarde. Suspiró largamente refregando sus ojos, cansados por las malas noches que estaba teniendo últimamente. La mano de su pareja tomó la suya, estrechándolo con fuerza y una sonrisa instantánea se le dibujó en el rostro. Volvió a abrir los ojos para mirarlo y agradecer con esa mueca feliz sus esfuerzos por complacerlo. Sawyer se levantó los lentes oscuros que lo protegían de eso que fastidiaba al oriental para mostrar su igualmente cansada mirada.

- Sawyer: Estás nervioso?... – preguntó sin abandonar esa sutil sonrisa mal dormida.

- Kazu: No, estoy algo agobiado por todo esto... - rió al responder y se inclinó para apoyar su cabeza en ese torso ancho que adoraba.

- Sawyer: Dentro de poco más de veinticuatro horas, todos estos días planeando y sin dormir, habrán dado sus frutos... - entonó para calmarlo.

- Kazu: Lo sé... - su vista recobró algo de vitalidad al ver acercarse el hotel. Uno muy lujoso y en verdad enorme, en la costa de la Bahía de Kapalua, enmarcado por palmeras y blanca arena como la que sólo se logra soñar – Qué belleza!... – exclamó.

- Sawyer: Este es el paraíso... - rió.

- Karen: Oigan!... – gritó la mujer sentada en el respaldo del asiento de otro vehículo igual, que las llevaba a ella y a Hiromi, acompañadas por Kurt y Dylan que vigilaban el entorno con igual asombro – sí que se lucieron con la elección!... – reía entusiasmada.

- Haruka: Qué deje de hablar ahí arriba o se tragará un bicho... - la joven veterinaria viajaba al lado del conductor.

- Sawyer: Vas a tragar un bicho si sigues gritando allí!... – le respondió haciendo reír a los demás. Hiromi la tomó del brazo y la hizo sentarse derecha en el asiento, mientras la misma australiana permanecía sonriente.

Llegaron a la entrada del hotel donde había varios empleados esperando su arribo. Recibieron su equipaje y los llevaron al lobby donde un gerente los atendió muy amablemente ofreciendo jugo de piña. La planeadora de bodas contratada por Sawyer y Karen hizo su entrada mientras les entregaban las llaves de las habitaciones, ubicadas todas en el último piso del enrome edificio. Una mujer de alrededor de los cincuenta años, de impecable y pulcra apariencia, vistiendo un traje blanco de tela liviana y de cabello negro cortado irregularmente con gran estilo.

- Sawyer: Rachel... - la saludó con un gesto al verla.

- Rachel: Bienvenidos... - sonreía con gran alegría cargando un cuaderno y varios papeles – bueno, aquí están los itinerarios!... – anunció repartiendo a todos las hojas – el resto de los invitados llegan en seis horas más o menos... ustedes tienen un buen rato para relajarse y acomodarse... - miró el reloj en su muñeca.

- Haruka: La ropa de todos llegó correctamente?... – ataba su cabello, agobiada por el calor.

- Rachel: Sí, no se preocupen!... ahora que todos estén en sus habitaciones enviaré los trajes... - un desfile de botones pasó con las valijas rumbo a las habitaciones – esta noche es la cena de ensayo... el restorán del hotel reservó el espacio para todos, ya lo confirmé... - tachaba y escribía cosas en ese cuaderno.