Cuarta parte.

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Nicolás deseas a Jaime como tu Nakshe? - decía un tipo gordo como un elefante, espera ¿se llama Nicolás?.

Sí, lo deseó - soltó Nicolás mirando al gordo.

Entonces declarado tu nakshe - todos los que estaban presentes aplaudieron, estaba mirando al gordo cuando mi ¿nakshe? tomo mi cara con su mano derecha y me besó, perfecto, mi primer beso con un hombre y mayor que yo. La fiesta fue grande, había mucha comida y yo tenía un hambre que te encargo.

No puedes comer, mantén tu perfil - me susurró Nicolás, ¿qué mantenga mi perfil? ¡llevo un mes sin comer y ¿quieres que mantenga mi perfil?!

pero, tengo hambre - le dije al oído

cuando todos se retiren puedes comer - me mordí la lengua antes de pensar cualquier grosería.

habían pasado ya unas horas, mi estomago no sonaba ¡gritaba!, pero solo quedaban 12 personas (sí, contadas) hablaban en ese idioma raro que yo no entiendo y Nicolás reía mucho, me quedé de pié tras él y me sumergí en mis pensamientos, sabía que mis padres aún no estarían preocupados, no hasta dos meses más que era mi fecha de regreso, ¿alguna vez volveré a verlos? Siento que no me despedí de la forma en que debería haberlo hecho, o sea mi último recuerdo es verlos llorando cuando el auto se marchaba ¿eso también es parte de tu plan divino? ¿qué será del Naikho? ¿Se habrá salvado? ¡qué ganas tengo de verlo bien!.

¿Jaime?, ¿aló? - Nicolás movía sus manos frente a mi rostro.

sí perdón, ¿qué paso? - estaba en otra.

que ya puedes comer Jaime - no alcanzó a terminar de hablar y yo tenia todos los platos en la boca, parecía un hámster y Nicolás me miraba de una forma extraña - tranquilo chico, te ahogaras.

tengo, mucha, hambre - decía entre que metía un pan a la boca.

me doy cuenta, toma bebe - era un trago amargo, tan amargo que casi lo escupí - ¿qué es esto?

gin, es un trago popular acá y en China - me dijo mientras me ofrecía otro vaso

no quiero - solté frunciendo el ceño.

no te pregunte Jaime, tómalo - y me paso el vaso un poco más lleno. El tiempo paso bastante rápido, con mi estomago a mas no poder me habían dado ganas de vomitar pero, era soportable. Miré el reloj cuando Caminábamos al segundo piso para dormir, eran las 12 de la noche.

¿dónde dormiré yo? - pregunté algo ebrio por la cantidad de gin que había bebido.

conmigo, ¿tú no entiendes que eres mi nakshe? - me puso contra la pared de una forma algo delicada y comenzó a besar mi cuello.

te, tengo 10 - solté, quizás intentando que se apiadara de mi mientras sujetaba su chaqueta por la cintura.

yo 27, pero eso que más da - dijo mientras sacaba mi chaqueta y pasaba sus manos por mi espalda.

Levantó mi cuerpo por las nalgas y me recostó en la cama que había muy cerca, entre besos y caricias estuvimos un rato, el alcohol en su cuerpo no le permitió continuar con lo que quizás quería hacer.

El precio de mi libertad. [Historia Gay] (GOTH) [Corrigiendo La Ortografía]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora