-No quería que sufrieras un castigo – respondió Harry después de haberlo atacado con tantas preguntas en cuanto lo vi entrar a la escuela.
-Vamos Styles, dime la verdad. – le dije entre dientes al momento en que lo empujaba hacia su casillero. – Te daré un buen golpe en tu lindo rostro si no me dices la verdad. – De acuerdo, no era buena golpeando a la gente- bueno quizás a Louis si- pero él no lo sabía y era muy buena amenaza ya que adoraba su rostro.
-De acuerdo, de acuerdo, te diré. Pero quita ese puño de enfrente de mí. – dijo Hazza con las manos en alto. – Te vi con Zayn y bueno, quería cubrirlos a ambos. Sé que a Louis no le cae bien Zayn así que… por eso dije esa inocente mentira. – me dijo encogiéndose de hombros.
-¿Conoces a Zayn? – la pregunta salió sola de mis labios.
-¡Claro! Somos amigos desde siempre. – dijo y no pude evitar sentir curiosidad por aquella amistad. Quería hacerle miles de preguntas sobre mi nuevo amigo pero, sería mucho el interés que se vería en mí –que era obvio que lo tenía- y no quería que pensara cosas que realmente no eran. - ¿Puedo irme ya? Quiero ir a ver a mi novia. – dijo con un pequeño suspiro. Solo asentí y le di una palmadita en el brazo.
-Gracias Harry – le agradecí antes de que se fuera. Se giro hacia mí y me abrazo fuertemente.
-Para eso estamos los mejores amigos. – me dijo sonriendo.
El día se encontraba con un clima perfecto. No había sol gracias a que las vaporosas nubes lo habían tapado toda la mañana y el resto de la tarde seguiría así, y hacia un viento espectacular. No podía ser mejor. A pesar de que la lluvia había cesado en la madrugada el olor a tierra húmeda seguía en la ciudad, y el pavimento seguía de aquel color oscuro que tenía cuando era mojado.
Las clases por fin habían terminado, y después de tantas horas estudiando –lo sé, ni yo me la creía- habían tocado la campana informando que era hora de regresar a casa.
Me encontraba con Josh. Se había vuelto un buen amigo para mí y generalmente pasaba todo el almuerzo con él. Era muy divertido y me hacía reír mucho. Pero últimamente lo había notado muy extraño conmigo.
-Lyla yo… tengo algo muy importante que decirte – me dijo al momento en que salíamos por las puertas de la escuela- Es difícil para mí decirlo pero…- Estaba atenta escuchando, pero deje de hacerlo cuando mis ojos pudieron divisar al guapo muchacho que se encontraba a unos metros de nosotros.
No podía describir como se veía, porque para mí era más que… perfecto.
“Otra vez esos pensamientos” volvió a recriminar mi mente y trate de que no volviera a pasar.
-Eh, Josh, luego me dices sí. Nos vemos – no deje que protestara ni nada. Me despedí de él con un beso en la mejilla y me acerque a Zayn. – ¿Qué haces aquí?
-Bueno, dijimos que saldríamos después de la escuela ¿no? He venido por ti. – me dijo con una sonrisa, mientras metía sus manos a los bolsillos de su pantalón.
-Y tu como sabes que…- me interrumpió.
-Se que eres amiga de Harry, y pues también se que van a la misma escuela. – me dijo. Sin pedírmelo si quiera tomo mi bolso lleno de libros y me abrazo por la cintura mientras caminábamos juntos. Después de dos largos meses de haberme quitado aquellas acosadoras miradas de mi por haber entrado a la escuela con Harry, volvían a estar presentes, mirando cómo me iba de ahí con Zayn Malik. Un chico que aparentaba ser “malo”.
-¿Tu no estudias? – le pregunte cuando me paso el caso que el día anterior se había puesto.
-Claro que sí. Voy a la universidad. –me dijo. – Sube. – Obedecí y seguí con mi interrogatorio.
-Entonces, ¿cuántos años tienes? No me dijiste ayer.
-19. – y no dijo otra palabra. Ya se había montado a la motocicleta y había arrancado lo más deprisa de ahí. – He decidido que un helado sería muy poco si te tengo toda la tarde conmigo, así que te invitare a comer. Yo cocinare.
