Capítulo 11

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Pablo calló. Por alguna no tan extraña razón, a Patricia le gustó eso.
Llegó el profesor de literatura, a Pablo le encantaba esa clase y aunque intentaba disimular, ella lo notaba, la diferencia ahora era que él no podía concentrarse, pensaba mucho en ella, cuando la vio con Andy, cuando él le habló mal y sobre todo en lo último que ella dijo, eso que era cierto.
A ella le gustaba leer, pero no tanto como a él, igual no llegaba a prestar atención, lo miraba, lo notó pensativo, sin saber que era porque pensaba en ella. Volvió a mirar la pizarra intentando concentrarse, ahora era él quien la miraba, ella lo hizo de reojo. <<Él no sabía que ella sabía que la miraba y ella no sabía que él sabía que lo miraba, todo, hasta que cruzaron miradas>>
Ella no era de las que bajaba la cabeza cuando pasaba eso, él tampoco lo era, así empezó la guerra de miradas y provocaciones.
Ella comenzó todo, lo miró con deseo, mientras empezó a morder su labio inferior, provocativamente.
Él le respondió, mirando su blusa de uniforme nuevo, obviamente la parte de sus pequeños pero firmes senos. Ella rió al darse cuenta de eso, fue cuando el profesor volteó al escuchar su voz particular, dulce pero decidida y vio que la causa era García Ricapa.

-Alumno García, retírese del salón!
-¿Pero profe, que hice?
-Distraer a su compañera Fernandez.
-No es mi culpa que se muera por mí- volteó y sonrió a Patricia, con intención de molestarla.
-Que alucinado Pablito, yo diría que es al revés.
-Señorita, cállese que lo va acompañar!
-¿Qué?- fingió molestia.
-Oye Patricia, bien que quieres- gritó Benjamín, los demás rieron.
-Todos se quedan sin descanso- empezaron a gritarle a Benjamín -Y ustedes dos se retiran de mi clase! Lleven sus libros, a ver si aprenden un poco de literatura, mientras están castigados.
Patricia llevo su libro, pero dentro de él colocó su celular, con cuidado.

-Profe yo no tengo el libro pero llevaré este.
-Lo que sea pero ya retírate.

Ambos sentados en la escalera, no tan juntos como deseaban estarlo. Callaron por un rato, hasta que ella, como la mayoría de veces, tomó la iniciativa de hablarle.

-Mongolo! Porqué mierda dijiste eso?
-¿Decir qué? Hoy dije muchas cosas- sonrió al hablar.
-Todo!! Lo de Andy, que me muero por ti.
-Dije la verdad sobre ambas cosas.
-Te equivocaste en una- esta vez ella sonrió.
-¿Cuál?
-Tú debes saberlo.
-Eres complicada ¿Lo sabes?
-Así me quieres.
-Sí, tú también lo haces, sólo que yo no lo niego.
Patricia no supo que responder por un momento.
-Es que a ti se te hace fácil, porque tú le dices a cualquiera.
-Tú no eres cualquiera, Patricia.
Ella solo sonrió y con voz baja respondió <<Gracias, eso me alegra.>>

No se dijeron nada más. Él empezó a leer "Cincuenta sombras de Grey", ella a ver su móvil, deseaba volver a clases para seguir hablando con Mia y las demás chicas, porque todo lo que se encontraba ahí le aburría, todo excepto su celular y obviamente Pablo.
Él no llegaba a concentrarse en su lectura, él quería irse, no es que no quería verla, ni estar ahí con ella, sólo que no soportaba la idea de tenerla tan cerca sin poder sentirla.

