Con entusiasmo, Louis y Lyla salieron al jardín esperando por la sorpresa de Louis. Todos los invitados se encontraban en completo silencio, esperando por que el festejado saliera. En cuanto las manos de Lyla dejaron el rostro de Louis todos ahí gritaron fuertemente “sorpresa” haciendo que en el rostro del cumpleañero se pintara una gran sonrisa.
-¿Tu la has organizado? – pregunto Louis con emoción.
-No. Bueno, sí, pero Leslie hizo la mayor parte. Deberías de agradecerle a ella. – le dijo Lyla a su hermano. – Feliz cumpleaños tonto. – Lo abrazo fuertemente colgándose de su cuello.
-tontilla. Muchas gracias- logro articular Louis al borde de las lágrimas. – Es lo mejor que has hecho por mí.
-No es cierto.
Paso media hora. Todos ahí habían creado un ambiente realmente bueno. Lyla únicamente veía como su hermano saludaba feliz a todo aquel que se encontrara en el jardín de su casa. Una sonrisa se le dibujo en el rostro de ver a su hermano tan feliz.
Diviso a Harry a unos cuantos metros, con su novia Cher, dos chicas y dos chicos más. Este la llamo con una seña de mano y se acerco a donde su mejor amigo la esperaba.
-Lyla, Hola.- Saludo Cher sonriente, abrazando a su amiga. – Mira, ellos son mis amigas, Araceli – Señalo Cher a una chica unos centímetros más alta que Lyla. Cabello ondulado color castaño -oscuro- un poco más arriba de los codos y con un fleco que le llegaba a los parpados. Ojos grandes color chocolate y unas largas pestañas y tez blanca.
-Un gusto – dijo Araceli con una sonrisa.
-Igualmente- imito Lyla su gesto.
-Y ella es Sam – Señalo ahora Cher a una chica de la misma estatura que Lyla. Tez demasiado clara, ojos pequeños y achinados de color marrón oscuro y unas pestañas largas. Cabello lacio, a los hombros con reflejos rojizos. –Estos dos chicos que están aquí. – Halo a un chico rubio, no muy alto, con unos ojos azules realmente hermosos, y un poco tímido a su lado izquierdo. – El es Niall. – Señalo al rubio. – Y este…- Halo ahora al otro chico, un poco más alto que el otro a su lado derecho. Cabello castaño, ojos marrones y sonrisa impactante. – es Liam.
Las 4 chicas siguieron conversando mientras Liam, Niall y Harry bromeaban entre ellos. Poco a poco, más personas comenzaban a llegar, y Lyla esperaba poder ver a Zayn entre todos ellos, pero no estaba.
Sin decir nada, se alejo de las chicas y comenzó a ver a todos a su alrededor. Aun nada.
-¿A quién buscas? – La voz de Leslie se escucho a su lado, y volteo a ver a su mejor amiga con una expresión triste.
-Zayn. Dijo que vendría y… no lo veo por ninguna parte. – articulo Lyla con cierta tristeza.
-Tranquila niña, solo ha pasado… una hora, tal vez no tarde en llegar. – alentó Leslie.
-Tienes razón. – Pero aun no estaba tranquila. Dio un largo suspiro y se dispuso a alejarse de todo aquel ruido que había en el jardín de su casa. Quería relajarse y dejar que toda esa preocupación que cargaba se fuera y poder disfrutar de la fiesta de su hermano. Entro a su casa, pasando por la cocina, dirigiéndose a la sala y se encontró con una horrible escena para ella.
No pudo evitar que sus ojos se cristalizaran al ver como Zayn Malik, el chico por el cual ella creía sentir algo, se besaba tan….Fogosamente con aquella rubia que se colgaba de su cuello. No la abrazaba, mas sin embargo le seguía el beso con los ojos abiertos.
Sintió como si le clavaran una daga en el corazón y silenciosamente corrió hasta su habitación.
No esperaba pasar este día así, llorando en la soledad de su habitación. Había cerrado la puerta de su cuarto con seguro, para que así nadie pudiese molestarla o cuestionarla –por ahora- para saber que ocurría con ella. Se tiro en su cama y se largo a llorar.
¿Por qué demonios le daba alas?
Creyó que él sentía igualmente algo por ella. Se decía miles de veces, que aquellos casi-besos no eran pura coincidencia o “accidente”, ocurrían por algo, pero vio que lo único que quería el gran Zayn Malik era jugar con ella y sus sentimientos. Tomo una almohada y la puso sobre su rostro, grito fuertemente, mientras aquel objeto amortiguaba su grito.
~
Un fuerte ruido la hizo despertar. No se había dado cuenta de que, después de varios y largos minutos de haber estado llorando, se había quedado dormida.
-¿Por qué coño cerraste la puerta con seguro? – pregunto Louis molesto.
-Lo siento yo… no me sentía bien. – murmuro Lyla mirando a su hermano.
Louis se acerco hasta ella y la miro fijamente.
-¿Por qué has estado llorando? Y no trates de negarlo, tus ojos están rojos.
-Es que… me caí y pegue muy fuerte. – mintió Lyla tratando de no mirar a Louis a los ojos. – Es solo eso.
-¿Segura?- pregunto Lou no muy convencido. Ella únicamente asintió. – Esta bien. Vamos, ya termino la fiesta.
-¿La pasaste bien?
-Sí, fue maravillosa. Muchas gracias pequeñas. – Abrazo a Lyla fuertemente. – Pero solo algo me arruino el día. Ver a Zayn Malik aquí en la casa. – Un pequeño nudo en su estomago se formo de tan solo escuchar su nombre. – Iba a sacarlo a patadas de la casa pero Harry me dijo que él lo había invitado. Así que... bueno, solo lo ignore.
-Lo hubieras hecho.- susurro Lyla. – ¿Mamá ya llego?
-Sí. Me pidió que viniera a buscarte para festejar noche buena.
-¿Te ha felicitado?
-Sí y me ha regalado algo… espera aquí. – Salió corriendo a su habitación y en menos de un minuto regreso con una caja entre sus manos. De esta saco un pequeño conejo blanco con manchas grises. – Desde pequeño quería uno, y aunque se tardo en regalármelo, lo ha hecho – dijo Louis demasiado alegre.
-Es hermoso. – dijo Lyla mientras tomaba al pequeño conejo y lo soltaba en su cama. Se movía de un lado a otro con pequeños saltos. – ¿sabes cómo lo llamaras?
-Carrot.
-Eres un traumado – dijo Lyla riendo a carcajadas. – Vamos con mamá, que tengo hambre. – volvió a poner al conejo en la caja y juntos bajaron por las escaleras.