Después de estar varias horas encerrada en mi habitación decidí bajar a comer algo. Mi cuerpo me pesaba y mi rostro se veía sin vida. Mis ojos… ni que decir, estaban totalmente rojos al igual que mi nariz. Agache la cabeza tratando de ocultar todo eso y evitar las preguntas de Louis. Pase de largo a mi hermano que estaba cómodamente acostado en un sofá viendo televisión. Fui a la cocina y tome un poco de agua. Tome una manzana del refrigerador y fui a mi habitación corriendo. Entre a esta y antes de que pudiera cerrar la puerta, Louis se metió a mi cuarto. Había venido tras de mí, al verme subir con prisa las escaleras.
-¿Que tienes enana? – pregunto Louis con angustia mientras se acercaba a mí. Lance mi manzana a mi cama y corrí a abrazar a mi hermano.
-Yo… no se qué hacer. He herido mucho a Josh. – dije con mi cuerpo temblando contra el suyo y mi voz cortada.
-¿Cómo? – pregunto al momento en que acariciaba mi espalda. - ¿Por qué dices eso? – cuestiono Louis mientras retrocedía conmigo hacia la cama y se sentaba en esta. Me sentó en sus piernas y siguió acariciando lentamente mi espalda, intentando consolarme.
-Me ha confesado que me quiere y yo… yo no pude corresponderle. Creo que lo he herido. Me siento muy mal – articule con dificultad por las lágrimas y los sollozos que escapaban de mi garganta. Pero no era lo único que me tenía así. Estaba confundida. Durante las horas que había estado en mi habitación sumida en mis llantos, me puse a pensar. Había algo dentro de mí que me carcomía pero aun no lograba descifrar que era. Pero estaba segura de algo… Eso solo pasaba cuando veía o si quiera un poco, mencionaban a Zayn Malik.
-Pssst- una suave caricia en mi mejilla me hizo despertar y encontrarme a Louis acostado junto a mí, yo con mi cabeza sobre su pecho. – Que bueno que despiertas. – murmuro mi hermano apretujándome más hacia él.
-¿No estuviste incomodo?- le pregunte aun un poco adormilada.
-No, para nada. – dijo regalándome una sonrisa.
-Gracias por estar conmigo – Escondí mi rostro en su pecho y me aferre aun más a él.
-¿Ya estas mejor?
-Creo que sí. – de pronto se hizo un largo silencio- Lou… eh, que pensarías si me hiciera amiga de… ¿Zayn Malik? – pregunte tratando de que mi voz sonara lo mas desinteresada posible.
-No quiero que te acerques a el – y fue ahí cuando descarte la oportunidad de poder tener algo con Zayn. Pero no estaba dispuesta a dejar de verlo solo porque a Louis le molestara- es un vándalo. ¿Has visto que todos los tatuajes que tiene?
-Hazza también tiene.
-Uno. Ese chico tiene en los dos brazos y quizás quien sabe cuántos más. No quiero que te acerques a él. – dijo y sabia que no cambiaria de opinión. Era muy testarudo y por lo visto esto seguiría así hasta que yo no interviniera. Solté un suspiro de cansancio y volví a acomodarme sobre el pecho de mi hermano mientras pensaba en infinidades de cosas.
Necesitaba descifrar que era lo que en mi interior comenzaba a surgir. Pero no había muchas señales que me pudieran ayudar para hacerlo, solamente aquel revoloteo en mi estomago.
La noche no se hizo esperar. Había llegado rápidamente junto con la luna y las estrellas que iluminan el contaminado cielo que ahora había en el planeta. Corría una fresca brisa mientras de poco las nubes de tormenta cerraban el cielo oscuro y pequeñas gotas comenzaban a caer sobre la ciudad de Bradford. Louis se había ido de mi habitación hace unas horas dejándome completamente sola. Creo que era mejor así. Me daba tiempo de pensar y de relajarme. Camine hacia el pequeño buro que se encontraba pegado a laventana y me senté sobre él, observando como el agua caía sobre el pavimento, y una que otra gota resbalar por el cristal de la ventana.