SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

Capítulo 28

Compraron sus boletos, hay mucha gente, Patricia está nerviosa, no quiere hacerse tarde, Pablo se da cuenta
-Aún es temprano amor, no te preocupes- le dice para tranquilizarla.
-No me preocupo- dijo viendo a otro lado.
-¿Entonces?- responde, viendo a quien observaba Patricia -¿Quién es?
-Eso quiero saber.
-¿Por qué?
-Se parece a mi madre- baja el rostro.
-Hey- la agarra del mentón y levanta su cara.
-Es una tontería, lo sé.
-Sé que la extrañas mucho, pero no estás sola, nunca dejaré que lo estés.
-Tienes razón- dice más tranquila, pero no del todo.
-¿Vamos?
-Dale.

Compraron palomitas, y gaseosas, él pidió Coca cola y ella Sprite, llego se dirigieron a la entrada, Patricia se había distraído y ya no pensaba en aquella señora o al menos eso parecía.

-¡Noo!
-Amor calma- Pablo reía.
-Te dije que viéramos de acción.
-Era la única de una hora.. Que miedosa.
-No es eso, yo amo las de terror.
-¿Entonces?
-Ésta da asco.
-¿Por qué?- seguía riendo.
-¡El asesino se sacó la piel! ¡Ugh!- dijo tapándose la cara.
-Tranquila amor- la abrazó, Patricia puedo ver que aquella mujer los miraba, se miraron cara a cara y la mujer salió, Patricia la siguió con la excusa de ir al baño, él quería acompañarla, pero ella puso excusas para que no lo hiciera.

-¡Hey!- grita Patricia a lo lejos, la señora voltea y se acerca a ella.
-Hola- estira si brazo como saludo, Patricia no responde.
-¿Se puede saber porqué nos esta viendo desde hace rato?- la señora calla un gran rato -¡Oiga, responda!
-¡Hey, Hey, no le puedes hablar así a..- se mete un hombre muy apuesto, argentino, se le nota por el acento, algo mayor que Patricia, pero menor que aquella señora, no termina de decir, la señora por fin responde.
-Disculpa, soy periodista.
-¿Y?
-Vi lo que hiciste en el Starbucks.
-¿Y?
-Me sorprendiste mucho, incluso tu enamorado también.
-Señora hable sin rodeos.
-Quería hacerles una nota, no siempre se ve una chica que hace eso por su pareja, hay que tener mucha personalidad- ríe.
-No me importa ninguna nota, y ese que te defendió quién es?
-Soy.. - intenta decir otra vez él.
-Es el fotógrafo.
-¿Y su cámara?
-No..no..veni..mos con nuestro equipo de trabajo- titubea.
-Exacto, nos pueden robar, le dice el hombre, pareciendo querer coquetearle.
-No les creo, pero si se van de mi vista esto se queda acá.
-Estás equivocada niña- dice el hombre.
-¡Cállate! Lo intentamos - dice la señora -Ya nos vamos Patricia.
-¿Eh? ¡Cómo sabe mi nombre!
-Lo escuchamos en el Starbucks, te llamaron por tu nombre y el del. chico- era sorprendente como el hombre respondía tan rápido a diferencia de la mujer, quién parecía nerviosa.
-Bueno- Patricia se retiró, sigue sorprendida y asustada, no cree que sean ladrones, pero aquella señora es idéntica a su madre, ambas, muy hermosas.

Estaba regresando a la sala de la película, se preocupó por Pablo, de seguro la debe estar buscando, vio su celular, eran las ocho y veinte <<Mierda, ya nos deberíamos ir>> lo intentó llamar, batería baja, de seguro por eso no la llamó, iba a seguir buscando pero la agarran del brazo, Patricia se asustó.
-Amor- Se abrazan fuertemente.
-¿Dónde estabas?- le preguntó,muy molesto, Patricia le contó todo, por algo era su enamorado, a él también lo extrañaba aquella señora, y ya la había visto antes cerca a ellos, pero por alguna extraña razón no dijo nada, de alguna forma no quería preocuparla más -Ya no importa amor, todo se explicó no? Son periodistas.
-Bueno, sí- respondió besándolo en la mejilla.
-Vamos que se nos ha echo tarde.
Subieron al autobús, todos ocupados, se pararon juntos, hasta que una pareja de esposos bajaron, Patricia y Pablo ocuparon sus lugares, estaban de suerte, pasó un rato más y una señora de mayor edad subió, Pablo se estaba parando, para darle el asiento.
-Te cargo- le dice ella, Pablo pensó que era broma, pero lo dijo muy convencida -No hagas esperar a la señora, ven y te cargo.
-Bueno- rió.
-Todos los miraron- la señora habló.
-Tu enamorada es muy inteligente, no la dejes nunca.
-No lo pienso hacer nunca- responde Pablo.
-¿Entonces, cuando se casan?- preguntó muy emocionada, tal vez porque a simple vista ellos aparentaban tener más edad.
-No señora, que ocurrente, recién tenemos dieciséis años.
-En mis tiempos se casaban a esta edad, de seguro porque los jóvenes eramos más maduros en aquellas épocas.
-Y las mujeres somos maduras, los hombres son unos niños- agrega Patricia sin dejar de reírse.
-Igual, no pueden negar que las mujeres se complican la vida- dice Pablo, quien hace reír más a Patricia y a la señora mayor.
-Pero si nós pensamos casar algún día no?- dice Patricia sin parar de reírse.
-Sí, sería hermoso que dure para siempre.
-Eso, si a pesar de todos los problemas, siguen juntos, perdonando sus errores por el simple hecho de amarse- dice la señora antes de irse, se despiden y piensan, es lo mejor que les ha pasado después de aquellos momentos incómodos con los "periodistas".

-Hola papá- lo saluda con un beso en la mejilla.
-Buenas noches señor- dice él, para nada nervioso.
-Papá, él es Pablo, del que te hablé- dice Patricia, demasiado nerviosa.
-Sí, gracias por traer a mi hija.
-Cómo no señor.
-¡Pa!- grita Astrid
-Lo siento- dice Gonzalo, avergonzado -¿Qué pasa hija?
-Ayúdame un rato- responde de lejos.
-Un gusto, hasta luego.
-De igual forma señor.
-Yo ahora entro- dice Patricia riendo.
-No te demores.
-Esta bien.
Gonzalo se retira, callan un rato y luego ríen.
-Tu padre no se ve tan estricto como dices.
-Pero lo es- miente.
-No me darás un beso rápido.
-¡Pablo!
-Uno- susurra y sonríe de forma pícara.
-Esta bien- le besa en la frente -Eso baje más que mil besos en la boca.
-Lo sé.
-¿Ah si?
-Nunca me habían besado en la frente, ni mi madre.
-Me alegra ser la primera- cierra la puerta de su casa, ambos sonríen.

Oh por Dios, quién será esa mujer?! No es demasiado loco y tierno lo que hizo Patricia ♥♥
Bye, me voy al Starbucks, ando feliz 😘