Había llegado tarde a casa el día anterior. Zayn la había acompañado hasta la puerta y en cuanto la puerta fue abierta por su hermano, fue a esconderse a un arbusto hasta que vio a su novia entrar a salvo a su casa. Regreso a su motocicleta con una enorme sonrisa en sus labios. Realmente no podía creer que la tuviera con él. Había pasado semanas enteras pensando y soñando únicamente en ella. Lo único que había querido era poder ser parte de su vida desde que la vio aquel día molesta, pero realmente adorable. Como no lo iba a enganchar si la chica era una dulzura. Todo de ella lo tenía loco. Su dulce y tímida sonrisa, sus grandes y expresivos ojos marrones, la forma en que se sonrojaba cada vez que la besaba o le decía lo hermosa que se veía; su voz, su inocencia.
No podía ocultarlo. Se sentía feliz y completo cuando estaba con ella. Sin duda alguna.
Regreso a casa con aquella sonrisa aun dibujada en su rostro. Entro a la sala, y paso de largo a su madre y a su hermana de 13 años Waliyha, yendo directo a las escaleras.
-¿Me has escuchado? - escucho apenas Zayn cuando había pisado ya el quinto escalón.
-¿Eh? No, disculpa. – dijo volteando a ver a ambas mujeres. – que pasa.
-Vinieron a buscarte. – dijo ahora su madre sin despegar la vista del televisor.
-¿Quién ha sido?
-Perrie. – De tan solo escuchar su nombre, la sonrisa se le borro del rostro. Lo único que haría era ocasionar problemas y más problemas.
-¿Te ha dicho a que venía? –pregunto Zayn en tono frio.
-Dijo que tu le habías prometido estar con ella todo el tiempo que estuviera aquí en Bradford. – contesto Waliyha.
-Yo jamás dije eso. – Renegó Zayn.
-Pues dile eso a ella. – y volvió su vista al televisor. Tomo su rumbo de nuevo y llego a su habitación. Se tumbo en su cama y sin si quiera des-tenderla cerró los ojos, intentando dormir.
Pero el sonido de su celular no lo dejo. Tenía las esperanzas de que fuera Lyla, y con ansias y alegría lo saco de su pantalón. Pero la sonrisa desapareció al ver que nombre se encontraba ahí. Perrie.
*Rodo los ojos y de mala gana contesto.
-¿Que quieres Perrie? – hablo Zayn un poco rudo.
-¿Dónde estuviste toda la tarde? Estuve esperándote en tu casa. – hablo Perrie con voz “triste”.
-No te incumbe.
-Bebé, no me hables así. – apretó los dientes al escuchar la palabra “bebé”. No le molestaba que le dijeran así –Menos si se trataba de Lyla- pero escucharlo venir de ella era… incomodo. – Dijiste que estarías conmigo en mi estadía en Bradf….
-Yo no dije eso. Y no me llames bebé por favor.
-¿Por qué te molesta?
-Porque tú no tienes derecho a llamarme así. Solamente mi madre y mi novia lo pueden hacer. – dijo Zayn mientras soltaba un gran bostezo.
-¿Novia? Pero… yo creí que ahora que había vuelto íbamos a…
-¿Ser novios? Lo siento, pero has llegado tarde. Te espere Perrie pero… me puse a pensar muy bien las cosas desde que te fuiste. – dio un suspiro de cansancio y siguió hablando. - ¿Te parecí tan poco cosa cuando te declare mi amor? O, solo porque, quizás, serias una bailarina famosa ¿creíste que no estaría a tu altura? Ahora que no lo conseguiste, vienes a buscarme, a darme sobras. Lo siento, pero he encontrado a alguien que es MUCHO mejor que tu. – Saco todo lo que tenía guardado adentro. Sin esperar si quiera alguna contestación de ella, colgó el teléfono y tapo su rostro con una almohada para ahogar un gran grito. ¿Por qué volvió? ¿Por qué demonios lo hacía? Solamente complicaría las cosas y le quitaría la paz que el tanto deseaba tener con Lyla.
Cerró los ojos y trato de dormir.
~
Era un nuevo día. Las vacaciones pronto terminarían y tenía que disfrutarlas al máximo. Pero le daba pereza tener que despertar temprano. Fue abriendo lentamente sus ojos y miro el reloj de su celular. Las diez de la mañana. Restregó sus ojos y mientras se incorporaba en la cama, mando un mensaje a su mejor amigo. Se levanto de la cama y fue hacia el baño de su habitación para lavarse la cara y arreglar un poco su cabello enmarañado.
-¿C-como llegaste tan rápido? – pregunto Lyla a Harry un poco sorprendida, al verlo acostado en su cama.
-Estaba aquí en tu casa. Hubiera venido antes pero… Louis me advirtió que te pones de mal humor cuando alguien más te despierta. – Dijo- No puedo creer que le hayas mordido la mejilla.
-Estaba molestándome – refunfuño Lyla con el ceño fruncido.- Dime… ¿ya hablaste con Louis de lo que… te dije hace días?
-¿De Leslie?- ella asintió. – Si.
-Y… ¿qué te dijo?
-No puedo decirte. Prometí con el meñique que sería un secreto.
-¿Es algo bueno?
-Puede ser.
-Hazza. – Se abalanzo sobre él y se colgó de su espalda como pudo. – Dime, por favor.
-Pronto lo sabrás. – dijo Harry. Camino hacia la cama y se dejo caer en la cama suavemente, con Lyla debajo de él.
-Quítate. Me… aplastas- comenzó a decir Lyla mientras intentaba quitar a Harry de encima suyo. No tuvo éxito y únicamente se rindió mientras desplomaba sus brazos sobre el colchón. – Moriré aplastada. Espero por lo menos… Zayn vengue mi muerte.
-No puede contra mí. Yo sé Kung fu, Taewonkdo y… otras palabras. – ambos rieron. Harry se levanto y se acostó a su lado, ambos mirando el techo.
-¿Cómo vas con Cher?
-Bien. – no pudo evitar sonreír. – La amo. – dijo con voz enamorada mientras se le escapaba un suspiro.- ¿Tu como vas con Zayn?
-Supongo que bien. Lo quiero mucho.
-¿No lo amas?
-Creo que sería apresurado decirle “te amo” siendo que llevamos… con hoy, 3 días. –Dijo Lyla- aunque debo decirte que siento algo… demasiado fuerte hacia él.
-¿Amor?
-No lo sé. Tal vez sí. – Respondió Lyla- Espera… ¿a qué dijiste que venias a mi casa?
-Oh bueno, mi mejor amigo me ha invitado a desayunar, ya que mi mejor amiga seguía dormida, decidí pasar tiempo de calidad con él.
-¿Me cambiaras por él?
-Puede ser. Sin duda tu hermano es sexy.- dijo Harry con voz coqueta.
-Que gay. – dijo Lyla riendo.