A pesar de que pasaron alrededor de dos meses después de “esa” noticia, seguía anonadada por saberlo.
Harry se había dado cuenta de ello y me obligo a contárselo. Ese día había derramado lágrimas que el día que me entere casi no había sacado. Días más tarde le había cuestionado a Louis sobre nuestro… padre, y el había dado un pequeño relato. Lo conoció sí, pero tenía vagos recuerdos de él. Solo recordaba que llegaba después de las ocho de la noche a casa y subía a su habitación a ver la televisión. Jugaba muy poco con él, pero… siempre le había dicho que lo quería.
-Louis, saldré a dar un paseo. Si mamá llega antes que yo le avisas. – le dije al momento en que tomaba mi paraguas y mi duplicado de llaves.
-Te acompaño – se levanto de su lugar, pero yo estaba en contra de que me acompañara.
-Quiero ir sola. Por favor. – dije y él se volvió a sentar en el sofá.
-De acuerdo, pero no tardes- Asentí y Salí de la casa al momento en que abría mi paraguas. El suave golpeteo de las gotas de agua caer sobre el pavimento me calmaba y el suave aroma de la tierra mojada inundaba mis pulmones. Camine por varios minutos hasta llegar a un pequeño parque desolado con una pequeña banca mojada. Sin importarme que lo estuviera me senté en ella y cerré el paraguas, dejando que el agua de poco a poco mojara mi cuerpo. Guarde muy bien mi celular en el suéter que tenia debajo de mi chaqueta – Era absurdo pero en estos días, solía ponerme demasiada ropa encima- y deje que mi mente divagara y volviera al recuerdo de aquel día, en que mi madre relataba con voz quebrada, su historia con mi padre.
-No crees que podría darte un resfriado- una voz masculina me saco de mis pensamientos. No voltee a verme, únicamente me quede ahí, sin moverme. Escuche como caminaba hacia mí y se sentaba a mi lado. Levante el rostro y me encontré con aquel chico con el que mi hermano había peleado. –Hola – me sonrió tan dulcemente que me quede extrañada de que él fuera así. Di un fuerte suspiro y hable con la poca voz que tenia.
-Hola – fue casi un soplido.
-¿Te sucede algo? – Cerré mis ojos y asentí, dejando que una lágrima escapara. – Puedes contármelo, vamos, soy de confianza. – voltee a verlo aun mas extrañada.
-¿Que tú no eres un “chico malo”? – Le dije con una mueca.
-Bueno, con una linda y encantadora chica como tú no puedo serlo. – uno de sus brazos cayó sobre mis hombros y se acerco mas a mí.
-Deja tus coqueteos.
-Bueno, bueno. Pero… ¿podemos ser amigos? – me dijo con una pequeña sonrisa.
-Lyla Tomlinson – dije después de haberlo pensado un poco. No me haría daño tener un amigo nuevo.
-Zayn Malik, para servirte bonita. – me dijo y estrecho su mano con la mía.
Estuvimos conversando un poco y de la nada, estaba contándole aquel gran problema por el cual seguía sufriendo. Pasaron alrededor de dos horas desde que había llegado a ese parque, y había estado en compañía de Zayn. Debía admitir que era un buen chico. Era amable y no se veía que tuviera malas intenciones hacia mí. Aunque le había prometido a Louis que no me acercaría mas a él, algo en mi quería estar cerca. De un momento a otro la lluvia comenzó a hacerse más intensa y con gran apuro me levante de la banca.
-Tengo que irme- dije y abrí mi paraguas para evitar mojarme más de lo que ya estaba.
-Me gustaría seguir charlando contigo. – dijo Zayn haciendo un puchero con sus labios. – Podemos salir mañana. Te invito un helado ¿Te parece?
-De acuerdo, pero… nos vemos aquí. – le dije.
-¿Por qué? ¿No puedo ir a tu casa? – me pregunto con un pequeño fruncimiento de cejas.
-Eh… no. Mi hermano me prohibió acercarme a ti. – le informe y sentí como me sonrojaba un poco. El agua caía sobre él y lo tenía ya empapado. Tenía el cabello en el rostro, cubriéndole casi los ojos. Con una mano lo hizo hacia atrás. Aquel gesto de su parte casi me hace enloquecer. Se vio… demasiado sensual.
“Por dios, que piensas.” Me dijo mi retorcida mente.
-¿Y piensas obedecerlo? – volvió a cuestionarme, ahora estando más cerca de mí.
-No – balbucee por la cercanía en la cual se encontraba. Podía sentir su aliento calido cerca de mi rostro y su mirada penetrante clavada en mis ojos. – Pero no quiero que se enoje tampoco. Nos vemos aquí ¿sí? – le dije con una pequeña sonrisa.
-De acuerdo – me devolvió la sonrisa, y en una milésima de segundo ya lo tenía casi pegado a mí, con su respiración chocando aun más fuerte contra mi rostro y sus labios cerca de mi frente. Se inclino un poco y los presiono sobre una de mis mejillas, dejándome atontada. – ¿Llegando de la escuela? – me pregunto a lo que yo solo asentí. Seguía en aquel trance, donde mi mente se había desconectado por unos segundos y lo que hablaba ahora era… algo que ni yo sabía. – Está bien. Nos vemos – volvió a besar mi mejilla y por un instante sentí como si me fuera a desvanecer. Es que era un toque, realmente agradable para mí.
-Adiós – grite cuando lo vi subirse a una motocicleta. Volteo a verme y me dirigió una sonrisa encantadora al momento que ponía un casco sobre su cabeza y arrancaba el vehículo.
Para cuando menos me di cuenta, seguía parada ahí, observando el camino por el cual se había ido y no había dejado rastro. Solo había quedado vagamente su olor impregnado en mí, por la cercanía que habíamos tenido. Algo en mi se había encendido después de aquel beso, pero debía recordarme que… no quería sufrir más. No podía verlo con otros ojos más que… los de un amigo. Si, solo eso y nada más. Camine devuelta a casa con pereza y espere a que Louis no estuviera como una madre loca y desesperada. Así era el conmigo pero, creo que lo comprendía. Entre con sigilo a la casa y lo primero que escuche – como hace unos meses había sucedido – eran las risas de mi hermano y de mi mejor amigo. Harry.
-Porque has tardado. – de unos segundos a otros su sonrisa se borro y me miro severamente – Es muy tarde.
-Tranquilo Louis, tal vez solo se le paso el tiempo demasiado rápido con Cher. – me quede atónita ¿Cher? Voltee a ver a Hazza y vi como me guiñaba un ojo. No entendía nada.
-Así es. Veras somos chicas y… nosotras siempre solemos hablar mucho – dije un tanto insegura ante mis palabras. Tuve que seguirle este jueguito a Harry para no meterme en problemas, aunque debía agradecerle. Al parecer termino de creerme gracias a que Harry argumentaba que había pasado la tarde con su novia charlando. Quería hablar con él y que me explicara bien esto, pero me encontraba un poco empapada y quería ducharme lo antes posible, así que decidí que mejor hablaría bien con el mañana en la escuela.
