Canción: Coldplay - Warning Sign
I
El amanecer llegó directo a su cara. Un potente rayo de sol calentó su mejilla y la obligó a abrir los ojos. Estiró una mano para palpar su teléfono, entonces recordó que no colocó la alarma.
Maldición.
La pantalla del teléfono se encendió, eran las seis y media de la mañana. Se estiró perezosamente y sacó los brazos sintiendo la calidez de la habitación, se arrastró hasta la regadera. El agua cálida invadió su cuerpo y logró despertarla bien. Había estado tan tensa que sentía como si un hipopótamo la hubiera atropellado. El agua caliente logró quitar esa tensión, pero fue momentáneo. Al salir de la ducha se sintió otra vez tensa.
El nudo en el estómago le recordaba la noche anterior y el rostro de Brad, así como su comentario sobre el hecho de que a ella no le gustaba que fumaran. ¿Por qué había dicho eso? ¿Quería dejarla en ridículo frente a sus seguidores y sus hermanos? Como fuera, no le interesaba saberlo.
Amy ya se había levantado y buscaba su ropa para cambiarse, le dio los buenos días con una sonrisa, intercambiaron una plática corta y amena, luego Amy se dirigió al baño permitiendo que Angie terminara de arreglarse.
Escogió prendas sencillas para no ser el centro de atención de nadie.
A las ocho y media ya se encontraban todos listos para partir rumbo al aeropuerto. Charlie le dio a Angie su boleto de avión; y lo hizo de una manera sutil, sólo había dicho: "Ah, toma Angie, había olvidado dártelo. Te sentarás con Amy". No aceptó que ella pagara algo.
Durante el vuelo se decidió a preguntarle a Charlie sobre su alojamiento.
—Descuida, pequeña. —había contestado con serenidad—. No deberás preocuparte por eso. Tengo ya preparada una habitación para ti. Te quedarás en mi casa y serás mi invitada. Mi esposa se muere por conocerte.
Tampoco había permitido que ella pagara la renta de esa habitación.
—¿Vas a mantenerme mientras esté en Inglaterra? —preguntó ella. No podía esconder el tono de enojo que no intimidaba a Charlie ni un gramo.
—Sí —contestó un sonriente Charlie—, naturalmente, pequeña. Es parte de tu pago por trabajar conmigo.
—No soy tan cara Charlie.
—Nena, solo permítete disfrutar de todo esto. Son tus vacaciones y te he hecho trabajar. No es muy justo.
No había más por decir, cualquier cosa que ella intentara quedaba acallada por los gestos de Charlie. Volvió derrotada a su lugar en el avión al lado de Amy.
Ellos irían a Londres. Angie sabía que tanto Matt como Charlie no vivían allí, únicamente Brad vivía en Londres. Pero ella no estaba del todo segura de que no tuvieran casa en Londres Charlie y Matt. O tal vez Matt se iría después de llegar... No, eso no era muy probable... Pero entonces ¿Qué sucedía con el resto de los integrantes? ¿Ellos en donde residirían mientras tanto? Charlie no había platicado mucho con ella de modo que casi no sabía nada. No sabía tampoco cómo preguntarle a Amy.
¿Qué era lo que le hacía sentir miedo? ¿Que tuviera que compartir una casa con Brad? Debía enfrentarse a eso. Ahora ellos tendrían que trabajar juntos.
Pero ese temor se disipó en cuanto llegaron a Londres. Todos fueron directamente hacia un área de estacionamiento para saludar a Maya. Clay, Pete y Amy la saludaron y se despidieron al mismo tiempo. Amy le informó a Angie que, como no vive muy lejos de la casa de Charlie, no se despedirían. Ella aún vivía con sus padres mientras que Pete tenía su propia casa, pero compartirían taxi. Clay se despidió de todos y se fue en su propio taxi. También Brad se despidió de ellos y su hermana y se retiró, igual en taxi.
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Rojo Amanecer ©
General FictionCuando un corazón se lastima una vez, ¿puede volver a amar? Angie es una mujer fuerte, ha sobrevivido a la muerte de su hija y a un difícil divorcio. Su vida ha continuado su curso como cualquier otra. Es fotógrafa profesional y periodista. Trabaja...