-¿Y por qué no hacemos esto?- Pablo miró sus redondos ojos café, los de él eran encantadores para Patricia. Le hablo de forma provocativa, enseñándole una parte de su obra. Patricia leyó, era cuando Anastacia Steele y Christian Grey tenían relaciones sexuales, Patricia rió.
-En eso no más piensas- fingió molestia y a la vez se burló.
-Y en ti- Patricia desvió la mirada, al eacuchar decir esto a Pablo, sonrió para sí.
-Sabes una cosa? <<Cuando en tu relación lo fundamental no sea el sexo, entenderás que te ha llegado el amor verdadero>>- esta vez el desvió la mirada, calló, pensó y luego habló lo único que se le ocurrió decir.
-Tranquila poeta.
-No nada,lo saqué de internet, mira, directa para ti.
-Sí, lo sé- para eso entonces, estaban hablando más y se habían acercado más, luego volvieron a callar, el entre leía y pensaba, ella estaba demasiado cansada, tenía gripe, estaba media pálida y con apariencia frágil, necesitaba protección, pero no cualquiera, necesitaba la protección de él, lentamente y con algo de miedo apoyó su cabeza sobre el hombro de él, al poco rato quedó dormida, él la sentía cada vez más cerca, aunque no tanto como quería tenerla, pero no haría nada si ella no quería, él no se daba cuenta que ella dormía, porque lo hacía tranquila, aquel acercamiento hizo que él se sintiera más seguro para decir lo que siente, siempre lo era, porque antes lo que sentía era gusto, ahora era más que eso. Y empezó con algo como: <<Tú sabes que me gustas y ahora que yo también sé que te gusto, creo que podemos intentar algo, Patricia>>. Pablo no oyó ninguna respuesta, sintió pena y vergüenza, sonó el timbre y rápidamente intentó arreglar lo dicho, diciéndole: <<Tal vez falta conocernos, quiero saber más de ti, Patricia>> Esto último Patricia lo escuchó, se había levantado por el sonido de aquel timbre, estaba roja de vergüenza, y a la vez alegre por lo que acababa de escuchar.
-Discúlpame, discúlpame, me quedé dormida en tu hombro, que vergüenza!- volteó para regresar al salón, pero faltaba decirle algo -Yo también quiero conocerte- sonrió y se agachó para darle un tierno beso en la mejilla, luego volvió a su salón.

Por otro lado, Kasandra y Ximena conversaban, de seguro se habían perdonado.

-¡Patricia!- eran ellas, Patricia, algo extrañada, se acercó.
-Hola- respondió demasiado incómoda.
-Kasandra y yo creemos que no hemos sido sinceras, ni buenas contigo.
-Ah..
-Queremos juntarnos más contigo y con Mia.
-Todo normal conmigo vale?
-Sí, esta bien. Y ya éstas con Pablito?- preguntó, esta vez Kasandra, fingiendo importancia. Patricia río, poniendo una cara extraña mientras pensaba <<Y qué mierda? Ni les importa, ni debería>> aquel silencio otorgaba mucho y esto molestó demasiado a Ximena, aunque trató de fingirlo.
-Vuelvo, voy a comprar.

Patricia se fue lo antes posible, no aguantaba sus actitudes hipócritas, pero si querían hacerlo, ella lo sería al doble.
-Aj, Patricia, ya son amiguitas- era Andy, quien se burlaba de la supuesta amistad que se iniciaba entre Patricia y las otras.
-Ay no, ni cagando.
-Ya pues, bien que hablaban.
-Disque quieren juntarse conmigo, yo normal, prefiero eso que estar recibiendo sus peleas de mierda.
-Eres la cagada Patricia, me encantas.
-Lo sé, tú me amas, por eso me vas a comprar algo.
-Fuera de acá, nunca tanto.
-Nisiquiera tienes para ti, para que veas que soy buena amiga te compraré un chicle- se burló.
-Estás regalona, a nada- la empezó a molestar.
-¡Mongolo!- le quitó su pasaje y empezó a correr por las escaleras, Andy le seguía, ambos reían, Andy la pasaba muy bien con Patricia, le hacía causar sensaciones parecidas a las que sentía cuando estaba con Éleri, su ex-enamorada, aquella que al final hizo que él ya no creyera en el amor, Patricia estaba comenzando a cambiar eso. Llegaron al patio y a la cafetería, Patricia dejó de correr, quedó viendo a Pablo, quien abrazaba cariñosamente a Victoria <<¿Pero qué mierda me pasa? Celosa de mi amiga>> <<Sólo Pablo ha podido ser capaz de sentirme esto, estoy jodida>>
Andy en un segundo se dió cuenta de que era por Pablo, también consideraba que estaba jodida, Pablo le iba a ser mucho daño, aunque ya no estaba seguro de eso.
-Dame mi pasaje- habló friamente.
-Toma- estiró su mano, entregando su pasaje, seguía mirando a Pablo y a Victoria, Pablo se dió cuenta de esto, rápidamente se dirigió hacia ella, Patricia se dió cuenta de eso, hace un rato acordaron conocerse para luego intentar algo, sí que lo estaba conociendo, él la estaba cagando -Espera, tu chicle, vamos- lo jaló de la mano y se dirigieron a la cafetería. Pablo fue tras ellos.

SENTIMIENTOS ENCONTRADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora