___ POV
Llegué a la habitación donde había estado hace algunas horas. Entré y la cerré detrás de mí con seguro. Me recargué en la puerta y me escurrí hacia el piso. Abracé mis rodillas contra mi pecho.
Comencé a llorar de nuevo. Las lágrimas saliendo sin ningún tipo de restricción. ¿Cómo? ¿Cómo mi situación no puede mejorar? Pensé que sería un buen día, que sería el gran día en que mi vida de mierda acabaría y comenzaría una donde pudiera tener nuevamente el control de todo. Qué equivocada estaba. Pasó algo bueno hoy, pues conocí a mi crush, pero eso no significaba que todo mejoraría.
Lo que más me ponía triste era que justo esta noche se acababa lo mágico y volvía a mi realidad: ella tenía que seguir con 5H y yo tenía que seguir luchado... o quizás seguir hundiéndome más profundamente en mis problemas e inseguridades. Podría dejar que el mundo me consumiera. Yo podría desaparecer y todo seguiría igual. Ally continuaría con el curso de su vida, sin inmutarse, sin preocuparse. Me sentía Cenicienta, ya que sabía que llegando la noche volvería a la que comenzó a ser mi vida hace poco. Lo sabía y eso me ponía demasiado triste.
Me rindo. Ya no podía más. ¡Por el Dios de Ally! Yo había luchado contra todo: el rechazo de mis padres al decirme que moriría de hambre al estudiar producción musical; las burlas de mi hermano al decirme que me tenía lástima; las burlas de mis compañeros de clase diciéndome que jamás llegaría tan lejos a pesar de ser la mejor en mi generación. Malos comentarios, envidias, peleas... todo me pasaba.
Durante mi etapa de escuela primaria y secundaria siempre había sido rechazada por ser tan seria e introvertida. Nunca hice lo que los demás querían y eso me causaba más y más problemas. Mi triste historia venía desde mucho más atrás que solamente estar viviendo en la calle a los 21, sola y triste.
Escuché que tocaron la puerta.
—¿_____? —preguntó Ally con demasiada preocupación.
Nada me importó. Seguí llorando inconsolablemente. No le contesté. Oía cómo se giraba el pomo de la puerta, completamente en vano.
—_____... por favor, abre la puerta. No quise hacerte sentir mal.
Escuchaba su voz comenzando a quebrarse, sin embargo seguí sin responderle. Oí pasos alejándose y una puerta cerrándose. Incluso Ally Brooke Hernandez me había abandonado en este momento.
Liberé el agarre que tenían mis brazos sobre mis piernas y cubrí mi rostro con mis manos. Seguí llorando y de un momento a otro escuché ruido frente a mí. Quité mis manos de mi cara para encontrarme con Ally abriendo una ventana (que no había notado antes), trepando con dificultad y llegando a sentarse en el escritorio. Recuperó el aliento y cerró la venta tras de ella. Se volteó y comenzó a caminar lentamente hacia mí, como pidiéndome permiso silenciosamente de acercarse. Nuestras miradas siempre chocando.
Mis ojos ardían y podía apostar mi guitarra a que estaban más rojos que un tomate. No me moví de donde estaba. Rompí contacto visual y volví a cubrir mi rostro con ambas manos, intentando ignorar su presencia. Podía sentir cómo seguía acercándoseme. Se sentó a mi lado izquierdo, pasó su brazo derecho sobre mis hombros y me acercó a ella. Yo recargando mi cabeza en su hombro derecho.
Ella solo se sentó ahí, a escucharme llorar. No dijo ni una sola palabra por un tiempo. Mis lágrimas comenzaron a cesar y mi respiración era estable de nuevo. Solo entonces rompió el silencio.
—_____.
Al parecer también ella estaba llorando, ya que su voz se escuchaba demasiado ronca.
Me soltó de su agarre, pero seguía sentada a mi lado. Tomó mi mano izquierda con su derecha y entrelazó nuestros dedos. Seguí sin contestar.
—_____, bebé, perdóname. Dime qué pasa. Dime qué puedo hacer para que estés mejor. Necesitas confiar en alguien... en mí. No te lastimaré —dijo.
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Lo que me llevó hasta ti (Ally & tú)
Dragoste_____ Penz una chica de 21 años que había estudiado producción musical en __T/P__. Se muda a Los Ángeles en busca de una oportunidad... todo sale mal hasta que se encuentra con 5H. La mismísima Ally Brooke Hernandez se enamora de ella. Esta histori...