Brittany al volver a entrar ya estaba cambiada, al igual que Santana, ambas iban con un vestido negro, Santana con un escote pronunciado, y Brittany con toda la espalda al aire, acompañado de unos tacones negro, y con el pelo suelto cayendo por sus espaldas.
Santana se quedo mirando a Brittany asombrada..."Como mierdas me voy a tener que alejarme de ella o olvidarle, si es tan preciosa?"...se decía, mientras disimulando observaba todo el cuerpo de la rubia.
Al igual que la latina, Brittany se quedo impactada al ver así a Santana, estaba acostumbrada a verla en leggins deportivos acompañados de tops, y deportivas anchas típicas de funky. Así que aquel tan sugerente solo la ponía nerviosa, intentaba por todos los medios que no se notara que la estaba mirando de arriba abajo.
Santana: Emm...voy a poner la música...-dijo yendo hacia el reproductor-.
Brittany: Está bien - mientras empezaba a dar vueltas por el aula, estirándose los brazos-.
Las dos estaban muy nerviosas, sus corazones iban a mil por hora, pero no querían mostrarlo.
La música empezó a sonar.
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Las dos se dirigieron lentamente hacia el centro del aula, sin levantar la mirada, solo pararon cuando llegaron a verse los pies. Poco a poco fueron levantando la mirada, temerosas y tímidas. Finalmente volvieron a conectar sus ojos, los azul cielo en los profundos cafés, era la mejor visión que podían tener.
Tal como habían ensayado anteriormente, Brittany sería la primera en llevar el rol de hombre, que era el dominante y el que marcaba el paso en el tango.
Así que la rubia, intentando que la mano no le temblara, la alzo poco a poco, a la vez que se ponía en la pose general del tango, esperando recibir la mano de la morena entre la suya. Santana no espero mucho más y entrelazó su mano con la de Brittany. La rubia, con muy poca decisión deslizó su otra mano, muy despacio, por la cadera de Santana, sintiendo al instante como esta se tensaba y como una descarga eléctrica le recorría la espalda de arriba abajo. Santana a la vez, descansó su mano libre en el hombro de la capitana de ballet.
No se daban cuenta de por dónde iba la música, si se habían pasado de compás e iban a destiempo, o si iban bien. Una vez más, se habían metido en aquel mundo paralelo, que creaban para ellas dos y de dónde nadie podía sacarlas.
Habían empezado el tango muy lentas, debían empezar a acelerar los movimientos, y sobretodo dejar que la pasión fluyera.
Brittany, empezó a andar hacia delante, haciendo que Santana andará hacia atrás respectivamente. En ningún momento dejaban de mirarse, estaban serias. La rubia se cansó de la pasividad con la que estaban bailando aquel baile, más bien parecía un vals que un tango, así que se armó de valor, y cogió a Santana con fuerza de la cintura y la atrajo hacia ella con decisión, quedando a escasos centímetros la una de la otra.
Santana, en vez de cohibirse ante aquello, fue lo que necesito para dejarse llevar. Empezó a hacer pequeños pasos muy rápidos frente las piernas de Brittany, que se había parado.
Cuando acabo, la rubia la cogió de la mano y le hizo dar dos vueltas rápidas, Pero Brittany la paro en mitad de la segunda vuelta y se pegó a la espalda de Santana. La latina sintió como de repente tenía el aliento de Brittany en la oreja, lo que la hizo suspirar. Estaban pegadas una contra la otra. Entrelazaron sus manos. Santana deslizo su pierna derecha a un lado, y llevo la mano de Brittany, hacia ésta. La rubia acarició la pierna color canela desde el gemelo hacia la cadera, sintiendo como a cada centímetro que recorría su piel se erizaba, mientras Santana la iba devolviendo a su posición inicial.
