Ese sábado, temprano por la mañana, Haruka golpeaba la puerta del departamento de su amigo, con alegría avasallante. Kazu despertó, y somnoliento fue a abrirle. Ella lo abrazó al verlo, y su amigo respondió el abrazo cálidamente.
- Haruka: Traje cosas ricas para desayunar... ve y vístete mientras hago café... - Kazu se metió en su cuarto y se apresuró a cambiarse.
- Kazu: Hoy no trabajas en la veterinaria?... – gritó desde su habitación, cambiando su remera.
- Haruka: No, me deben varios días libres todavía... - podía oírla sacando las tazas de la cocina – pero en realidad los estoy guardando para cuando los necesite...
- Kazu: Te entiendo... - respondió en voz alta, y unos minutos después salió hacia el comedor – qué trajiste de comer?... – ella señaló la bolsa de panadería – Oh... pastelillos... - sonrió.
- Haruka: Bueno, ya muéstrame las fotos... cuéntame... - Kazu se sonrojó.
- Kazu: Traeré mi computadora... - fue a la habitación y volvió enseguida con ella – a penas las bajé en el avión porque Sawyer quería verlas también... - Haruka sacaba la jarra de la cafetera.
- Haruka: Oh, genial... te sacaste fotos con él?... – Kazu se mantenía con las mejillas coloradas.
- Kazu: Obvio... - su computadora iba prendiendo la pantalla – la verdad es que fue maravilloso... - ella sonrió un poco más y le sirvió una taza.
- Haruka: Que bueno, Kazu!... – ella se sirvió una taza de café y se sentó a mirar las fotos – no voy a ver ninguna muy subida de tono, verdad?... – él rió, mientras sacaba un pastelillo de la bolsa.
- Kazu: Claro que no... el que sacó de esas fotos fue Sawyer... - hizo una pausa mirando como crecían los ojos de su amiga – bromeo, bromeo... - aclaró enseguida.
- Haruka: No me asustes así... - siguió pasando las fotos – que lugares más bellos... - exclamó conmovida.
- Kazu: La mayoría de las fotos son de museos... aunque también saqué a la Torre Eiffel y desde allá arriba... es muy alta... - remarcó.
- Haruka: Me imagino... - ella iba pasando las fotos y se detenía unos segundos en cada una, un poco más cuando aparecía el atractivo empresario. Kazu dejó su pastelillo en la mesa y se dirigió a la habitación, de la cual volvió con tres bolsas muy elegantes de regalo, una de ellas tenía el logo de Channel – qué es eso?... – dijo con los ojos algo grandes.
- Kazu: Tus obsequios... - dijo sonriendo y puso los paquetes en la mesa – que conste que el más costoso lo pagó Sawyer... - continuó y volvió a sentarse – aunque yo lo escogí... - Haruka abrió la bolsa de la famosa diseñadora y se encontró con una camisa negra de gasa muy fina y rara, original e inmensamente elegante y hermosa.
- Haruka: Es alucinante... - exclamó, admirándola.
- Kazu: Que bueno que te gustó... - sonreía satisfecho. Ella siguió abriendo sus presentes, y se encontró con un suvenir del restorán Julio Verne y otro del Louvre envueltos en el mismo paquete, y en el tercero halló una bella pulsera de plata con su nombre grabado y el dibujo de la emblemática torre.
- Haruka: Me encantan! Todos mis regalos! Gracias!... - se paró y abrazó con fuerza a su amigo.
- Kazu: Que bueno... - sonreía satisfecho.
- Haruka: Ay! Qué lindo!... – exclamó como para sí, mientras guardaba todo de nuevo en sus bolsas para seguir viendo las fotos – y qué más hicieron?... digo, aparte de tener mucho sexo... - Kazu se ruborizó nuevamente.
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Acoso Laboral
AcakKazumi Hikoi es un recién graduado publicista gráfico, de excelentes promedios y gran potencial, que acaba de perder a su madre a manos de un devastador cáncer. Luego de pasar una temporada en el campo con sus parientes, regresa a Tokyo con la esper...