-¿No moriré intoxicada? – le pregunte cuando llegamos a una casa de color blanco con un jardín con césped y cientos de flores.
-Por dios cariño, soy muy bueno cocinando. – me dijo al momento que bajaba de su motocicleta. Me ayudo a bajar y me quite el casco para entregárselo.
-¿Eres el único hombre? – le pregunte al ver que su casa por fuera era muy afeminada.
-Mmm… mi papá y yo, con mi madre y tres hermanas. – me contesto después de unos segundos. Poso una de sus manos en mi espalda y me guio hasta la puerta.
-¿Eres el mayor? – seguí con mi interrogatorio mientras llegábamos a la puerta.
-No. Tengo una hermana mayor y dos menores. Doniya es mayor que yo por un año. Walihya tiene 12 y Safaa tiene 8. – termino de decir justamente cuando quedamos frente a la puerta de madera color caoba. Antes de que pudiera dar un toque a la puerta con sus nudillos una niña abrió la puerta supuse que era su hermana de 12 años… Walihya.
-¿Otra novia Zayn? – lo descubrió su hermana mirándolo con reproche. Voltee a verlo y el únicamente veía a su hermana con enojo.
-No es mi novia Walihya, es una amiga.
-Oh, lo siento. – se disculpo ella. – hola soy Walihya, ¿tu cómo te llamas? – Me pregunto – te vez más pequeña que mi hermano. – dijo cuando por fin pasamos a la casa.
-Me llamo Lyla, y bueno tengo 15 años. – le dije encogiéndome de hombros mientras le daba un sonrisa.
-¡Qué bien! Podremos ser amigas. – dijo Walihya con mucho entusiasmo mientras se iba a alguna parte saltando. – Oh Zayn, mamá no está.
-Eso ya lo sabía. Por eso yo hare de comer. – dijo y vi como su hermana se sorprendía pero no decía absolutamente nada. Solamente subió las escaleras y al parecer se encerró en una habitación, ya que se escucho como cerraba una puerta con algo de fuerza. – Perdón por lo de mi hermana pero es que…
-Has tenido muchas novias ¿eh? – le cuestione de pronto. No me sorprendí por mi curiosidad pero el al parecer sí. Había sido el impulso lo que me había llevado a hacer aquella pregunta. No dijo nada, solo agacho un poco la mirada sonrojado y rasco su nuca con algo de nerviosismo. – Ya, anda ve a hacer la comida. Por cierto, ¿qué harás? – le cambie el tema. Se veía apenado por el simple hecho de haber tenido varias novias. Debía tener experiencia ya en eso de los noviazgos y… sexo ¿no? Bueno, yo que iba a saber, apenas lo estaba conociendo y ya comenzaba a intentar meterme en cosas que tal vez, nunca me cuente.
-¿Te gusta el Espagueti? – pregunto desde la cocina.
-Lo amo – conteste aun sentada en el sofá. Me recargue por completo y mientras Zayn preparaba la comida, me puse a pensar en demasiadas cosas. Pero mis pensamientos fueron interrumpidos por el vibrar de mi celular. Era una llamada de mi mejor amiga de Los Ángeles, Leslie – Hola tonta, tanto sin habla contigo, ya te extrañaba. – le dije en cuanto conteste el teléfono.
-Solo una semana, pero es mucho tiempo… también te extrañaba. Pero bueno, aquí está la llamada semanal. Recuerda que la siguiente en llamar serás tú. – Me recordó.
-Lo sé, le diré a mamá que me ponga más recarga en el celular. Pero dime que ha pasado, se que tienes alguna noticia que contarme. – La oí reír un poco en la otra línea. – Vamos, suéltalo.
-Está bien es que… últimamente hay demasiados chismes por acá. Tu ex está involucrado en ellos. – soltó una risita que fue seguida por la mía. No me sorprendía ya de él. Podía creerlo al principio alguien incapaz de cometer algo tan estúpido como solían hacer todos ahora. Pero ya no más.
-¿Que ha pasado con Natthan? – pregunte después de calmar mi risa. Seguí charlando con Leslie durante unos minutos más. Al parecer Elisa le había puesto los cuernos muy rápido y era la burla de toda la preparatoria, pero eso le pasaba por andar de calenturiento.