Canción: Calexico - Falling From The Sky
I
—Si gusta algo más, por favor avíseme.
La azafata irguió su columna cuando Angie asintió, caminó elegantemente entre los asientos para repetir esas mismas palabras a los demás pasajeros. Charlie le había enviado un boleto en primera clase para un vuelo que debió haber aterrizado en Chile a tiempo para la firma de autógrafos; no obstante, debido al clima poco propicio para el despegue el avión tardó dos horas para salir. Angie ya no alcanzaba ni el final de esa firma de autógrafos.
Las cosas no siempre salían bien, ella se estaba acostumbrando a que nada saliera bien cuando trataba con Bloody Sunrise. Ya no le molestaban los contratiempos, además Charlie había sido muy comprensivo.
—Claro —Le había dicho, después de que Angie se comunicara con él desde el aeropuerto para notificarle que llegaría muy tarde—. No te preocupes, Angie. Yo te espero cuando llegues. Manténme al tanto para estar pendiente de ti.
No sólo había sido comprensivo sino también paternalista, estaba preocupado por ella como lo estaría un padre por su hija. Ni siquiera sus padres eran así... bien, pensamiento borrado... sus padres eran iguales; se preocupaban siempre. Habían estado allí con ella hasta que llamaron a los pasajeros para abordar el avión y habían continuado enviando mensajes.
Por el altavoz una azafata pidió a los pasajeros que abrocharan los cinturones de seguridad y tomaran asiento los que no se encontraban en sus lugares ya que el avión estaría a punto de aterrizar. Angie sintió su corazón correr como un automóvil deportivo en una solitaria carretera sin curvas, sintió electricidad pasar por sus brazos. Intentó serenarse. Pero no lo lograba, sus puños se apretaron fuertemente.
—¿Señorita, se encuentra bien? —preguntó una azafata. Angie abrió los ojos y la miró, tal vez se le notaba el miedo en la cara—. La primera vez en un avión siempre es difícil, pero ya verá que llegamos sin ningún contratiempo a tierra firme. No pasará nada. No se preocupe.
—Gracias —contestó Angie.
Sin embargo, el aterrizaje a ella no le importaba, ya había viajado anteriormente en avión y nunca le había parecido una experiencia desagradable. El problema que de verdad corría por sus venas era algo muy diferente a lo que esa azafata podría comprender con pocas explicaciones.
El avión llegó con normalidad y ella caminó hasta la sala de espera. Charlie le había informado que un chofer la estaría esperando así que buscó al hombre que sostendría un cartel en sus manos con su nombre escrito en él, así como en las películas.
Se trataba de un joven, quizá más que ella. Vestía un elegante traje negro y llevaba un gorro de visera corta. Él le pidió una identificación y tras mostrarla ambos caminaron hacia la salida. Él se ofreció amablemente a cargar el equipaje de Angie. Envió un mensaje a Charlie para decirle que estaba abordando en ese momento el automóvil.
—Perfecto, Angie —respondió Charlie, por medio de mensaje—. Él te llevará a tu habitación en el hotel, la cual es la misma que la de Amy. Yo llegaré en una hora. Siéntete cómoda mientras me esperas. Puedes tomar lo que gustes, pero no olvides que iremos a comer.
—Muy bien, te esperaré.
Tardaron muy poco tiempo en llegar al hotel, o esa era la sensación que ella tenía. ¿Acaso no quería llegar? Bien, no, no quería llegar, pero ya estaba todo decidido.
La habitación era grande y tenía dos camas muy cómodas. Las cosas de Amy estaban acomodadas en un sillón, ninguna cama estaba marcada, parecía como si ella le estuviera dando a Angie la opción de escoger la que quisiera.

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Rojo Amanecer ©
Tiểu Thuyết ChungCuando un corazón se lastima una vez, ¿puede volver a amar? Angie es una mujer fuerte, ha sobrevivido a la muerte de su hija y a un difícil divorcio. Su vida ha continuado su curso como cualquier otra. Es fotógrafa profesional y periodista. Trabaja...