XXXI

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—¿_____? —pregunté sacudiéndola un poco.

Me senté en la orilla de la cama.

—¿Hmmm?

_____ preguntó estirándose.
Se sentó y se me quedó viendo.

—¿Lolo? —ladeó la cabeza.

—Sí —contesté feliz.

—¿Qué haces aquí? —preguntó tallándose los ojos.

—Vine a decirte algo muy importante —respondí.

—¿Qué pasa? —preguntó sonriendo de lado—. ¿Estás bien hermanita?

—No creo que quieras llamarme así después de lo que te diga —comenté.

Ella frunció el ceño.

—¿Qué está pasando, Lau? —preguntó seria.

—Ally y yo peleamos —dije lentamente.

Sus cejas se dispararon hacia arriba.

—¿Ally y tú pelearon? —preguntó dudosa.

—Sí —dije simplemente.

—¿Por qué? —preguntó curiosa.

—Por ti —contesté.

—¿Por... mí? —preguntó confundida.

—Sí —contesté.

—Lauren, necesito saber qué pasó —dijo preocupada.

Le conté todo sin omitir detalles, tampoco jugaría sucio. Cuando comencé a contarle sus caras iban de asombro a molestia y preocupación. Cuando terminé se quedó callada.

—Así que... ¿estás enamorada de mí? —preguntó ladeando su cabeza.

—Sí —suspiré.

—Lau... te llevo como 3 años y medio —contestó.

—No importa —respondí.

Me fui acercando lentamente a ella. Me senté a horcajadas en sus piernas.

—L-Lauren... bájate —dijo firme.

—Por favor, solo déjate llevar —dije besando su cuello.

Ella me empujó un poco fuerte hacia atrás, haciendo que me bajase de ella. Se levantó de su cama.

—No Lauren. ¿Qué clase de persona sería si me besara con la mejor amiga de mi aún novia? —preguntó saliendo de la cama.

—Por favor, acéptame —supliqué.

—Lauren Jáuregui, eres una chica hermosa, demasiado. Sí, admito que de vez en cuando me pones los pelos de punta, pero no voy a tomarte de esta manera —dijo.

—No me molesta que me tomes aquí y ahora —respondí.

—¡Lauren Jáuregui! ¡Ten un poco de respeto por ti! —dijo _____ pasando su mano por su cabello.

Comenzó a pasearse dentro de la habitación.

—Dame una oportunidad —dije cabizbaja.

Dejó de moverse. Se acercó a la cama y vio su celular. Tomó algo de dinero de un cajón y su tarjeta de crédito.

—Vámonos —dijo tendiéndome su mano.

—¿A dónde? —pregunté.

Tomé su mano y salí de la cama.

—Es una sorpresa —contestó.

Nos dirigimos hacia la puerta de la habitación. Entrelacé nuestros dedos. A ella no pareció molestarle.

Lo que me llevó hasta ti (Ally & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora